30. Preguntas

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CHASE

Salí con Cintia de la habitación y la miré enojado, a lo que ella miró al suelo.

—Perdóname —susurró, su voz era apenas audible —. Perdóname, Chase.

—No entiendo que conseguías en hacerle daño a Jade —admití —. Se supone que son mejores amigas, Cintia. ¿Qué clase de amiga hace eso?

—Estoy celosa, lo siento —susurró, esta vez mirándome a los ojos —. Siento que te he perdido, y todo es por Jade. Tú eras mi mejor amigo, ¿recuerdas? Siempre estábamos juntos y ahora todo lo haces con ella.

—Tú y yo dejamos de ser mejores amigos hace mucho tiempo con lo de Jessica. Más de dos años —dije, alzándome de hombros —. Y eso no justifica lo que acabas de ocasionar.

—Lo siento. Es solo que... —Dio un suspiro y me miró —, siempre he estado celosa de Jade. Tiene algo que de verdad me importa.

— ¿Qué tiene ella que tú no? —pregunté confundido.

No estaba entiendo el porqué de los celos de Cintia. Lo único que sabía era que no justificaba nada de lo que había hecho. Maya y Jade jamás habían tenido una pelea, y eso se había roto gracias a ella.

—Tu amor. —Mis ojos y los de ella se conectaron y pude ver lágrimas en los de ella.

Fue entonces en el que me besó.

Fue un beso corto, el cual me sorprendió. Ella luego salió corriendo, dejándome muy confundido. Miré hacia dónde ella estaba yendo y suspiré frustrado. Nunca sabía qué hacer y a quién elegir.

Volteé hacia el otro encontrándome con Jade, quien me miraba con una sonrisa tristona.

—Hey, no...

—No te preocupes, estoy bien —susurró, avanzando hacia mí —. Lo que me preocupa es si tú estás bien.

Me miró con ambas cejas alzadas y yo negué mirando al suelo. Subió mi barbilla haciendo la mirara. Sus ojos cafés me miraban expectantes a lo que yo rodeé su cuerpo con mis brazos, atrayéndola a mí.

— ¿Es verdad? —La miré confundido y ella miró a otro lado —. ¿Es verdad que yo tengo tu amor?

Tomé su rostro entre mis manos y asentí varias veces, a lo que las comisuras de sus labios comenzaron a batallar para sonreír. Me incliné y junté nuestros labios en un delicado beso.

—Prométeme que a pesar de todo, siempre vas a estar conmigo —susurró.

—Te lo juro.

Asintió para luego abrazarme, escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello. Ambos entramos a su habitación en la cual estaban Daniela y Diego, conversando.

— ¿Qué sucedió con Cintia?

Después de contarles todo lo sucedido, ellos asintieron confundidos. Se fueron al rato y me dejaron a solas con la castaña, quien se echó en su cama.

— ¿Cómo de un momento a otro todo esto comenzó a sucedernos? —preguntó, a lo que yo me arrodillé al lado de la cama. Se levantó y me miró a los ojos —. ¿Qué sucede? ¿Por qué nos pasan estas cosas?

—No lo sé —admití, sonriéndole —. Pero lo que sí sé, es que estoy perdidamente enamorado de ti, y eso, nada ni nadie lo va a poder cambiar.

Ella sonrió para luego besarme, haciéndome sonreír. Jade y yo estábamos juntos, y eso era lo más importante para mí en aquellos momentos.

Tobias entró a la habitación unos minutos después, preguntando por cómo estaba su hermana. Decidí salir del lugar y darles su espacio. Fui a ver a mi hermana a su habitación, teníamos una conversación pendiente.

Enamorado de mi Mejor Amiga ©Where stories live. Discover now