39. Año Nuevo

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CHASE

—Amor, ¿ya estás lista? —Abrí mis ojos al verla con aquel vestido negro.

Al verlo reconocí que era de mi hermana, debido a que ya se lo había visto puesto en varias ocasiones. Pero jamás me había imaginado a Jade usando uno de aquel tipo.

—Jade... Te ves...

—Sé que me veo rara —comentó, enojada —. Maya me ha obligado a usarlo, según ella te iba a gustar. Dame dos segundos y me lo cambio, ¿bien?

Iba a entrar al baño pero la jalé hacia mí para juntar nuestros labios. ¿Qué si me gustaba el vestido? Me fascinaba. Se le veía mucho más hermosa que siempre.

—Me fascina —susurré, haciéndole sonrojar.

— ¿Entonces me lo quedo?

—Quédatelo, así puedo sacártelo yo después —comenté, a lo que ella abrió los ojos horrorizada.

Muy pocas veces le hacia aquel tipo de bromas a Jade. Ella no era de ese tipo de chicas que se reían con bromas pervertidas, así que a mí me daba gracia que se las tomara en serio.

—No es gracioso —me señaló, a lo que yo asentí varias veces entre risas —. ¡No lo es! —replicó, aunque ella también se estaba riendo.

— ¡Chicos! Ya nos vamos —nos informó Joshua, a lo que nosotros asentimos.

Íbamos a ir a la fiesta de año nuevo. Tomé la mano de mi castaña para luego bajar a la recepción, en donde se encontraban todos. Estábamos planeando ir a esta reunión desde hacía meses.

Cuando llegamos al lugar, este estaba repleto de gente. Mayormente gente de Cuba, quienes bailaban alrededor de la pista. Sin pensarlo dos veces, tomé la mano de Jade y nos guíe a la pista de baile, a lo que ella me miró divertida.

—Pensé que no te gustaba bailar —dijo, acomodando sus brazos alrededor de mi cuello.

—No me gusta, pero a ti sí, entonces, ¿por qué no tratar? —Sonreí para luego juntar nuestros labios, haciéndole sonreír.

Esos días con Jade habían sido los más felices que podía recordar. Ambos estábamos más unidos que nunca y todo era risas y diversión. Ella y yo no habíamos peleado ningún día después de que le pidiera que fuera mi novia oficialmente, lo cual era una idea agradable.

Sabía que no siempre iba a ser de esa manera, que ambos tendríamos nuestros altibajos como pareja. Pero, me encantaba que por el momento todo fuera felicidad entre nosotros.

— ¡Tengo una pequeña sorpresita! —cantó Leo, fingiendo estar ebrio.

Por ser menores de edad, ninguno de nosotros podía beber alcohol. Aunque no iba a negar que ya lo había probado antes. La primera vez que lo probé fue cuando tenía quince años y mi padre me ofreció un pequeño vaso para que probara. Quema la garganta, eso no lo puedo negar.

— ¿Cuál es tu sorpresa? —pregunté, alzando ambas cejas.

— ¡Mi sorpresa es que no tengo a nadie quien besar en año nuevo! —comentó, haciéndonos reír. Fue donde abrió los ojos —. Óiganme, es verdad. ¡Estoy muy solito!

—Solo búscate a una chica, conócela y luego bésala cuando sea año nuevo —comenté, alzándome de hombros.

—Sí, voy a hacer eso —dijo mi amigo, riéndose.

Varias personas bailaban al ritmo de una canción en español. Miré a Adam y mi amigo comenzó a reír al darse cuenta de mi cara.

—Cómo odio que tú seas latino y yo no —le comenté, haciéndole alzar ambas cejas.

—Tu mamá es peruana —me recordó, a lo que yo negué con la cabeza.

—Muy diferente es ser nacido en el país que tener descendencia de él —dije, y él alzó las manos en defensa —. Lo único que le entiendo a esta canción es gasolina.

—Ese es Daddy Yankee y su famosa gasolina —respondió Leo, alzándose de hombros.

— ¿Por qué se hace llamar papito?

Todos comenzaron a reír mientras que el tipo que se hace llamar papito comenzó a cantar rápidamente la canción. Jade solamente sonrió para luego acomodar sus brazos alrededor de mí cuello, abrazándome por detrás.

Mi móvil comenzó a sonar y me di cuenta que era Leslie. Salí del lugar para así poder escucharla y hablar mejor con ella.

—Les, ¿qué sucede?

—Tengo una sorpresa para ti por Navidad —alcé ambas cejas, confundido —. Mira arriba.

Cuando lo hice, mis labios se formaron en una sonrisa. Corrí hacia ella y rápidamente la rodeé con mis brazos, mientras varias risas salían de su boca.

— ¡No puedo creer que estés aquí! —exclamé, abrazándola más fuerte.

—Sabía que te gustaría mi sorpresa —sonrió, tomando mi rostro entre sus manos. Podía ver unas cuantas lágrimas en sus ojos a pesar de su sonrisa.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?

—Es solo... —suspiró —. No he dejado de pensar en ti y en Maya desde que los volví a ver. Especialmente en ti y creo que si yo no me hubiera ido, tú y yo seguiríamos juntos.

Sus palabras me tomaron por sorpresa, estaba muy nervioso por lo que me había dicho. Yo estaba con Jade, y estaba muy seguro que la amaba a ella en aquellos momentos. Pero, Leslie era una persona importante en mi vida y que ella me dijera algo así, prácticamente me movía todas las piezas del rompecabezas.

—Leslie...

—Lo lamento. Sé que estás con Jade y que tú la quieres, pero cada vez que los veo juntos no puedo evitar recordar que esa es la misma manera en la que tú solías mirarme a mí. —Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, a lo que yo seguía sin encontrar las palabras correctas que decirle.

Verás, este es el gran problema con los adolescentes. Somos muy dramáticos en todo lo que tiene que ver con el tema del amor. Y en aquel momento, estaba deseando con muchas ganas que Leslie no fuera tan dramática y yo tan estúpido.

—Leslie, lo de nosotros terminó hace tres años exactos —dije, s lo que ella asintió —. No te voy a negar que sí me dolió mucho cuando terminamos por qué te fuiste de aquí.

—Era algo que no podía controlar, se escapaba de mis manos.

—Y lo sé, y no te culpo por eso —le aseguré —. Pero ahora yo he encontrado a otra persona que me hace muy feliz, y esa persona es Jade, quien es mi novia.

— ¿La llegarás a querer tanto como a mí?

Bien, ella me estaba poniendo la situación muy difícil. Soy hombre, tengo derecho a decir estupideces ya que todos sabemos que los hombres podemos llegar a ser muy estúpidos algunas veces. Pero, yo no quería herir sus sentimientos, así que tan solo tenía que morderme la lengua y pensar en palabras adecuadas.

—El cariño que yo siento por ti, es muy diferente al que yo siento por Jade. —Ella asintió —. Pero yo siempre te voy a querer Leslie, siempre voy a estar contigo cuando me necesites, ¿sabes por qué? Por qué eres una persona muy importante en mi vida, y no importa si tengo que pelearme con Jade por ti, eres mi amiga y me importas.

Ella sonrió para luego rodearme con sus brazos, envolviéndome en otro abrazo. Cuando nos soltamos, ambos nos volteamos para entrar a la fiesta.

Lo único que me detuvo fue el hecho de Jade estaba parada en la puerta con Maya.

Enamorado de mi Mejor Amiga ©Where stories live. Discover now