Drev: El Cazador de Fuego.

Capítulo 20:"Dos voluntades"

"¿Puedes oírme?. Te estoy llamando. Gritando pero a la vez un susurro. Te conozco, nos conocemos. Vamos... Abre los ojos. Me tienes a tu lado".

Durante los días siguientes Drev se había sentido extraño. No, Hacía ya bastante tiempo que se sentía así. Desde que despertó. Alguien lo estaba observando desde cerca. Observaba sus pasos desde la lejanía, pero a la vez desde cerca. 

Algo se acerca volando desde la distancia. Un pájaro triste se posa en la torre sobre la que están hablando Drev y Kaedra.

La torre se encontraba silenciosa. El pájaro rojo se mostraba posado sobre la barandilla del balcón de la última planta del gran pilar. Drev lo reconoción enseguida:

-Ese pájaro no está hecho sólo por agua, ¿Me equivoco? -.

Kaedra se acercó y le depositó un lápiz entre las patas:

-Es un pájaro musical. El creador le dicta un mensaje y el pájaro escribe dicho mensaje -.

El pájaro empezó a saltar con una pata mientras que con la otra escribía burdas letras apenas legibles. Mientras el pájaro continuaba escribiendo, Drev poco a poco se iba dando cuenta de la realidad:

-¿Por qué mandó un pájaro musical pudiendo mandar una carta? La carta es mucho más completa y fácil de entender -.

Kaedra se tomó su tiempo para explicarlo:

-Normalmente los mensajeros de campo sirven para mandar los reportes una vez terminada la batalla. No obstante también pueden mandar mensajes durante el curso de una batalla para poder actuar con rápidez. Estos mensajes son dichos con la propia voz debido a que así son más rápidos y no corres el mismo peligro que al escribir algo por lo tanto... -.

Drev no necesitó oír más. El hecho de que el pájaro fuera enviado por voz significaba que su creador corría gran prisa. Además estaba el color del pájaro. El agua estaba teñida de sangre. ¿Sangre enemiga? No lo creía. Si el enemigo hubiera muerto hubiera mandado una carta escrita. ¿Sangre aliada? No... Si Luna estaba sola, la sangre solo podía ser de ella. ¿La habían capturado? No... Conociendo a Lival, estaría muy enfadado porque pudo enviar un pájaro y seguramente envió un secuaz a matarla. Ahora las piezas del puzle encajaban... . 

La vena del cuello de Drev se hinchó de manera repentina. ¿Por qué habría dado su vida de esa forma? Como fuese el pájaro dejó de escribir y silbó. Fué un silbido de pena y dolor. El pájaro se alejó volando con un aleteo lento y desconsolado, no había duda, su creador había muerto. Kaedra se aproximó al papel y lo leyó en voz alta:

"Trás los libros en la estantería del emperador se encuentras la forma de ganar la guerra. No todo es lo que parece, el emperador no es quien pensábamos que era... Vuela"

Drev repasó las palabras de la carta:

-Trás los libros de la estantería del emperador... Ganar la guerra... -.

-Podría ser una trampa, Drev -.

-No lo es -.

-¿Cómo puedes estar tan seguro? -.

-Porque una persona que da su vida por mandar sus últimas palabras no puede mentir -.

Kaedra confiaba en Drev:

-Está bien, reuniré al consejo de guerra -.

El consejo de guerra no estaba formado más que por hombres seniles, viejas glorias de tiempos antaños. Todos ellos en la etapa final de sus vidas, reunidos una vez más para levantar las armas. El consejo estaba formado por tres ancianos, un hombre más jóvenes, una anciana, Alio, y la propia Kaedra. Uno a uno, Kaedra los fue presentando a todos: