Capítulo 2

1K 37 2
                                    

3:27 a.m.

Abro mis ojos lentamente sintiendo una gran presión en mi pelvis: tengo que ir al baño. Camino al baño literalmente como un zombie y me cuesta abrir los ojos, suerte que no choqué con alguna de las paredes. Hago mis necesidades, lavo mis manos y las seco. Vuelvo a salir.

Me recuesto nuevamente en la cama para después cubrirme con las suaves sábanas. Cuando estoy a punto de quedarme dormida un ruido proveniente de la ventana hace que vuelva abrirlos y mire fijo a ésta, pero algo obstruye mi visión, o más bien alguien lo hace.

Tallo mis ojos para lograr enfocar y cuando lo consigo, abro la boca de la impresión. Alguien se está muy cerca de mi rostro, no puedo ver de quién se trata y eso consigue ponerme muy nerviosa, sólo logro ver una sombra negra. Su silueta.

Su cabeza está escondida en una capucha muy pronunciada y me dificulta más la tarea, ni siquiera su cabello. Su boca es lo único que sobresale de aquella oscuridad.

Una gran sonrisa con dentadura perfecta.

Rápidamente su enorme mano me cubre la boca para evitar que grite aunque ese era mi objetivo desde el principio. Todas mis alarmas se disparan y me preparo para lo que sea que vendrá luego. Una oleada de miedo y terror me invade.

Desesperada intento retirar aquella mano, pero con bastante resistencia la mantiene allí. Me cuesta un mundo hacerlo, pero al final, no logro conseguir nada. Termino por rendirme tratando de alejarme, pero él sigue avanzando hacia mí. Siento la cabecera de la cama tocar mi espalda. Estoy perdida.

Poco a poco y muy lentamente se acerca a mi oído, mi corazón se acelera más de la cuenta; creo que voy a desmayarme. El miedo aumenta más que antes. Ya no sé qué hacer.

- Duerme. -Ordena en un susurro, su voz se escucha ronca, pero no se aleja de mi oído. Comienzo a temblar y creo volver a hacerme pis encima.

Varias lágrimas se desbordan de mis ojos. No me había dado cuenta que estaba llorando hasta que siento el caliente líquido correr por mis mejillas. Él al notarlo suelta una risita escalofriante. Mi cuerpo se tensa y no puedo más. Sé que soy muy débil, pero ¿qué pensaban? ¡Hay alguien en mi maldita habitación y no sé de quién demonios es!

- Esto no pasó, ¿entiendes? -murmura, siento su aliento impactar en mi cuello-. No cuentes esto a nadie, recuerda que sé dónde vives y vendré a buscarte. No te conviene. -Asiento rápidamente antes de que acabe de formular la frase. Poco a poco retira su mano de mi cara para recostarme lentamente en la cama de nuevo.

Abro mi boca para preguntar, pero al instante vuelvo a cerrarla; el miedo es tan grande que no quiero que me escuche, siquiera el respirar. Al fin un poco de valor asoma en mi interior y logro hacerla.

- ¿Tú aquí te quedarás? -Mi voz se escucha temblorosa. Me riño mentalmente. No quiero verme vulnerable aunque es lo que verdaderamente soy ahora. Como un perrito asustado.

- Créeme preciosura, es mejor así. -Guarda silencio un momento. Giro dándole la espalda sintiendo su peso en la cama- Te vuelvo a repetir. No cuentes esto a nadie, sabes que habrá consecuencias si llegas a abrir la boca. No estoy jugando -susurra en mi oído con voz totalmente ronca y un escalofrío se extiende por todo mi cuerpo ocasionando que mis vellos se ericen al instante.

Siempre que habla de esa manera lo hace para confundirme, así no me doy cuenta de quién es en realidad.

Asiento lentamente tratando de calmar mi respiración.

Cierro mis ojos y las lágrimas vuelven a ellos, derramando y mojando la almohada blanca. Lloro en silencio, tengo demasiada angustia y el solo saber que lo tengo detrás mío no ayuda en absolutamente nada. De verdad tengo miedo al hombre con intensiones desconocidas. Quizás matarme, violarme... No quiero ni pensar en eso.

VIGILADA |RDG|Where stories live. Discover now