Ladrona, yo?

Capítulo 23

***LEER LA NOTA DEL FINAL POR FAVOR, ES IMPORTANTE!***

Emma me mira con sorpresa reflejada en su rostro mientras retrocede unos cuántos pasos alejándose de mí. No me dice absolutamente nada y cuándo busco su mirada ella la aparta y mira a la calle. Creo qué decirle que estoy enamorado de ella no fue una buena idea. Obviamente no lo fue, si estoy increíblemente borracho, pero simplemente salió de mi boca. Creo que fue muy pronto. Viendo su reacción sé que ella no está enamorada de mí. Porqué tuve que abrir la boca?

-Adam, no sabes lo que dices, estás borracho- habla tranquila.

-Emma... -intento decirle algo, pero las palabras no salen de mi boca. Luego de unos minutos en las que ella se me queda mirando logro observar  algo diferente en sus ojos. Me observa cómo si se sintiera culpable, y la verdad es que no tengo idea de qué puede ser. Ahora la hice sentir mal, genial -No te sientas culpable, no te sientas mal por no estar enamorada de mí. Está bien si no sientes lo mismo que yo y  peor aún después de lo que te hice -digo refiriéndome a lo que hablamos en el bar hace unas horas.

-No es por eso -dice ella negando la cabeza mirando sus manos. Me acerco a ella y tomo su rostro delicadamente levantándolo para que me mire a sus ojos.

Observo cada parte de su rostro. Sus hermosos ojos azules, su sonrisa que puede iluminar cada lugar en el que se encuentre, su pequeña nariz y sus hermosos labios rosados. Todo de ella es tan perfectamente imperfecto y me encanta. No se si es porqué estoy bastante borracho, pero estoy bastante romántico.

-Dios mío, eres hermosa -digo admirando su belleza. Ella se sonroja pero me sonríe -De repente estoy enamorado de una extraña. Ahora sólo puedo verte con nuevos ojos. Si pudiera guardar este momento en una botella para siempre, lo haría. -digo acariciando su mejilla y sonriendo. 

Soy afortunado de haber conocido a Emma y tal vez todo lo que le dije fue demasiado cursi y es muy probable que mañana no recuerde nada, pero sé que en el fondo es lo que realmente siento.  Un borracho siempre dice la verdad no?

Ella me sonríe inmensamente, pero luego su sonrisa se desvanece y se aleja repentinamente de mí.

-Ya es tarde, deberías irte -habla cortante mientras se levanta de la vereda y se pone de pie. No va a decir nada sobre todo lo que acabo de decirle? 

Asiento y con dificultad me pongo de pie. Una vez que me estabilizo meto mi mano dentro de uno de mis bolsillos y busco mi celular para llamar a Mark y decirle que venga a buscarme. La pantalla se ve menos borrosa que hace un rato, pero de todas maneras la dificultad que tengo para realizar una llamada me confirma lo borracho que me encuentro. Presiono la tecla llamar y escucho cómo comienza a sonar. Espero un momento pero después de varios tonos sigue sin contestar, pro lo que decido colgar. Vuelvo a intentar una vez más pero obtengo el mismo resultado, sigue sin contestar. Miro la hora en mi celular y noto que ya es más de medianoche. Por supuesto que Mark no va a contestar, debe estar durmiendo. Miro a Emma con una sonrisa en el rostro y ella levanta una ceja confundida.

-Qué pasa? -pregunta curiosa.

-Mark no me contesta y estoy demasiado borracho cómo para irme en taxi sólo.

-Y qué quieres que haga? Quieres que te lleve hasta tu casa?- habla pero yo niego con la cabeza y ella se da la cuenta a lo que me refiero.-Oh no, ni pienses que voy a dejar que te quedes en mi casa -exclama.

-Por favor, no tengo a dónde ir -hablo haciendo puchero cómo un niño pequeño -Además me lo debes, te quedaste en mi casa por tres días -añado mientras esbozo una sonrisa victoriosa.