Capítulo 31

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La verdad es que no podría estar más contento por cómo resultaron las cosas con mi hermano. No solo se lleva bien conmigo, sino también con mi novia y eso me pone más que feliz.

Luego de nuestra salida al cine el sábado, salimos a cenar y no dejaron de charlar y reír entre los dos. Si hubiera sido otro chico me hubiera molestado o me hubiera puesto celoso, pero la verdad siento que con él no tengo de que preocuparme. Al día siguiente Emma estaba ocupada por lo que solo la pasamos Axel y yo. Nos quedamos en mi departamento y  aproveché para contarle todo sobre Lisa y su embarazo, y decir que se sorprendió con la historia es quedarse corto. Primeramente me felicitó por ser padre diciéndome que no podía creer que iba a ser tío y yo se lo agradecí ya que en verdad estaba emocionado por la llegada del bebé. Después de eso se dedicó a criticar a Lisa y a insultarla de mil y una formas por extorsionarme y chantajearme de esa manera, lo cual me hizo reír bastante para ser honesto.

El resto del día se pasó tranquilo y ahora lamentablemente es lunes otra vez. La única diferencia de éste lunes con cualquier otro es que hoy es mi cumpleaños. Hoy cumplo veintiún años, y a quién voy a mentirle, estoy realmente emocionado. De ahora en adelante voy a poder hacer legalmente todo lo que he estado haciendo desde los dieciséis. Soy un adulto con todas las de la ley, y eso más que asustarme me hace querer vivir y experimentar aún más. Si, sé que dije que normalmente no me emociono por mis cumpleaños pero este se siente diferente. Esto no quiere decir que vaya a hacer una fiesta o algo por el estilo, eso si no ha cambiado.

Cuando me levanté revisé mi celular y tenía un montón de mensajes de felicitaciones de parte de mis amigos, tanto como de la escuela, de la universidad, familia y Emma. Hasta Lisa me felicitó. Les agradecí a todos y luego me bañé y cambié para salir a la universidad. Cuando ya estaba por irme, Alex apareció detrás mío y me dió un abrazo mientras me felicitaba. Realmente no me esperaba que se acordará, pero me alegró el que lo haga. Conversamos un rato hasta que fue la hora de irme. Tuve que dejar a Axel en el departamento ya que tenía que asistir a la universidad, y aunque me disculpé mil veces por abandonarlo el me tranquilizó diciendo que saldría a pasear con Alfa y a conocer los alrededores que no había de que preocuparme. Si, no solo a Emma le había agradado, sino también a mi perro. Ya casi no me presta atención por irse a jugar con él, pero bueno, es mejor a que le ladre o intente morderlo cómo hace con las personas que no son de su agrado.

Por suerte me fue bien en el examen que había dado, y aunque no saqué la mejor nota de la clase o una nota tan alta cómo las que normalmente saco, aún así estaba contento de no haber reprobado. La mañana en la universidad fue bastante tranquila, no solo porque a casi todos nos fue bien en los exámenes sino porque todos me felicitaron y se sintió muy bien. Ahora mismo me encuentro subiendo en el ascensor al piso dónde se encuentra mi oficina y la de mi padre, a quién sinceramente no quiero ver. Tengo tanta rabia acumulada, no sólo por lo que le hizo a Axel y a su madre, sino también por ocultarme a mi y a mi madre todo su pasado que si llegara a verlo no respondo por mis acciones.

Las puertas de éste se abren y me dejan salir al enorme vestíbulo. Avanzo a través de este saludando a todas las personas con las que me cruzo en el camino, siempre alerta en caso de que mi padre estuviera por ahí. Afortunadamente no hay rastros de él por ningún lado, por lo que continúo andando con tranquilidad hacia mi oficina. Llego a la puerta de ésta y la abro para entrar. 

Cuando lo hago, me llevo la enorme sorpresa de ver a mis padres sentados frente a mi escritorio. Cierro la puerta detrás mío mientras ellos se levantan y caminan hacia dónde yo me encuentro.

-Cariño, feliz cumpleaños- me dice mi madre mientras me atrae en un cariñoso abrazo y luego planta un sonoro beso en mi mejilla.- Te quiero mucho y estoy muy orgullosa de ti.

Ladrona, yo?Where stories live. Discover now