Ladrona, yo?

Capítulo 9

Nos quedamos sentados ahí por un largo tiempo. No sé exactamente cuanto, ya que la verdad sobre lo menos que pensaba en ese momento era sobre la hora. Nos quedamos contemplando el amanecer y cómo el sol comenzaba a iluminar el día mientras conversábamos un poco y nos conocíamos un poco más.

Emma tiene tres hermanos. Un hermano mayor, de veintidós años llamado Carter y dos hermanas menores, Victoria y Olivia, de dieciséis y catorce años respectivamente. Se lleva bien con ellos y ama pasar tiempo a su lado, al contrario que con sus padres. Según ella no tienen una buena relación debido a que ella no está de acuerdo en muchas cosas con ellos y viceversa, lo que causa que peleen muy seguido.  Aunque no quiso ahondar mucho en los temas sobre los cuales pelean, si me dejó en claro que a pesar de que los quiere a veces no los aguanta.

También me cuenta que le encanta dibujar y pintar, y uno de sus sueños es viajar por el mundo viviendo de su arte, cosa con la que sus padres no están de acuerdo. Esa es uno de los motivos más grandes de sus peleas estos días. Ellos quieren que apenas acabe la secundaria comience con la universidad, pero ella no quiere ya que no lo ve necesario. Aparte del arte, quiere dedicarse a viajar por el mundo junto a alguna organización sin fines de lucro y ayudar a los más necesitados, niños y familias enteras que viven en la extrema pobreza y sufren de hambre.

A medida que hablaba me daba cuenta de lo inteligente que es y del gran corazón que tiene. Realmente espero que logre cumplir todas esas metas y aspiraciones, en serio se lo merece, lamentablemente sé que no tiene el dinero para poder cumplirlas. Y ahora que también sé un poco sobre su vida familiar, puedo comprender el porque de juntarse con diferentes pandillas y porque actúa de esa manera; es una forma para llamar su atención y rebelarse ante sus reglas.

Igualmente hablamos un poco de mi, no es que hubiera mucho que contar, mi vida en comparación a la suya es bastante aburrida. Le conté sobre mi carrera, el trabajo en la empresa de mi padre, mis amigos y finalmente de mi novia. A pesar de no tener experiencias tan emocionantes sobre las que hablar, ella me prestó atención todo el tiempo y pareció interesada en mi relato. Sin embargo, no quede impune de un par de bromas y malas miradas al quejarme de mis ''problemas de niño rico'' como ella los llama. Puede que mis problemas no sean tan grandes como los suyos, pero aún así siguen siendo problemas.

Nos entretenemos tanto con la charla y alguna que otra broma que cuando nos damos cuenta, ya son casi las ocho de la mañana. Mierda, la universidad.

-Emma, tenemos que irnos- digo asustado mientras me paro de golpe.

Ella me mira confundida por mi reacción, pero igualmente se levanta y camina detrás mío en dirección a la reja que trepamos hace un par de horas. Mientras camino me doy cuenta que el efecto del alcohol en mi cuerpo ya desapareció casi por completo, pero aún así estoy seguro que dentro de poco voy a tener un terrible dolor de cabeza. Emma también bebió, pero no demostró signos de haber estado borracha.

-Qué pasa, cuál es el apuro?- pregunta mientras comenzamos a subir la reja.

-Tengo que estar en la universidad en menos de veinte minutos. Mierda, no voy a llegar.

-Tranquilo, que es lo peor que puede pasar? Acaso nunca has faltado?

-Nunca- admito.- Y tampoco quiero hacerlo ahora, así que por favor apurémonos si?

Saltamos la reja y comenzamos a hacer el camino de vuelta a casa prácticamente corriendo lo más rápido que podemos. Por suerte no estamos tan lejos del edificio, por lo que tardamos solo un par de minutos en llegar.  

Subimos al ascensor y presionamos mi piso. Mientras éste sube golpeteo el piso con impaciencia. Es que acaso esta cosa no puede ir más rápido? Miro a Emma y veo que tiene una sonrisa de diversión en su rostro al verme sufrir de esta manera. Sé que le puede parecer divertido, pero no lo es. Digo, estoy en Harvard, no en cualquier universidad. No puedo darme el lujo de faltar ni estar llegando tarde.