Capítulo 12:"El caminante de los elementos"

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¿Existe la muerte?. Ese ente que persigue a sus víctimas y las lleva al dulce sueño eterno. Algunos creen que la muerte es solo un mero mito, otros escépticos la rehuyen toda su vida, no sé... Quizá la muerte solo sea el capricho de esta persona.

"Ciudad abandonada de Ashull"

El polvo y la arena en el viento hacía que las casas apenas fueran visibles. Las dunas habían devorado los edificios hasta dejarlos irreconocibles. Una figura andrajosa y marchita camina por la calle central del pueblo. Lleva una capa con capucha rasgada. Su cara marca la angustia de los años y algunas arrugas se notan en su rostro. Profundas ojeras hacen que parezca mas un muerto que uno de los vivos. Oye una voz en su cabeza que no le deja dormir. Lleva sin dormir varios meses, lo sé, debería estar muerto... Pero la muerte ya no le quiere.

-Eh tio mira, hay un hombre en el camino... -.

Dos chavales de joven edad se encuentran en una de las ruinas del pueblo de Ashull. Muchos contrabandistas se sirven del pueblo para transportar las mercancías más valiosas puesto que la mano del gobierno no llegaba tan lejos:

-Lo sé tio, fijo que lleva algo de valor encima... -.

-Entonces... ¿Lo matamos y nos llevamos lo de valor? -.

-Tu por la derecha y yo por la izquierda -.

Los jóvenes se movieron con agilidad tras el hombre andrajoso. Se situaron uno a cada lado del camino y aguardaron la señal del otro. Uno hizo un gesto con la mano y se colocaron en posición. El hombre andrajoso continuó por el camino hasta que... :

-¡Ahora! -.

Con unos rudimentarios cuchillos de hueso, los dos chavales se abalanzaron sobre el hombre andrajoso y se acercaron corriendo. El hombre no hizo nada por detenerlos... Porque los muchachos se detuvieron solos a un metro de el.

-Tio... ¿Tú también notas eso? -.

Los dos jóvenes estaban paralizados por un miedo infundido por la presencia de aquel hombre. El hombre se detuvo y miró a los jóvenes:

-¿¡Quien eres tu!? -.

El hombre se retiró la capucha dejando ver una barba descuidada, una cabellera sucia y enmarañada y una mirada gris y perdida. No respondió. El joven insistió:

-¿¡Que quieres!? -.

El hombre levantó la mano en dirección al joven. El joven hizo un amago de defenderse, pero el hombre se limitó a acariciarle el pelo y dedicarle una sonrisa. Ahora si habló:

-Vuelve a casa y discúlpate con tu madre, ella no tiene la culpa de la muerte de tu padre -.

El joven se quedó perplejo y una lágrima rodó por su mejilla. El otro joven, que parecía el mayor dió un paso al frente:

-¿Pero como... ? -.

-Estoy buscando un lugar que se encuentra en una cueva, ¿Podrías ayudarme? -.

Los dos jóvenes aún desconfiaban:

-Es muy importante, Dilan -.

El más pequeño, aún llorando, se secó las lágrimas y consiguió responder:

-A un día de viaje al sur... Hay una pequeña cueva. Dicen que dentro se encuentra lo que llaman "El Árbol de la Vida"... -.

-Te lo agradezco, sigue tu camino -.

Antes de que los jóvenes pudieran seguir preguntando, el hombre continuó hasta perderse en el polvo y la arena en suspensión de la lejanía.

Muchos son los que han buscado el árbol, pero hasta ahora nadie ha conseguido salir con vida de la cueva. Dicen que es un lugar maldito, que los que murieron en esas rocas aún moran allí. La oscuridad está viva, y sus garras son fuertes.

Drev: El Cazador de Fuego.Onde histórias criam vida. Descubra agora