Bienvenida Al Infierno

Capítulo 56 (final)

-Charlotte, vuelve aquí. Le grita mi hermana mientras la corretea para cambiarle el pañal. Para tener tres años es demasiado lista.

Yo estoy sentada en la hierba acariciando a Salem y junto con mi suegra, quién está durmiendo al recién llegado Jusper.
A lo lejos llegan de cazar los chicos lobos, cargados de carne.

-¡Te gané! Grita Jake y se sienta con Cristine.

-Toma. Me besa Dylan y me da un ramo de rosas.

Cada vez que recuerdo aquel momento en el que creí perderle...

{Lara se levanta y se dispone a segirme cuando aparece Lucifer.

-Querida, el contrato se ha cumplido con éxito para ambos. Me sonríe.

-Solo quiero irme. Consigo decirle.

-Por cierto, creo que he saldado mi deuda contigo. Termina de decirme.

-¿Qué deuda? Pregunto extrañada pero sin dejar de llorar.

-Pensé: ¿Qué le puedo dar a cambio de haberme avisado de aquella chica...? Me pareció suficiente haber salvado la vida de tu guapo marido. Termina de decir y yo me quedo paralizada y boquiabierta.

Lucifer chasquea los dedos y de un portal verde sale Dylan.

-Conseguí quitarle el explosivo a tiempo pero cuando lo llevé a mi casa me costó convencerlo de que era amigo tuyo. Se pasa la mano por la barbilla como si le hubieran golpeado.

-No es posible, ¿y los trozos? Balbucea Lara.

-Si algo sobra en el infierno son cadáveres de demonios. Se ríe.

Me lanzo como loca a por mi bestia y le toco para asegurarme que está vivo, luego le doy dos o tres puñetazos.

-Estúpida bestia, ¿Cómo puede haberte engañado una humana? ¡Casi te mueres! Le grito y le golpeo.

-Yo también te quiero, diablita. Dice con su perfecta sonrisa que pensaba que no volvería a ver nunca más.

Dylan seca mis lágrimas con sus dedos y me abraza.
Yo me impregno de su aroma.

-Gracias. Le digo al demonio y le doy un puñetazo en el hombro. Podrías haberlo devuelto antes. Le regaño.

-Como ya te dije, lo bueno se hace esperar. Se ríe y desaparece.

Dylan pasa su mirada por mi hermana y esta agacha la cabeza.
-Lo lamento mucho. Susurra arrepentida.

-Vamos a casa, tengo hambre. Dice mi lobo sonriente y comenzamos a caminar, pero mi hermana no se inmuta.
Me detengo y me doy la vuelta.

-Lara no te quedes atrás. Le ordeno y le lanzo mi sudadera para que se tape.

Ella solo la coje, sonríe y me obedece.}

Dylan vuela hasta Charlotte y la levanta en brazos para zarandearla un poco. Mi preciosa niña, de pelo castaño y ojos marrones intensos como los de mi lobo, se ríe por los juegos de su padre.
Por el contrario, Jusper tiene mis ojos verdes y el pelo negro, aunque todavía es un bebe y quizas cambie un poco su rostro al crecer.

Aparece Lucifer y se sienta a mi lado.
-Le he traído esto. Saca un chupete con unos cuernos dibujados en él y un peluche rosa de una niña con colmillos.

-¿Eso es para mí? Pregunta ilusionada Charlotte y mi amigo, ahora el sustituto de su muerto padre, asiente. Gracias. Dice y le besa la mejilla.

Corre hacia Dylan con el peluche en alto.
-Mira papá.

-¿Eres feliz? Me pregunta el demonio.

Veamos, mi familia está al completo, vivo descalza en la selva, los cuatro clanes ahora me tienen por intocable y jefa tras la muerte de mi padre, El Demonio es mi amigo y aliado,...
-No podría vivir en otro futuro. Respondo sonriente.

Quizás el destino me depare nuevas amenazas pero, no renunciaré a lo que tengo ahora.

Si conoces mi historia y vienes a por mi debes saber que soy muy difícil de matar.
Si me cabreas serás..."BIENVENIDO AL INFIERNO".