Capítulo 33:"La hermana del lobo"

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-... Y pásame el amoniaco... Ese bote no... No, ese tampoco. Ese es -.

Lianne trabajaba a marchas forzadas fabricando lo que parecía ser un tipo de explosivo. Una pequeña y pesada esfera negra. Lianne se retiró para contemplar su creación y se secó el sudor de la frente:

-Es un explosivo térmico, una fuente de calor ligeramente superior a la temperatura ambiente y... -.

-Y todo volará por los aires, lo entiendo. ¿Cuántos de estos vas a necesitar? -.

Lianne calculó sopesando el explosivo:

-Unos doscientos más como este -.


Una ardua tarea les esperaba en los días siguientes. Pero nuestra historia se aleja de Kramos, y recorre las montañas y los valles. Nubes de tormenta se alzan en el cielo que amanece.

"Paso estrecho del sur -Grupo de Alio"

El fondo del precipicio estaba oscuro. La humedad se podía respirar entre las altas paredes rocosas entre las que habían caído. ¿Qué día era?¿Cuánto tiempo habían estado inconscientes?. Alio recobró poco a poco la consciencia cuando los tenues rayos del amanecer rozaron su rostro. La primera imagen que tuvo fue la del saliente, varias decenas de metros por encima de ellos, desde el que había caído. Se llevó una mano a la cabeza para comprobar que no tenía ninguna brecha. Intentó incorporarse y enseguida notó un pinchazo en la pierna. Se levantó para examinarla: La pierna estaba destrozada y en un ángulo grotesco. Se dejó caer de nuevo y sopesó las posibilidades. El imperio les perseguía y habían caído por un precipicio, siendo considerados muertos en persecución. Los cinco integrantes del grupo de Alio yacían inconscientes entre las rocas:

-Chicos, los que estén vivos que den una señal... -.

Algo pareció moverse entre las rocas. Uno de los integrantes se retiró una roca de encima:

- Explorador Wilfred Mélefer con vida... O eso creo -.

Otro de los chicos se retorció y tosió:

-Ban Class vivo y listo, señor -.

Alio redobló sus esfuerzos y, apoyándose en una roca cercana, logró levantarse haciendo acoplo de todas sus energías. Wilfred, el explorador más joven de todos, lucía su rostro magullado y con sangre seca sobre los pómulos. Su larga cabellera oscura se fundía perfectamente con el negro de sus ojos:

-Señor Alio, huele a cloro -.

Alio apretó los dientes y se sentó encima de una roca:

-No hay tiempo para jugar a qué huele el ambiente. Ban, si puedes moverte ayuda a los otros tres e intenta que recobre el aliento... -.

Ban, un hombre fuerte y lleno de cicatrices. Era el médico de campo y un excelente cocinero. Su calva surcada de venas era una característica muy suya. Sin embargo Ban ya se había puesto a examinar a los heridos:

-Señor... Arias está muerto, una rama astillada le atravesó un pulmón... Seguramente se ahogó durante la noche -.

Wilfred volvió a insistir:

-Señor Alio, huele a cloro... -.

-¡Wilfred, maldia sea, un compañero nuestro ha muerto, no hay tiempo... ! -.

-Y si no nos movemos rápido pronto nos uniremos a él -.

Justo entonces Alio cayó en la cuenta de donde se encontraban. Cientos de cadáveres de animales gigantes, esqueletos medio roídos y tripas en descomposición se amontonaban a su alrededor. Wilfred continuó:

Drev: El Cazador de Fuego.Where stories live. Discover now