54. ¿Me extrañaste?

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CHASE

—Señor Efron, ¿sucede un problema? —Mi mirada se dirigió a la profesora Jude, quién me miraba con ambas cejas alzadas.

Negué con una sonrisa y ella me miró confundida. Mi cara debía de ser un libro de emociones, no entendía cómo demonios había asistido a clases si no me sentía bien.

El día estaba gris, las nubes llenas de agua tapaban el sol mientras que el aire fresco se alzaba a todas las personas en su camino, haciendo que perdieran sus papeles o páginas de libros. Salí del salón y acomodé mi bufanda alrededor de mi nariz, mientras que caminaba hacia el edificio en que se encontraba mi dormitorio.

Cuando llegué, Brandon estaba echado en su cama, durmiendo plácidamente con la cabeza recostada sobre su almohada. Tenía mucha suerte de que lo hubieran puesto cómo mi compañero de habitación en vez de a un desconocido. Me eché en mi cama después de poner mis cosas en su sitio y tomé mi teléfono para ver los mensajes que tenía.

Mi celular comenzó a hacer el sonido que me informaba que tenía una videollamada entrante. Suspiré y contesté con una sonrisa al ver que era Jade. Esto era lo único que me iba a alegrar el día: tener una larga y cálida conversación con mi mejor amiga, la única mujer que al parecer me entendía.

Leslie y yo habíamos terminado gracias a uno de sus arranques de celos. Según ella, yo le estaba coqueteando a Emma y que sabía que le estaba siendo infiel con ella. Después de una larga plática sobre que la pelirroja es la novia de uno de mis mejores amigos, empezamos a gritarnos hasta que puse punto final a nuestra relación.

Si hay algo que no puedo aguantar, es a las mujeres celosas. Quiero decir, sí yo estoy con una mujer es por algo, ¿verdad? Si quisiera estar con varias mujeres, simplemente me quedaría soltero para no tener ningún remordimiento de que estoy engañando a otra persona que me ama.

—Hola, castaña —sonreí al verla en la cámara.

Su pequeña nariz estaba roja, mostrando efectos de una constipación. Una taza de chocolate caliente estaba posada en sus manos mientras que la veía cubierta por ropa en todos lados. Tenía un suéter desgastado verdoso que definitivamente no era de ella, debido a que era diez tallas más grande de lo que ella usaría. Sus piernas estaban cubiertas por un pantalón de algodón negro y el cabello lo tenía recogido en un moño rebelde.

Sus gafas se alzaron cuando me ofreció una sonrisa. Su pálida cara parecía obtener rubor cuando tomó un sorbo de su bebida caliente.

— ¿Qué hay de nuevo, Efron? —Estaba afónica, lo cual me robó una risita.

—Todo bien, cuéntame, ¿por qué suenas cómo si te estuvieras muriendo?

—Eso es por qué me estoy muriendo —asintió varias veces con los labios fruncidos, haciéndome reír por lo bajo —. Lo digo en serio, el profesor no podía escucharme responder las preguntas de su clase gracias a esta bendita gripe.

—Yo tampoco te escucho muy bien —bromeé, a lo que ella me sacó la lengua, haciéndola ver adorable —. ¿Dónde están Diego y Tobias? ¿O Summer? Pensé que ellos te iban a cuidar.

—Estaban aquí hace unos cuántos minutos, pero los mandé a hacer algo productivo por su vida en vez de que me estén mirando cada vez que me soplo los mocos. —Ésta vez no pude reír, a lo que ella sonrió tomando un sorbo de su chocolate —. Han ido a comer algo, luego regresan.

— ¿Estás...? —No pude terminar mi pregunta gracias a que una voz masculina me interrumpió.

— ¿Bebé, quieres más chocolate? —Alcé una ceja mientras al escucharla el sobrenombre.

—Sí, por favor. —El chico se acercó a Jade y fue como un balde de agua fría verla darle un beso rápido —. ¡Will! Déjame presentarte a mi mejor amigo, Chase. Rubio, él es mi casi-novio, William.

¿Dije balde de agua fría? Bueno, en aquel momento miles de piedras me cayeron a la cabeza. Jade tenía novio, había conseguido a alguien más, y mis celos no lo podían soportar.

—Los felicito, creo —comenté, frunciendo el ceño —. Un gusto conocerte, Will.

Debería ser actor.

—El gusto es mío, Chase —me sonrió, sus ojos verdes regresaron a la castaña —. Iré a traer más chocolate, ¿bien? —Ella asintió y después de depositar un último beso en sus labios se fue.

Se sentía raro ver a alguien más besar sus labios de la manera en que yo solía hacerlo. Me sentía incómodo, esa era la palabra que mejor describía como me estaba sintiendo en aquel momento. Jade simplemente me ofreció una sonrisa y se limpió la nariz con un pañuelo.

—No me has contado de este chico —le reproché tratando de sonar divertido, pero el enojo en mi voz me delataba.

—Todo recién ha comenzado —se alzó de hombros —. Ambos estamos tratando de ir despacio, así que bromeamos con eso de casi-novios.

— ¿Le darás una oportunidad de ser novios completamente si te lo pide?

Las palabras se quedaron en el aire por varios minutos mientras que Jade me miraba atentamente, a lo que yo quería tirarme de un barranco por no haber mantenido mi boca cerrada.

—No lo sé, recién nos estamos conociendo, Chase —me sonrió, limpiándose la nariz —. ¿Cómo va todo con Leslie?

—Leslie y yo ya no estamos juntos.

JADE

No voy a negar que me dio un brinco de alegría al corazón cuando me contó sobre el motivo del por qué había terminado su relación con la rubia.

Tampoco voy a negar que todavía estaba enamorada de él, por más estúpido que suene. Hey, era una adolescente y no me puedes culpar por creer en el rollo del amor eterno, ¿o sí?

William y yo llevábamos intentándolo una semana, y las cosas estaban yendo muy bien a decir verdad, pero Chase había vuelto a entrar en mí vida con fuerza, reviviendo miles de emociones que pensé muertas.

Estaba cien por ciento segura de que él también me extrañaba y que sentía cosas por mí debido a su reacción ante la presentación que le di a William. Su cara me dijo miles de cosas que su boca no, así que no pude evitar sonreír al verlo celoso.

Abrí mi computadora portátil y comencé a escribirle una carta a mis padres. Estaba concentrada en ello cuando Summer entró a nuestra habitación de manera acelerada.

— ¿Qué sucede, morocha? —le pregunté, a lo que los ojos miel de Summer se conectaron con los míos.

— ¡Afuera está un chico demasiado guapo preguntando por ti! —exclamó, emocionada.

— ¿Qué? ¿Un chico guapo? Dime que es Justin Bieber.

Abrí la puerta y mis ojos se abrieron al verlo mirándome con una sonrisa en los labios. Mi corazón latía a mil por segundo y la confusión en mi rostro era notable. Poco a poco empecé a sonreír y solté una risita para rodearlo con mis brazos, a lo que él comenzó a darme vueltas por el aire.

— ¡Estás aquí! —solté entre risas, provocando las suyas.

—He venido a ver a mi castaña favorita —me sonrió, depositando un beso en mi frente —. ¿Me extrañaste?

—Demasiado, Chase.

Enamorado de mi Mejor Amiga ©Where stories live. Discover now