Capítulo 4

6.7K 401 42
                                    

Doy un sorbo a mi cerveza mientras me río con mis amigos. Los conocí a casi todos en la universidad, exceptuando a los que eran mis compañeros en la escuela, aunque no todos estén estudiando lo mismo que yo. Somos cinco, y la verdad es que somos bastante unidos. Michael, Luke, Stefan, Ryan y Alex. Todos hijos de familias importantes y forradas en dinero. 

Estamos reunidos en un bar bastante exclusivo en el centro, al igual que lo hacemos todos los viernes. Se ha vuelto como una tradición para nosotros, y la verdad es que es mi parte favorita de la semana. Sentarme a tomar unos tragos con ellos, hablar de cualquier cosa y quejarnos de nuestras novias es simplemente lo mejor.

Mi celular empieza a sonar y sin mirar el identificador contesto, pero por el ruido del lugar no logro escuchar nada. Me excuso con mis amigos por un momento, señalándoles mi teléfono para indicarles que voy a contestar. Me levanto del asiento y hago mi camino fuera del lugar.

Una vez fuera, finalmente logro escuchar a la persona del otro lado de la línea y puedo prestarle atención. Resulta que la persona que me llamaba era Freddie, el mecánico de confianza de mi familia. El motivo de su llamada, era para informarme que mi auto, un hermoso Ferrari LaFerrari rojo, ya estaba arreglado y como nuevo. Hace un mes chocaron mi auto, cuando estaba estacionada y le hicieron una gran abolladura en la parte delantera, así que tuve que hacer que lo arreglaran. Escuchar esa noticia me alegra mucho, porque mi auto es muy importante para mí, casi como un hijo.

Cuelgo la llamada y estoy por entrar de nuevo al establecimiento, cuándo veo a Emma caminando en mi dirección. Qué hace ella por aquí? Cuándo está en frente mío, le da una calada a su cigarrillo, bota el humo en mi rostro, para luego botar su cigarrillo al suelo y pisarlo con su zapato. Era necesario hacer eso? Segunda vez que me hace lo mismo.

-Así que ahora eres tú la qué me está siguiendo -la molesto, dedicándole una sonrisa socarrona.

-No te emociones niño bonito, el que nos hayamos cruzado es una simple casualidad. - me responde, en ese mismo tono de superioridad en el que siempre habla.

-Y se puede saber que haces por esta zona?- pregunto.

-Tenía algunos... temas pendientes que arreglar -dice acomodándose su chamarra.-Tú que haces aquí?

Observo lo que trae puesto. Trae una polera de Nirvana, encima una chamarra negra de cuero, un jean negro pegado al cuerpo y Converse igualmente negros. Por primera vez veo su cabello amarrado en una coleta y sin ningún tipo de capucha que la cubra. Y a decir verdad, se ve mucho más bonita con el cabello, ya que no hay nadie que tape su rostro. 

-Estoy con unos amigos, tomando algo.- contesto.

-Al parecer no te estás divirtiendo tanto si en vez de estar con ellos estás solo acá afuera.- habla. Estoy por contestarle, pero ella continúa hablando-Estoy de ida a una fiesta, te apetece ir niño bonito? Así vas a ver cómo es una verdadera fiesta y cómo se la pasa bien. 

Me mira y me sonríe, como retándome. Qué? Acaso me está diciendo que deje a mis amigos por ella? Miro dentro del local a través de la ventana y veo a mis amigos que se siguen divirtiendo, ya seguramente algo borrachos y luego vuelvo a mirar a Emma. Ella me mira con una ceja levantada y con los brazos cruzados, esperando mi respuesta. 

Lo pienso un momento, no estaría bien que una persona cómo yo, vaya a una fiesta de personas como ella. Y hay algo que no entiendo, porque me invita? Finalmente decido ir por una sola razón, por pura curiosidad. A mis amigos ya les explicaré luego.

-Está bien, iré- respondo, tomándola por sorpresa.

-En serio?- pregunta con los ojos bien abiertos y una pequeña sonrisa en el rostro.

Ladrona, yo?Where stories live. Discover now