Capítulo 55

2K 240 13
                                    

Me subo al borde de la ventana que hay en esta habitación y sin mirar abajo siquiera doy un salto para bajar rápidamente de este castillos. Solo tardo unos segundos en alcanzar la superficie del suelo con mis pies que consiguen mantener el equilibrio.

-¡¡¡Dylan!!! Grito con todas mis fuerzas.

Pero él no responde.
Cierro los ojos y lo rastreo con el olfato...¡Por allí!
Salgo corriendo cuando una explosión suena en los alrededores dejando ver un aura blanca en esa zona.
Nunca había volado tan rápido y cuando estoy llegando al lugar me paro de golpe.
Me quedo paralizaza y mi rostro muestra una duda increíble.

-¿Quien eres tú? Consigo decir.

La silueta que cada vez se acerca a mí es una chica idéntica a mí en todos los rasgos físicos.

-Por fin nos conocemos, hermanita. Me dice y parece como si hablara yo sola porque su voz también es igual a la mía.

-Tú eres Lara, ¿dónde está Dylan?

-Ese chucho apestoso cayó en mi trampa por unos momentos, pero me faltó estar embarazada para que no notara la diferencia.
De todas Maneras, para cuando se dió cuenta ya tenía el explosivo encima y solo tuve que alejarme.
¿Dónde está? Pues allí. Comienza a señalar distintas zonas con el dedo. Ahí, más alla, sus restos están desperdigados por todas partes. Se ríe.

Una presión me oprime fuertemente el pecho y comienza a temblarme el cuerpo cuando me llevo la mano a la boca para intentar que mis emociones no salgan todavía, no hasta que mate a esta infeliz.

-Sé lo que estás pensado, quieres matarme, pero no podrás porque me han adiestrado como cazavampiros. Dice orgullosa y altanera.

-No pensaba matarte ahora, sino torturarte maldita zorra. Le grito y me lanzo a por ella.

Es fuerte luchando y tiene buenos reflejos pero a los pocos minutos se da cuenta de que no podrá matarme solo con eso y se asusta.
Lo siguiente que veo es su espalda porque sale corriendo.

-No somos tan iguales...yo prefiero morir antes que huir como una cobarde. Le digo alcanzándola.

Solo es una humana que se creía con la fuerza de un vampiro.
La agarro del pelo y me la llevo arrastras a un abrebadero de animales que encuentro mientras ella no para de patalear.
Intruduzco su cabeza en el agua sucia y cuando se zarandea menos la saco para que recupere el aliento. Repito eso una y otra vez.
Luego le quito la camiseta arrancándola con mis uñas y cojo un latigo para caballos de un establo.

-Puede que no lo supieras pero, le doy un latigazo. Dylan era lo mejor de mi vida. Otro latigazo y otro chillido por su parte.

-¡Para, por dios! Grita mientras la golpeo.La culpa fue tuya. Dice entre sollozos. ¿Si solo hubieras venido por mí, si solo te hubieras interesado por mí... No termina la frase porque empieza a llorar y yo suelto el latigo.

-¿Cómo querías que supiera de tu existencia, si ni siquiera tenía claro la mía? Le grito.

-Padre me dijo que te fuiste y me abandonaste. Se detiebe un instante. Shana me pegaba todas las noches porque no tenía su sangre. Decían que tu eras especial.

-Ese no era mi padre. Digo con cara de asco.

-Una noche me dijo que eras una desobediente que solo querías matarle y que mi deber era protegerle.

Quiero matarla con todo lo que encuentre y hacerla sufrir por la muerte de mi hermoso lobo pero...eso no me lo devolverá.
Ella solo ha sido otra víctima de Wilson y no la mataré porque eso es lo que hubiera querido él.

Camino unos pasos y me caigo de rodillas al encontrarme pedazos de un cuerpo esparcido, dejando escapar todo el agua que hay en mi interior en forma de lágrimas.
Mi querido Dylan, el único que estuvo conmigo hasta el final, sin mentiras. Todos los recuerdos se amontonan en mi cabeza y pasan como una grande y hermosa película en la que el final es una apestosa mierda: cuando le salvé la vida, cuando le dí el primer puñetazo por verme desnuda (sonrió ante el recuerdo), nuestros juegos, nuestro primer beso, su cara de enfado cuando alguien me hacía algo, la primera vez que hicimos el amor, su sonrisa juguetona, sus votos en nuestra boda, la sensacion de protección que tenía al dormir entre sus brazos, sus carnosos labios y sobre todo sus ojos, benditos ojos que con una mirada me hacian feliz, esos ojos intensos que intimidaban a todo enemigo y a mí me hacian temblar de placer.
Apoyo mis manos en la sucia tierra y la agarro con mis puños pero se me escapa la arena entre los dedos, igual que se me escapó la vida de Dylan.
Lara se acerca a mí por detrás y me coloca una mano en el hombro para intentar consolarme.

-Lo siento, Lilith, te juro que lo siento. Me repite pero ya es tarde para lamentaciones.

Lloro desconsolada y no puedo evitar pensar en el futuro que ya no tendremos, mi hijo no conocerá a su padre. Hubiera sido un padre estupendo...¡el mejor!
"Charlotte si es niña y Jusper si es niño" me dijo un día... y así será.

Me pongo de pié y me seco las lágrimas, en vano porque sigo llorando.
-Levanta, nos vamos a casa. Le digo a mi gemela, que me mira con asombro y hace lo que le ordeno con dificultad por las heridas que le he causado.

Tengo que acostumbrarme a vivir sin él y ella ahora solo me tiene a mí, estoy segura de que Dylan no me dejaría abandonarla.

Miro al cielo, la luna está enorme y parece que llore conmigo. Ahora me gustaría abrazarla y decirle "te entiendo". Las dos tenemos un gran amor, pero el destino nos lo ha arrebatado y ahora estamos solas...

Bienvenida Al InfiernoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang