Capítulo 40

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(-Narra Emma-)

Luego de darle el beso y decirle todo lo que le acabo de decir me alejo de él y me adentro nuevamente al salón sin mirar atrás. Probablemente esta es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer, pero era lo mejor para los dos.

Una vez dentro, atravieso toda la pista de baile esquivando a la gente que se encuentra bailando o conversando despreocupada,  mientras yo intento limpiar lo más que puedo todas las lágrimas que caen por mis mejillas, avanzando directamente hacia la salida. No me despido de mis padres ni de mis hermanos ni de absolutamente nadie, simplemente corro lo más rápido que puedo para salir de este lugar.

Cuando finalmente logro llegar afuera, me detengo antes de bajar los escalones y miro hacia atrás. Una parte de mí tenía la esperanza de que Adam fuera a perseguirme y detenerme para que no me vaya, pero el ver que no lo hizo me rompe aún más el corazón.

Me doy la vuelta y bajo los escalones, cubriendo mi rostro de los pocos fotógrafos que aún quedan afuera. Busco con la mirada rápidamente a la limusina que nos trajo a mi familia y a mi al evento, pero se me hace bastante difícil debido a que hay muchas y todas son iguales. Cuando por fin la encuentro, corro hacia ella y sin perder tiempo me subo en la parte trasera. El chófer mira sorprendido por el retrovisor pero al ver que soy yo se relaja. Le indico que vaya lo más rápido que pueda hacia mi casa y él asiente para luego arrancar, y le estoy infinitamente agradecida por no haber hecho preguntas y simplemente acceder a llevarme.

Apoyo mi cabeza en la ventana y observo el paisaje mientras nos vamos alejando de la fiesta. Las lágrimas no dejan de salir, nunca nada me había dolido tanto. Dejar a Adam probablemente sea el error más grande que voy a cometer en mi vida, pero es por su bien, y mientras él sea feliz yo voy a serlo, aunque no sea juntos.

Jamás quise que esto pasara. Obviamente que no le iba a ocultar mi identidad para siempre, simplemente estaba esperando el momento adecuado para hacerlo. Lamentablemente esto va mucho más allá y es algo que Adam, por más que pudiera explicárselo, no va a llegar a entender. Y el verlo besarse con su ex-novia y futura madre de su hijo me lastimó más de lo que me gustaría admitir, y es otra de las razones por las que terminar fue la mejor decisión.

Bastante tiempo después, la verdad es que no sé exactamente cuanto, el chófer detiene el auto y me avisa que ya llegamos a mi casa. Le agradezco por haberme traído y bajo del auto rápidamente. Apenas cierro la puerta, él arranca el auto nuevamente y se aleja en dirección a la fiesta. Toco el timbre que resuena por toda la mansión y un par de minutos después la puerta se abre y una Bridget vestida en pijama se encuentra frente a mi. 

-Señorita Emma, qué hace aquí? El evento no termina hasta dentro de un par de horas- me dice y me observa detenidamente.- Estuvo usted llorando?

-No, no te preocupes. Es sólo que no me sentía bien y decidí que lo mejor era volver a casa a descansar.- miento y ella asiente, creyéndome.

Me da campo para entrar y luego de pasar le agradezco, me despido deseándole buenas noches y hago mi camino hacia las escaleras. Antes de subirlas, me saco los tacones y los tomo en mi mano. Ya no aguantaba ni un minuto más con ellos. 

Subo todos los peldaños y una vez que me encuentro en el segundo piso avanzo con rapidez hacia mi habitación. 

Una vez dentro de ésta, cierro la puerta detrás mío y me apoyo en ésta cerrando los ojos y respirando profundamente para tranquilizarme. Minutos después, vuelvo a abrir mis ojos y comienzo a quitarme mi vestido con un poco de dificultad. Cuando finalmente logro sacármelo, voy directamente hacia mi vestidor y tomo lo primero que veo y me lo pongo: Una camiseta a cuadros roja, una calza negra y Vans del mismo color. Salgo de ahí y entro a mi baño para mirarme en el espejo.

Ladrona, yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora