Capítulo 2: "De las brasas al fuego"

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" 10 Años después..."

-Aquí tienes lo que pediste-.

Drev arrojó una bolsa de tela empapada de sangre con la cabeza del tipo del coliseo dentro.

-Vaya... Te estás volviendo todo un sanguinario, chico-.

Drev se giró rápidamente y agarró por la solapa al hombre:

-Escúchame bien... No hago esto por que me guste. Si fuera un sanguinario a sueldo ahora mismo estarías gritando de dolor en el suelo mientras te quemo los ojos... Pero por suerte para ti no soy nada de eso -.

El hombre no perdió la sonrisa, pero se calló. Drev le soltó y se retiró de la sala a paso lento. A ambos lados del pasillo en el que estaba habían habitaciones con celdas. La gente de ellas gritaba e insultaba al cazador. Salió al exterior y miró al sol, se acomodó el sombrero para que no le molestara en exceso el brillo. Echó un último vistazo al antro del que había salido, se trataba de un garito de poca monta donde se cobraban las recompensas. Sacó un papel de su bolsillo y miró un nombre y una dirección:

"Erska Mirrovick -Montañas Eln-"

Sonrió amargamente y quemó el papel con una chispa al chasquear los dedos. 

Sin rumbo, sin hogar ni amigos, así vaga sin dirección el cazador de fuego. No se detiene, solo camina hacia su próximo objetivo. Hay gente que le odia, hay gente que le quiere... Pero en general, Drev nunca trae buenas noticias. Duerme sobre la hierva, come lo que caza, bebe de los ríos, quien no soñaría con ser libre como un pájaro, viajar a todos lados... Pero él no. La noche había caído sobre los páramos de Monte gris, al sur de las montañas de Eln. Drev se encontraba en un pequeño claro sentado en una tosca roca mohosa, vigilando un fuego en el que se cocinaba un conejo. Se incorporó al oír un crujir de ramas en la oscuridad:

-Llegas tarde, no tendrás la suerte de encontrarme esperándote si vuelves a retrasarte-.

De entre la maleza emergió una chica de cabellos oscuros. Los ojos azules como la mar misma:

-Hay un pequeño grupo de perseguidores en el camino un poco más al sur, tuve que despistarlos.

-Por qué no los mataste sin más, es lo más efectivo-.

La mujer no dijo nada y se sentó al fuego. Juntos se comieron el conejo y miraron las estrellas. Drev se quitó el sombrero y la gabardina para acomodarse. Sacó un tronco de caña de su bolsillo y le prendió fuego por la punta, dando una calada al tiempo que la voluta de humo se perdía en el aire, no era habitual en Drev fumar caña, y esa sería la última que se fumara. Entonces la mirada de Drev se ensombreció y preguntó:

-¿Sabes algo del maestro?-.

-Los rumores apuntan a que está muerto, lo siento-.

Dejó escapar una risa irónica:

-Seguimos donde empezamos, Kaedra, estamos dando pasos de ciego... -.

Kaedra formó una bola de agua en su mano y hizo pasar la luz de la hoguera por ella, formando ondas de luz que se extendieron por todo el claro:

-No todo se ve con los ojos abiertos Drev, ¿Has probado a pararte a escuchar?-.

Kaedra amplió la bola de agua haciendo que la luz reflejada iluminara todo el claro. Las luciérnagas de los alrededores se acercaron curiosas, ¿Qué era aquella luz tan cautivadora?. El claro se llenó de un ruido de aleteos y siseos, formando una melodía difícil de describir:

-No me interesa escuchar, solo quiero resultados-.

-A veces no entiendo como lograste sobrevivir en el mar con esa actitud...-.

Drev: El Cazador de Fuego.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin