62. Aclaraciones

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JADE

Cuando Will entró a la habitación, y esquivé su mirada. Sabía que tenía que darle tiempo para que me explicara, pero no me sentía lista todavía para hacerlo.

— ¿Jade? —preguntó, y yo lo miré con odio.

— ¿Qué quieres? —pregunté, y sentí como las lágrimas volvían a mis ojos.

—Jade... —Se sentó a mi lado y trató de tomarme la mano, aunque yo lo alejé —. Te amo, ¿lo sabes, verdad?

—No, no lo se —dije, y pude ver el dolor en sus ojos.

Sabía que lo mataba cuando era indiferente, pero él se había buscado todo este problema. Todavía seguía demasiado asustada por todo lo sucedido, casi había perdido a mi bebé.

—Jade, Lucero me besó a mí, no yo a ella —me aseguró, a lo que yo negué —. Tienes que creerme, por favor.

— ¿Qué sí no? —pregunté, mirándolo a los ojos —. ¿Qué tal si no quiero perdonarte? ¿Qué harías?

— ¿Que haría? —susurró, alzando una ceja —. Haría de todo.

—William, yo ya no quiero tener nada contigo —aseguré, y él asintió dolido —. ¿Sabes por qué? Por qué la persona que te lo hace una vez, te lo vuelve a ser.

—Jade, yo no soy así —me aseguró, tratando de tomar mi mano. La alejé de él —. Te juro por lo que más quieras, yo no besé a Beatriz.

—Nunca, jamás, vuelvas a jurar por Alexander, ¿entendido? Y menos, si es en vano —pedí, y él me miró enojado.

—No es solo tu hijo, es nuestro.

—No es nuestro, es mío —gruñí.

No le iba a permitir que se metiera con mi hijo, y que mucho menos esa arquitecta con la que estaba lo viera.

—Sin mí, tú no estarías embarazada —espetó, enojado.

—Te equivocas, sin ti, claro que estaría embarazada —dije segura, a lo que él me miró con el ceño fruncido —. Estaría embarazada de Chase.

Sus ojos se hicieron dos líneas gracias a mi comentario. No le gustaba cuando lo comparaba con mi mejor amigo, pero muy dentro de mí, yo quería hacerlo sufrir de aquella manera.

— ¿De Chase? Entiendo, ¿de quién te terminó dos veces? —preguntó, y sentí como si un puñal me hubiera sido clavado —. Que bien que pienses eso.

—Tú no sabes aquello —susurré.

—Claro que lo sé, me he tomado la molestia de preguntarlo —admitió, a lo que mis cejas se alzaron —. Me he tomado la molestia de averiguar todo sobre ti Jade, por qué se supone que eso hacen las personas que se aman, tratan de tener todo en común con el otro.

—Una cosa es amar, y otra cosa es ser obsesivo —comenté. Su risa invadió la habitación —. ¿Qué es gracioso?

— ¿Sabes qué Jade? No tengo por que estar aguantando esto —susurró, haciéndome abrir los ojos —. No me lo merezco.

— ¿Perdóname?

—Claro que te perdono, ¿me vas a dar un hijo, no? —comentó sarcástico. Lo miré enojada.

—Claro que tienes que estar aguantando esto, es algo que tú has hecho —dije, y él me miró frustrado.

—Yo no he hecho nada Jade. Yo fallé una vez, y he fallado al no haberte cuidado y evitado que te cayeras por las escaleras. —Se levantó de la camilla, lleno de frustración —. Juro que nunca he tenido la más mínima intención de engañarte.

Iba a replicar, pero cuando vi sus ojos azules llenos de lágrimas no pude evitar sentirme culpable. Él me estaba diciendo la verdad, pero no podía creerle tan fácilmente.

—Will... —susurré, tomando su mano—. ¿Cómo quieres que te crea?

—He traído una amiga.

La arquitecta entró a la habitación y lo miré incrédulo. Mi mirada se dirigió a la mujer y la vi temblar en su sitio, mientras que la fulminaba con la mirada.

—Jade, ella es Lucero —me sonrió William. La miró: —. Lucero, ella es mi novia, la madre de mi hijo.

—Un gusto conocerte Jade, Will me ha hablado mucho sobre ti
—dijo Lucero, sentándose al otro lado de mi cama.

—Lamento sonar descortés, pero para mí no es un gusto —admití seca, a lo que ella asintió nerviosamente.

—Lo sé, me han contando todo lo que ha pasado por... mis emociones dijo, sonriendo —. Lamento mucho lo que ha pasado Jade, no quería que pasara, no lo tenía planeado.

— ¿Tú lo besaste a él? —le pregunté, yendo al grano.

Ella se puso sus manos en su rostro, avergonzada, confirmándome todo lo que William me había dicho.

—Sí, lo lamento Jade, tengo este tipo de ataques emotivos —susurró, a lo que yo la miré alzando una ceja —. Y me emociono, y soy muy emotiva y afectiva. Cuando conocí a William, te juro que pensé que era gay.

—Suficiente creo —interrumpió el mencionado, sonriéndole.

—Entonces lo siento mucho Jade, te prometo que jamás va a volver a pasar —me aseguró, y yo asentí.

—Sí, deberías tener más cuidado por qué él es mi novio —dije, a lo que ella suspiró mientras asentía.

—Lo entiendo completamente, jamás trataría de romper alguna relación —me aseguró.

—Entiendo. Muchas gracias por la explicación.

—Gracias Lucero, en serio te lo agradezco —le agradeció Will, y ella le sonrió.

—Ni lo menciones Will, ya tengo algo mas para agregar en mi lista de Casi mato a una mujer embarazada —dijo, bromeando.

Reí al igual que ella.

—Te veo mañana Will, y fue un gusto conocerte Jade, tienes a un hombre espectacular a tu lado —dijo de último, para luego dejarnos solos.

Will me miró con superioridad y yo puse mi manos en mi rostro, avergonzada. Sentía cómo el rubor subía por todo mi cuerpo hasta quedarse en mis mejillas.

— ¿Quieres que te lo diga? — preguntó.

—Dilo.

—Te lo dije —suspiró, y yo bajé mis manos lentamente —. Amor, casi me muero al verte caer por las escaleras. No puedes hacer ese tipo de cosas Jade, y menos estando embarazada.

—Pero yo los vi.

—Jade, nunca juzgues a un libro por su portada. Viste que nos separamos al instante. Ninguno de los dos quería esa beso —comentó, sentándose a mi lado —. Amor, a la única mujer que quiero besar, es a ti. No te engañaría.

—Te creo Will.

—Te amo.

Se inclinó para juntar nuestros labios y sonreí al igual que él. Me sentía bien al saber que todo había sido una equivocación.

—¿Eso significa que me perdonas?—preguntó.

—Sí Will, te perdono —susurré, para luego rodearlo con mis brazos.

Enamorado de mi Mejor Amiga ©Where stories live. Discover now