Capítulo 22

2.8K 298 13
                                    

Aye fue el segundo día más feliz de mi "vida" (el primero fue con mi exnovio, ya os acordaréis de él...) y hoy he de acercarme a la mansión para pedir un documento de identidad para poder matricularme en el instituto.
Damián me ha enviado los papeles de admisión y los leo en voz alta para que Dylan me ayude a rellenarlo:
-Nombre y apellidos, edad y nacimiemto, se matricula para...

-¿Qué apellidos te pondrán? Pregunta curioso.

-En realidad me da igual, seguiré siendo Lilith.

-Bueno, a partir de ahora seré tu tutor legal, así que me vas a tener que obedecer, princesa. Sonríe de forma perversa.

-Ya veremos...le guiño un ojo para seguirle el juego.

Llaman a la puerta y abre Dylan. Es Daimon. Tengo que subir a cambiarme, son las doce de la mañana y todavía estoy en pijama.

-Ahh! Eres tú...¿ahora eres mayordomo además de mascota? Le dice Daimon.

-Ten cuidado imbécil, no eres el único con colmillos...

-Solo vengo por lilith, pero darte una paliza me alegrará el día.

-Mi día era genial hasta que has llegado.

¡Demonios! Se les escucha discutir desde aquí arriba. Bajo volando y me interpongo entre ellos.

-Valeee, los dos sois muy machitos. Volveré pronto fiera. Le digo a Dylan y le guiño un ojo.

-¿A dónde vamos? Yo quería... Le interrumpo.

-A la mansión a por mis documentos, luego me cuentas lo otro.

Se queda callado. Hoy está muy extraño, como si me ocultara algo.
De camino pasamos por una librería, le he comprado un libro a Dylan de letras y sílabas para enseñarle a leer y escribir, es muy listo pero los hombres lobos se esconden bien de los humanos.
Llegamos y veo a Damián.

-Toma pequeña, lo he resuelto por ti. Me da el dni y unos papeles.

Le abrazo fuerte y me despido, el está muy ocupado por aquí. Mi estúpido y yo nos vamos por el pasillo que da a la cafetería y nos tropezamos con Darcof.
Es el Antiguo del continente africano. Ahora él y todo su clan vive en EEUU desde que Rusia bombardeó a Africa hace diez años. Casi se inicia una guerra de clanes, pero se descubrió a un intruso que había sido desterrado que confesó haber convencido al presidente ruso de aquello.

Desde entonces estamos en alerta máxima, averiguando si es un complot o solo un caso aislado.

Salimos hacia el bosque y nos alimentamos.
De repente se presenta ante nosotros un vampiro con ropas desaliñadas.

-¡Vaya! ¿Qué tenemos aquí? El hijo de Caleb y...¿tú eres...? Me mira con desprecio.

Daimon se pone delante mía para protegerme pero yo le rodeo y me sitúo frente al vampiro, solo a un paso.

-Depende. Si vienes a molestarnos seré tu peor pesadilla...hasta que te mate. Añado.

Él se ríe.

-Os mataré a los dos entonces.

Yo me adelanto a su ataque y le doy una patada en el pecho que lo manda unos metros atrás, cuando se pone en pié salen de entre la maleza dos cazadores que en apenas unos minutos acaban con su "vida".
Comprueban que estamos bien y se van.

-Lilith, eres muy valiente. ¿Por qué ya no me llama "diablita?

-El peligro es real, el miedo es solo una opción. Le digo a mi estúpido y voy a besarle, pero él me frena colocando sus manos en mis hombros. ¿Qué le pasa?

-Tenemos que hablar...yo...lo nuestro ha terminado.

-¿Qué? Estoy blanca ¿Cómo puede ser? Pero...me interrumpe.

-No hay peros ni porqués. Se acabó. Y se va, dejándome allí, sola, triste, furiosa, impotente ante la situación. De nuevo el amor de mi vida me traiciona el día después de hacer el amor.

No entiendo lo que ha pasado ¿lo de ayer no significó nada para él? Quizás lo único que quiso desde el principio fue solo eso...

Llevo mi mano al pecho, mi corazón empieza a dolerme. Parece que se comprime y se hiela poco a poco y en unos segundos... Pum! Siento como sus palabras se repiten en mi cabeza y hacen que a mi corazón se le rompa un cachito de ese hielo en el que se ha convertido.
Y cae por mi rostro una lagrima de sangre, a la que parece ser me he acostumbrado. Pero ya no más, no volveré a derramar otra lágrima por un hombre.

Me voy a casa andando, despacio, no tengo ganas de nada. Solo quiero estar sola, pensar.
Recuerdo las palabras de Damián: ["Cada uno tiene un solo compañero de eternidad al que está destinado"].
Yo acabo de perderlo... ¿y ahora qué? ¿No volveré a amar? ¿Mi destino es sufrir porque mi medio limón me ha mandado a paseo?

¡No, me niego! Esa estúpida teoría del destino la inventó alguien como mi padre, incapazes de querer a nadie más porque se sienten culpables de perder a su mitad. Les paraliza el miedo a volver a amar, pero yo no le temo a nada, siempre habrá peligro de que te rompan el corazón pero no se debe tener miedo a ello, solo se debe disfrutar del tiempo que se tiene.

Yo decido mi destino, voy a encontrar a la persona que quiera pasar el resto de su "vida" a mi lado, pero esta vez será el verdadero.

Hay una frase que leí una vez..."Un corazón roto es aquel que realmente ha amado y ha dado lo mejor de sí".
Estoy decidida a volver a hacerlo cuando me reponga, tarde lo que tarde.

Bienvenida Al InfiernoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang