R U B É N
— ¿No te gustaría casarnos, Rubén? —dice de repente mi novia, haciendo que me atragante con mi propia saliva—. Tener dos hijos, una casa establecida, anillo de matrimonio y vivir juntos, ¿no te parece una fabulosa idea?
«No, la verdad es que no.»
— ¿No crees que es demasiado pronto para comprometernos? —Pensar en eso me aterra.
La luz entra desde la ventana a nuestro lado derecho, iluminando la gran parte del departamento, aunque siempre la tengo cerrada con cortinas, se me hizo conveniente abrirlas ahora.
— No, no lo creo. Creo que es demasiado hermoso.
— No estoy preparado para casarme, Marina, apenas llevamos 2 años juntos —digo.
— ¿Crees que no es suficiente? —cuestiona ofendida.
— Solo no estoy preparado, ¿puedes respetar eso? Quizás en un futuro sí que lo hagamos.
— Bien, de acuerdo. —Guarda silencio, mientras seguimos mirando la televisión—. ¿Has grabado en estos días?
— He hecho directos. —Me encojo de hombros.
Cojo el control del televisor y la apago. He perdido completamente el interés del programa que estábamos viendo.
— Oh, vamos, yo te ayudo a grabar uno. —Se levanta con una sonrisa, tomando mi mano y halando de ella con la intención de levantarme, pero yo me resisto.
— Mmh, de hecho, una amiga vendrá a ayudarme.
— ¿Has dicho amiga? —Se detiene abruptamente y la miro aún sentado en el sofá—. A ver, a ver, ¿amiga?
— Sí, como lo escuchaste. —Me suelta.
Cruza sus brazos enfrente de su pecho, haciendo que resalten sus senos por su pronunciado escote; lleva una blusa de tirantes blanca junto a unos pantalones ajustados negros y zapatos altos, su cabello rubio cae suelto por su espalda hasta llegar hasta su cintura. Tiene un hermoso rostro he de ser sincero: nariz pequeña, labios regordetes, ojos grandes y verdes, pestañas largas y espesas y cutis delgado.
— Y ¿quién coño dijo que podías tener amigas?
— Y ¿quién coño eres tú para decirme si tener o no? —respondo, sorprendiéndola—. Que yo sepa, tú tienes muchos amigos.
— Eso no es cierto. —Miente.
— Oh, ¿en serio? ¿Quiénes son Samuel, Emir y Jafet? —cuestiono, cruzándome de brazos—. Porque, que yo recuerde, siempre sales con ellos.
— ¿De qué estás hablando? —pregunta haciéndose la ofendida nuevamente, frunciendo el entrecejo—. Ya no hablo con ellos —río fuertemente.
— Te creo, Marina, te creo.
Me levanto, caminando hacia mi habitación. Ella me sigue por detrás, creyendo quizá que de verdad aceptaré su ayuda.
— Y bien, ¿dónde te grabaré? —dicta, confirmando mi teoría.
— Lo siento, querida, ya te dije que no lo harás tú.
— ¿Ah? Pero yo siempre te ayudo. —Patalea un poco; a veces pienso en cómo pude haber aceptado estar con ella. Sé que suena mal, pero ha pasado el tiempo y ya no le veo como solía hacerlo antes, creo verla ya como amiga más que novia.
— Lo sé, pero esta vez quiero que salga todo impecable, las tomas tienen que ser muy buenas —digo volteándola a ver cuando cruzo el umbral de la habitación.
YOU ARE READING
VIGILADA |RDG|
Mystery / ThrillerPaola Méndez no era más que una chica de su edad, una chica con deseos. Una chica con sueños. No, no era perfecta. No tenía calificaciones excelentes. No era la hija que toda familia quería, pero lo intentaba. No, no era extrovertida y, aún así, co...