Capítulo 15

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Hogar, dulce hogar.
Hemos vuelto a la normalidad, aunque no me gustaba la ciudad extraño el National Park, la cueva y a Daimon.
Sobre todo a Daimon.

Cuando llegamos a casa encontramos el suelo alrededor del árbol donde está nuestra casa llena de flores, seguro que de los indios.

Ahora que lo recuerdo, mañana es el primer día de los tres que durará la luna de sangre. Tenemos una invitación de los indígenas a su poblado que no podemos rechazar.

Bueno os voy a contar la historia que me ha contado hace unos momentos mi padre.

Existían hace muchísimo tiempo un ángel verdaderamente hermosa, muy blanca de piel.
Se enamoró de un demonio, y él de ella.
Su amor era el más grande que se había visto pero iba en contra de las normas.
Ellos se escapaban de sus mundos para estar juntos a la Tierra.
Un día fueron descubiertos por los señores de los dos mundos y los castigaron.
A ella la llamamos ahora "luna" y a él "sol".
No pueden tocarse, simplemente se observan en la distancia. Incluso en los eclipses están demasiado alejados.

Se dice que la luna de sangre es solo el momento en el que la tierra se coloca entre los amantes, pero también es el momento en el que se abre una puerta al inframundo y algunos demonios logran escapar.
Esto ocurre por el dolor de ella de no poder ni siquiera observar al sol en la distancia durante esos tres días.
Ese momento ocurre cada quinientos años.
Cuando la luna de sangre llegue a lo más alto, es decir, el segundo día, no podemos salir de casa porque no se sabe que pasaría si un vampiro se encuentra con un demonio.

Salem acaba de comer y viene para que lo acaricie.
Los gatos suelen vivir entre Siete y ocho años pero yo quiero que me siga hasta el fin de mis días.
Cojo al gato en mis brazos y voy en busca de Damián.
-Damián, quiero que muerdas al gato.

Damián se ríe.
-Pequeña lilith, eso no es posible. Pongo mala cara. Los animales no están lo suficientemente evolucionados para aguantar el proceso.
Cuando te mordí tuve que beberme toda tu sangre y darte de la mía después. Si hago eso con Salem se moriría en pocos segundos.

-Debe de existir alguna manera. Corro a casa y agarro el telefono.

-¿Aquí Jhon?

-¿Podría ponerme con el señor Daimon? Es el hijo del jefaso, como él no sepa algo...

-Ya hechaba de menos escuchar tu hermosa voz, diablita. No hay duda de que es él.

-¡Adulador! Necesito saber si existe alguna forma de hacer a Salem inmortal.

-¿Quién es Salem? ¿Ya te has buscado a otro? Apostaría mi "vida" a que tiene una sonrisa en la cara después de lo que acaba de decirme.

-Eres un estúpido. Salem es el gato que casi te cenas.

-Lo sé, era para que te enfadaras. Lilith no se puede hacer eso, si le muerdes morirá. Muchos lo han intentado antes. Acabo de perder las esperanzas por completo.
Por cierto, necesito hablar con tu padre.

-Ahh bueno pues nada, si ya te has cansado de escucharme...escucho que se ríe a carcajadas en el otro lado de la línea.

-No podría cansarme de ti nunca. Deseo más que nada en este mundo volver a verte desde que nos vimos por primera vez en el parque.

-Bueno, yo ya he olvidado tu cara. Le miento. Además eres muy feo y un estúpido.

Llega Damián a la casa y me quita el telefono de la mano. ¡Aii demonios!

-Daimon, querias hablar conmigo ¿no? Le pregunta con tono seco.

-Damián yo quería pedirte perdón por no pedirte permiso para cortejar a Lilith.

-Voy a suponer que aquel beso que presencié ha sido el único roze sin permiso. Te doy permiso porque te conozco y porque sabes que si Lilith sufre o le pasa algo por tu culpa, acabaré con tus trescientos años de "vida". Parece enfadado y yo estoy seria, nunca lo había visto así. De repente me guiña un ojo y muestra una media sonrisa, yo le sonrío.
No escucho tu respuesta Daimon.

-Si, señor. Dice seriamente Daimon y mi padre me devuelve el teléfono.

-¿Daimon sigues ahi? Le pregunto.

-Si.

-Esta noche tenemos que ir a celebrar la luna de sangre con unos indios, pero quiero que sepas que mientras estemos alejados yo me sentiré como la luna.

-Y yo seré tu sol, dándote luz cuando lo necesites. Me enamora.

-Adios. Llamarás pronto.

-¿por qué? Está muy intrigado.

-Es una sorpresa. Te esperare.

-Siempre. Me dice y cuelgo.

Damián está en el sofá leyendo. Y no aparta la vista del libro pero está sonriendo.
-Es un buen chico para ti, pero eres mi niña y debo de cuidarte de todo lo que se te acerque. Sigue sin dejar de mirar el libro. Me encanta cuando actúa como mi padre de verdad.

-Cuando estoy con él siento ese ardor en mi pecho, Damián. Le miro sonriente. Y a él también le arde.

Ahora sí levanta la vista del libro.
-Entonces, más le vale hacerte feliz.

Ya es de noche y nos preparamos para asistir a la ceremonia. Yo me he puesto un vestido blanco corto con un poco de volantes. Damián se ha vestido con una blusa blanca y unos pantalones de tela fina grises.
Bajamos de la casa y hay una hilera de flores que se adentra en la selva. La seguimos y llegamos a la aldea.
Los indios tienen pintura en la cara y en el cuerpo, parecen letras.
Nos reciben con sonrisas y nos ofrecen unas rocas para sentarnos.
Durante la noche, el jefe de la tribu ha estado contando mediante señas historias sobre la luna, algunas incluían a los vampiros, otras a hombres lobos, etc.

Son las diez de la noche y la luna empieza a volverse roja, pero hasta mañana el color no será tan intenso.
Cuando se cubre totalmente parece un glóbulo rojo y los indios se agarran de las manos, nosotros también, para pedirle a su dios que los cuide durante estos días de oscuridad, que los proteja de los seres sobrenaturales de la noche.

Es curioso porque lo piden con dos vampiros en el círculo.

Pasamos toda la noche observando a estas personas bailar alrededor del fuego, incluso yo bailo con Kiara, la niña a la que salvé.

La luna se ve realmente hermosa pero al estar tan sangrante su apariencia me entristece, si yo perdiera a Damián o a Daimon no sabría que hacer con mi "vida". Demasiado dolor para soportar, incluso hasta para los "monstruos de la noche".

Bienvenida Al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora