Enamorado de mi Mejor Amiga ©

36. Nueva Pareja

JADE

Tragué saliva con fuerza mientras negaba, aun teniéndolo cerca de mí. Él no podía pedirme aquello, no podía y simplemente no iba a aceptar.

—Tú estás mal de la cabeza —le comenté alejándome, haciéndolo reír —. ¡No le pienso hacer eso a May!

—Hey, te hago acordar que nosotros somos pareja en esto del vídeo de imitación —me dijo, haciéndome rodar los ojos —. Y el vídeo de nuestra canción no es el más alejado que digamos.

—Maldita la hora en que sugerí Closer —dije, haciéndolo reír.

—Entonces... —Volvió a acercarse y entrelazó nuestras manos —. ¿Me ayudarás? Eres mi mejor amiga, no puedes decir que no.

—Eh, sí, sí puedo —le aseguré, haciéndolo sonreír.

La puerta comenzó a abrirse y fue donde Diego me acercó mucho más a él, para luego darme un beso en la frente justo en el momento exacto en que Maya entraba a la habitación.

Lo mataría, lo haría quedarse sin descendencia.

— ¿Me estoy perdiendo de algo? —preguntó Maya, a lo que Diego se alejó un poco de mí, aun abrazándome.

— ¡Oh! Hola —comentó Diego, haciendo cómo si nada sucediera. Se giró a verme —. Voy a estar con Chase, ¿sí? Luego vengo para echarnos a dormir juntos. —Depositó un beso en mi frente y me sonrió. Juraba dejarlo sin descendencia —. Te quiero.

Salió de la habitación dejando Maya con la boca abierta. Simplemente sonreí y me alcé de hombros nerviosa. Mi amiga solamente me miraba sorprendida, era como si un ataque le iba a dar.

—Oh, tú me vas a contar todo esto.

DIEGO

— ¡Dos más dos son cuatro! —comenté emocionado, mientras que Jade solamente reía asintiendo —. Oh por Dios, he descubierto algo que Einstein no.

—Al parecer —asintió, para luego depositar un beso en mi nariz.

Chase me miró enojado mientras que apretaba sus puños. No estaba de acuerdo con la idea de sacarle celos a Maya con Jade, pero no me quedaba de otra. La rubia tenía que aprender una lección. La castaña es demasiado buena y nunca dejaría de ayudarme a pesar de Maya.

—Créeme que te haré pagar esto muy caro, rubio —me advirtió, haciéndome sonreír.

Todos estábamos en una fiesta. La calle en la que yo vivía organizaba una fiesta cada viernes, así que decidí traer a todos los chicos a pasar un buen rato.

Una canción de Romeo Santos comenzó a sonar por la radio y sonreí mientras tomaba la mano de mi amiga. Nos dirigí a ambos al medio de la calle en donde todas las demás personas estaban bailando. Jade negó entre risas para luego ponerse en posición.

— ¿Y si te invito una copa, y me acerco a tu boca? —canté en su oído, haciéndole reír —. ¿Qué dirías si esta noche te seduzco en mi coche? ¿Qué se empañen los vidrios y la regla es que goces? —Jade solo reía sin parar —. ¿Si te falto el respeto y luego culpo al alcohol? ¿Si levanto tu falta me darías el derecho a medir tu sensatez, poner en juego tu cuerpo?

—Es una propuesta muy indecente —me aseguró, haciéndome reír.

—Gracias por no haberle dicho nada a Maya —dije, sonriéndole —. Todavía no puedo creer que de verdad creyera que tú y yo estamos saliendo.

— ¡No! Yo le dije que estábamos intentando algo más. Lo único que ella dijo fue que no estaba de acuerdo, pero que nos deseaba lo mejor —me aclaró, apuntándome con un dedo —. Sé muy bien que estaba celosa, podía verlo en sus ojos.

— ¿Seguirás ayudándome entonces?

Ella rodó los ojos con una sonrisa en los labios, haciendo que yo la abrazara. Jade era mi mejor amiga y siempre podía contar con su apoyo incondicional. Aunque ella no me lo dijera, yo sabía que me apoyaría a mí antes de apoyar a Maya, debido a que ella y yo tenemos una conexión desde el comienzo y fuimos mejores amigos mucho antes de que ella lo fuera de la rubia.

—Una aventura es más divertida si huele a peligro —canté, haciéndole reír.

—Claro que sí —se alzó de hombros para luego hacer que pusiera mis manos en su cintura —. Maya nos está mirando, sabes muy bien lo que tienes que hacer.

Alcé ambas cejas confundido y fue entonces dónde reí, entiendo a qué se refería. Seguí moviéndome con ella alrededor de la calle mientras la canción de Romeo seguía sonando por los parlantes.

—Diego, no entiendo. Pensé que Maya descubriría que esto es una trampa. —Alcé ambas cejas confundido —. Quiero decir, tú y yo somos mejores amigos. Jamás, nada de nada.

—Exacto, pero sé que los celos de Maya no le dejarán ver aquello —le aseguré, haciéndole reír —. Ahí vienen, tú solo sigue riendo. —Jade siempre reía, y lo hacía de verdad, así que no tenía problema en aquello.

— ¡Romeo ha puesto el ambiente hoy en día! —comentó Leo, bailando. Todos los demás se nos quedaron mirando entre risas —. ¡Venga, todos bailemos! ¡La regla es que gocen, eh!

De un momento a otro, todos estaban bailando a nuestro alrededor. Daniela bailaba con Chase, a lo que pude ver la cara de enojo de Brandon. Sabía que no estaba enojado con nuestro amigo, si no con Daniela por provocarlo.

— ¿Bailamos bachata?

—Ni de modo que esto sea salsa —dijo Adam, a lo que todos comenzamos a reír.

— ¡Eso dice la canción, idiota! —dije, a lo que él rió.

Todos estábamos bailando (incluso Tyler, quien no sabía hacerlo) y debo admitir que estaba pasándola muy bien. Chase le mandaba miradas fulminantes a la castaña, quien solamente me abrazaba a mí.

— ¡Yo quiero un beso de la nueva pareja! —comentó Leo, señalándonos a Jade y a mí.

Oh, oh.

No es que me incomodara la idea de besar a Jade. Ambos éramos mejores amigos y teníamos las cosas claras entre nosotras. El asunto era que Chase no tenía eso en claro, y su cara me lo dijo todo.

—Leo...

— ¡Se supone que son algo! ¿Verdad, Dieguito? —Fulminé a Maya con la mirada —. Anda, bésala.

Estaba a punto de negarme pero entonces fue Jade quien me jaló hacia ella, para juntar sus labios con los míos.