Enamorado de mi Mejor Amiga ©

37. Feliz Navidad

CHASE

Aquel beso pasó mi límite, en serio lo hizo y algo en mí se encendió. Estaba odiando verlos juntos, simplemente no aguantaba la idea.

A pesar de que sabía que ellos no estaban juntos, no podía evitar sentir celos. Jade se veía tan feliz al lado de Diego, que no podía soportarlo.

De un momento a otro mi hermana se quedó petrificada en su lugar. Pude ver en sus ojos los celos y la tristeza combinados en un solo sentimiento. En cierta parte, ella merecía una lección por no haber valorado a mi amigo.

—Bueno, suficiente demostración —dijo Leo entre risas, mientras me miraba alzando ambas cejas —. Bien, sigamos con esta fiesta.

Después de dos horas todos regresamos al hotel. Me despedí de mis amigos para luego caminar hacia mi habitación con Daniela. Ella seguía sin hablarse con Brandon, lo cual comenzó a irritarme de cierta manera.

Quería salir a dar una vuelta y tomar aire fresco. Caminé hacia la piscina encontrándome con Jade, quien estaba sentada en una de las sillas. Miraba hacia la luna con una sonrisa en sus labios, y eso me hizo sonreír. Me maldecía por todavía no tener las agallas suficientes y hablarle sobre lo que vi con Joshua.

— ¿Jade? —Ella me volteó a ver y sonrió —. Necesito hablar urgentemente contigo.

—Claro. ¿Qué sucede?

—Te vi besándote con Joshua. —Las palabras salieron de mi boca antes de poder evitarlas, a lo que ella abrió los ojos.

— ¿Viste eso? —Asentí mientras me cruzaba de brazos, mi enojo era muy notable en mi rostro —. ¿Es por eso que estás distante conmigo?

— ¿Cómo debo reaccionar? ¿Quieres que te hable de lo más normal cuando yo estoy aquí muriéndome de celos? —pregunté, enojado.

—Chase...

— ¡No! Yo quiero que tú me des una explicación —exigí —. ¿Tú sí te puedes molestar por una fotografía pero yo no puedo?

— ¡Joshua me besó a mí! Yo le dije que no iba a ver nada entre nosotros jamás —respondió, cruzándose de brazos —. ¿Sabes por qué? Por qué lamentablemente estoy enamorada de ti.

Cuando dijo aquello, sin pensarlo dos veces puse mi mano en su nuca y la atraje a mí de manera brusca, para luego estrellar mis labios con los suyos. Sentía cómo sus labios se movían con los míos, con fuerza y precisión.

Mordí su labio inferior para no separarnos por completo y ella sonrió al verme hacerlo. Apoyé mi frente sobre la suya, mirándola a los ojos.

— ¿No hay nada?

—Nada. Yo te quiero solamente a ti —susurró, a lo que yo la abracé.

Entonces me acordé del rubio de mi amigo. Ellos "supuestamente" estaban en algo ante los ojos de mi hermana.

— ¿Qué con Diego?

DIEGO

— ¡Quiero entrar al baño, Jadeline Lancaster! —grité, a lo que ella salió del baño.

La miré varias veces y me di cuenta de su ropa. Tenía una sudadera amarilla diez veces más grande que su talla regular y unos jeans rasgados. Su cabello estaba en un moño desordenado y una bandana negra estaba alrededor de este. Sus ojos eran adornados por sus gafas y tuve que parpadear varias veces al verla.

— ¿Qué demonios estás usando? —pregunté, y ella rió.

—Mi ropa, sabes que nunca me he vestido sexy o guapa para una cena —se alzó de hombros.