Capítulo 16:"Se abren las puertas de la muerte"

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Los susurros del viento se habían calmado. Tanto Drev como Kaedra sabían lo que había pasado, pero estaban demasiado lejos para dar la vuelta. 

La inmensa llanura azotada por los vientos parecía no tener fin. Drev caminaba al frente seguido de Kaedra. Con los ojos entrecerrados por las fuertes ráfagas. Algo cayó en la mejilla de Kaedra, se llevó el dedo índice a la mejilla y se limpió lo que había caído en ella, era sangre. Era la sangre de Drev arrastrada por el viento que caminaba por delante:

-¿Drev... Estás bien?  -.

Drev caminaba en silencio y a paso rápido:

-¿Drev...? -.

Kaedra alzó el brazo para coger a Drev por el hombro. Pero Drev se dió la vuelta:

-Estoy bien... -.

Kaedra se llevó la mano a la boca en señal de asombro, no podía creer lo que estaba viendo:

-Dios mio... -.

De la boca y de la nariz de Drev corrían regueros de sangre en abundancia. Unas venas negras se ramificaban por su cuello y se podían ver por encima del cuello de la camisa. Se podía ver la expresión de dolor en su cara. Drev se estaba muriendo más rápido de lo que esperaba:

-No te esfuerces tanto... -.

Drev volvió a su marcha incesable através de la tormenta y respondió sin mirar:

-Hubo un hombre que creyó en mí... Mi última voluntad será ayudarlo a terminar su trabajo -.

Caminaron hasta que el manto de la noche les obligó a detenerse. Buscando el resguardo del viento en una pequeña formación rocosa en la que encendieron un fuego. Esa noche no hubo cena, solo un aire de tristeza, como si se fuera algo importante. No hubo palabras. Kaedra miraba a Drev, pero Drev no le devolvía la mirada. Estaba allí parado, luchando contra su propio cuerpo por no perder la batalla. Finalmente Drev rompió el silencio:

-Deberíamos llegar a la Torre del Cielo cuando el sol esté en su punto más bajo. Presiento que no estamos lejos -.

A Kaedra ya no le importaba la estúpida tarea de crear el Origen:

-Drev... Deja esta tarea -.

Drev escuchó las voces del viento durante un momento:

-Kaedra... No puedo dejar esto ahora. Esta es mi tarea, puedes retirarte cuando quieras si lo deseas -.

-¿Ya lo has olvidado? Juntos Drev -.

-Juntos -.

La noche fué fría e incómoda. Ninguno de los dos pudo conciliar el sueño. La mañana los recibió con nuevas tormentas. Apenas se podía ver unos pocos cientos de metros a la redonda a causa de las tormentas. Aún así el sol los calentó, pero había algo en ambiente, algo raro. Drev miró al cielo y rió irónicamente:

-Parece como si Lival quisiera que encontremos el elemento -.

Kaedra forzó la vista y miró al cielo. Una inmensa nube oscura se movía de forma extraña:

-Esa nube no es normal, va en la dirección contraria a las otras -.

-Es porque no es una nube, es ceniza -.

Lival quería que Drev se hiciera con el elemento, se podía notar que estaban próximos. Caminaron durante todo el día  y durante toda la tarde. Fué solo entonces cuando divisaron una inmensa formación rocosa en el horizonte. Como una espada que sale de la tierra. Una columna de roca enorme se alzaba ante ellos. La columna tendría el diámetro de una montaña y en su cúspide habían esculpidas unas columnas. El pilar de roca mediría varios cientos de metros de altura, y unas escaleras de caracol subían entorno a el. La nube de ceniza se detuvo en su cima:

Drev: El Cazador de Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora