Capítulo 33

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Acabamos de llegar a casa y tengo que ducharme y prepararme para asistir a clase. Hemos vuelto andando, ya no había prisa, además de noche no hay muchos transportes y es raro ir con un lobo como mascota.
Cojo las llaves y la mochila.

-Lilith. Me detiene Dylan. Quiero que sepas que haré lo que haga falta por estar contigo hasta que tu cambies de idea.

Es lo más bonito que me han dicho nunca. Sería capaz de dejarme ir con otro para ser feliz. Pero ahora mismo yo no quiero estar con nadie más.

-¡Qué tonto eres! Me acerco a él y le doy un casto beso en los labios. Adiós peludito. Y me voy.

Llego al colegio y entro en clase cinco minutos tarde.

-Señorita Hall, no me gusta la gente inpuntual. Me advierte la profesora.

Yo solo me siento y observo la profunda mirada de enfado de Jason hacia mí. Con todo lo sucedido se me olvidó por completo que tenía que hablar con ese descarado.
Desvío mi mirada hacia Kate, que aunque es muy raro, se encuentra callada.

-¿Qué te pasa? ¿Te ha comido la lengua Salem? Le sonrío y veo una base de maquillaje en su mejilla derecha. Kate, ¿qué te ha pasado? Ahora estoy muy seria.

-Nada, me dí al abrir la taquilla. No sabe mentir.

-Dímelo o se lo diré a tus padres. Ella abre mucho los ojos.

- Es que...Jason me paró ayer a la salida y me pregunto porque no habías venido. Deja caer una lágrima mientras se mira las manos.

Estoy muy furiosa. ¿Cómo ha sido capaz de pegarle a mi amiga? No sé quién se cree o que derechos piensa que tiene sobre mí, pero está muy equivocado si piensa que se saldrá de rositas. Haré que se acuerde de mí toda su vida.

Suena el timbre del recreo y me dirijo al servicio de las chicas, sé que Jason me sigue y entra detrás mía.

-¡Dijiste que hablaríamos y no viniste! Me grita furioso.

-Te lo dejaré bien clarito: tú y yo no somos nada y no volverás a hacercarte a Kate. Lo convenzo.

Aparece del interior de una cabina individual del baño Juan.

-Espero que no te importe pero le he invitado a venir. Le digo señalando al novio de mi amiga.

Jason me mira como si le hubiera traicionado y yo le convenzo de que no se defienda.

-Te voy a quitar las ganas de vover a pegarle a una chica y mucho menos a mi chica, grandísimo hijo de puta. Juan se lanza sobre él y lo tira al suelo quedando a horcajadas de Jason. Mi amigo le da un puñetazo tras otro, hasta que se cansa.
Juan se levanta, le da dos patadas en el estómago y yo me hacerco a al ya malherido imbécil para asegurarme de que no dirá a nadie quién le ha pegado.
Después salgo con mi amigo que todavía tiene los puños rojos por el esfuerzo y con alguna gota de sangre. Le doy un pañuelo para que se limpie y el día acaba con normalidad.
Excepto porque una ambulancia vino a recoger a Jason cuando dos niñas lo encontraron en el baño.
Por mucho que le preguntaron por lo ocurrido, él solo ha dicho que "se dió un golpe al abrir su taquilla", tal y como yo le aconsejé, ¿o se lo ordené? Que más da, lo importante es que no delatará a Juan.

Llego a casa y encuentro al gato colgado de una cuerda atada a la lámpara del techo. Suelto un suspiro de resignación y lo descuelgo, dejando que se recupere en el sofá.

-¡Dylan! Lo llamo a gritos. Da la cara pedazo de bruto.

Voy a la cocina y veo una nota en la nevera: "estoy en el restaurante, el felino no se estaba quieto. Perdón".

Estoy cansada de salvar a mi minino de las garras de mi "familia".
¿Cómo pretende que le haga caso Salem? Lo más didáctico que he aprendido de esta bola de pelo negro azabache es que son mascotas libres, independientes.
Están contigo porque quieren, no porque te necesiten.
Claro que, le tengo que controlar un poco, nadie debe de saber que es inmortal.

Cierro la casa y salgo en busca de Kate. La he invitado a almorzar en el restaurante donde trabaja Dylan.

-¡Dios! Esto está buenísimo. Dice con la boca llena de canelones de carne, verdura y queso. Que mal que te duela la barriga. Me dice con lástima.

Yo no lo siento tanto, toda la comida humana está asquerosa para mi gusto.

-Veo que te gusta Kate. Se acerca servicial mi "primo lejano" y también maltratador animal.

Kate solo asiente sonriente.

Mi amiga dice que ha soñado con Dylan pero que ella quiere con locura a Juan y no lo cambiaría por nada del mundo.
Antes de pagar vemos entrar a Stuart y a Lee. Parece que al fin una chica le corresponde. Kate está boquiabierta.

-Vamos anda, he terminado mi turno. Dice Dylan mientras nos empuja hasta fuera.
Me encanta como le queda el uniforme.

Acompañamos a Kate a su casa y nos dirijimos a la nuestra luego.

Bienvenida Al InfiernoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt