Enamorado de mi Mejor Amiga ©

65. Adiós

CHASE

No podía ser, no quería escuchar, no podía estar pasando.

— ¡No! —gritó Tobias, a lo que Emma lo rodeó con sus brazos, llorando.

Diego estaba inmóvil, pero las lágrimas caían de sus ojos. Decir que estaba destrozado era muy poco, me sentía... muerto.

Los sollozos no tardaron de salir de mi boca mientras que sentí los brazos de mi hermana rodearme. En aquel momento lo único que quería era irme, alejarme de todo, correr sin parar y despertarme de esta pesadilla para verla a ella, sonriéndome con sus ojos avellana.

—Lo lamento mucho. Hicimos todo lo posible —susurró el doctor, para luego irse de la sala.

Tragué saliva con dificultad, las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos. Mordí mi labio inferior mientras sentía mi cuerpo temblar sin control.

—No... —susurré, entre sollozos.

— ¡¿Por qué?! —gritó Maya, llorando —. ¡Debe de haber una equivocación!

Le entregué Alexander a Giselle y salí corriendo de la clínica. Corrí sin rumbo alguno por un largo rato hasta que sentí mis piernas cansarse. Había llegado hasta un parque, así que me senté en una de las bancas y escondí mi rostro entre mis piernas, comenzando a sollozar.

WILL

Abrí los ojos lentamente y tragué saliva con dificultad. Tobias estaba en frente de mí, con los ojos rojos de tanto llorar.

—Jade... —susurré.

Ella era lo único que tenía en mi cabeza. Ella y mi hijo, no quería perderla.

—William... —susurró, para luego volver a romper a llorar.

—Tobias, ¿dónde está Jade? —pedí, con dolor gracias a que mi cabeza y todo mi cuerpo me dolía.

Al escuchar el nombre de su hermana, se recostó sobre la pared para romper a llorar, abrazando a sus rodillas. Eso solo podía significar una cosa.

Todos los recuerdos con Jade me vinieron a la mente al igual que mis lágrimas. Desde el día en que la conocí hasta el último día en que habíamos estado juntos.

El día en que la conocí fue el día en que cambió mi vida por completo. Conocí a la mujer de mi vida y a la única persona a la cual amaría de por vida. Sus ojos cafés me habían enamorado desde el primer momento mientras que su sonrisa me había hipnotizado. Había quedado flechado, y quería que ella estuviera conmigo.

El segundo mejor día de mi vida fue cuando ella me eligió a mí, solamente a mí. Me eligió para ser el comienzo de una hermosa historia de amor la cual nos dio un maravilloso hijo. La amé con todas sus perfectas imperfecciones, las cuales me enamoraron de ella cada día más.

Pero lo que me marcó para siempre fue el día en que me dijo que iba a dar a luz.

•••

«— ¡Will! —gritó Jade, y por su voz estaba angustiada —. ¡Will se viene!

Estaba comiendo una hamburguesa cuando me dijo aquello, así que me atraganté con ella.

— ¡¿Cómo?! —pregunté.

— ¡Se viene William! ¡Alexander está por nacer! —gritó Jade, y yo abrí los ojos.