Drev: El Cazador de Fuego.

"Es curioso ¿verdad?. Como puede un cazador ser cazado"

La grada gritaba al aire libre. Un coliseo entero vitoreaba el nombre del vencedor de la última batalla. 

¡Kronk!¡Kronk!¡Kronk!...-.

Una figura poderosa de más de tres metros alzaba los brazos en señal de victoria en medio del círculo de arena. Dos hombres se llevaban el cuerpo mutilado de su víctima. Un hombre alto y calvo, con una complexión fuerte, se puso en pie en el palco, la gente se calló al momento:

-¡Acabamos de presenciar otra muestra de destreza por parte de nuestro campeón, Kronk!-.

La gente arrancó en grito, vitoreando de nuevo al vencedor. De nuevo se callaron y habló el hombre del palco:

-Nuestro campeón quiere más sangre, ¡Que salga el siguiente!-.

Un estallido de gritos sonó cuando en un extremo del círculo de arena se abrió una puerta. Dos hombres fornidos arrastraban a otro que llevaba una gabardina roja y un sombrero negro que le tapaba la vista. Desde el palco, otro hombre se puso en pie y empezó a decir:

-Capturado en las ruinas de Bratha's, no tiene miedo al más grande gigante, ¡un fuerte grito para recibir a este rebelde!

El abucheo fué general, la gente arrojaba objetos al recién entrado en el campo de batalla. Los hombres fornidos le quitaron las cadenas de las manos al rebelde y se fueron corriendo. El rebelde se frotó las muñecas.

El hombre calvo se levantó alzando la mano y dijo:

-¡Que comience el combate!-.

La monstruosa figura de Kronk se acercó al rebelde con aire de superioridad, un río de venas le surcaba el cuerpo. Entre risas se dirigió al rebelde:

-¿Qué vas a hacer tú con ese cuerpecito? Te voy a aplastar como a una mosca.

Una perilla cuidadosamente recortada asomó junto con una sonrisa del rebelde, que habló en tono burlón a Kronk:

-Tu apestosa cabeza no es la que busco-.

-Pero como te atreves...-.

Kronk rugió y se abalanzó sobre el rebelde. Alzó un brazo y descargó un puñetado sobre el cuello de este. El rebelde no hizo nada por detenerle.

La gente gritó con expresión de asombro, el brazo había impactado sobre la cabeza del rebelde, pero este estaba intacto. El rebelde agarró el brazo de Kronk con tanta fuerza, que este gritó de dolor, y lo elevó por los aires, haciéndole tragar la tierra al caer.

-No he venido a por tí-.

Unas flamas aparecieron en los pies del rebelde, que de un salto, voló hasta el palco que se encontraba en la otra punta del círculo de lucha, y cayendo delante del calvo. El hombre calvo enmudeció:

-T...tú...Drev-.

-Pensabas que me habías capturado, pero soy yo el que te he capturado a ti-.

El palco salió ardiendo en una explosión. Drev calló al círculo de arena envuelto en llamas, parecía que no se quemaba. Un batallón de cincuenta guardias salió a por él. Dió un mortal para esquivar una lanza e incineró al guardia. El publico evacuaba el coliseo gritando horrorizado. Drev colocó las palmas en el suelo y dijo:

-Este coliseo merece salir ardiendo...-.

Justo cuando los guardias se le echaban encima, una violenta flama con la forma de un lobo salió del cuerpo de Drev. La forma de fuego aulló y corrió en círculos por la arena, haciéndose más grande. Dos espadas atravesaron a Drev, pero la hoja no llegó a tocarle la piel, el fuego que le envolvía derritió el metal de las espadas. El lobo explotó en una virulenta ignición y borró al coliseo del mapa.

Drev se alejó de los escombros humeantes, sabiendo que el cazador había puesto los colmillos en la presa.