Capítulo 7

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Vuelven a tocar la puerta, y esta vez estoy seguro que se trata de Mark. Camino hacia la puerta dejando sola a Emma con el perro en la sala. Una vez que llego hasta ella la abro y efectivamente, Mark se encuentra ahí. 

Me hago a un lado para que pase y cuando ya se encuentra dentro cierro la puerta detrás nuestro. Él me saluda y me entrega las llaves de mi auto mientras caminamos en dirección a la sala. Yo le agradezco y noto que está mirando con confusión a Emma, quién ya dejó de jugar con el perro y ahora se encuentra dando vueltas por el departamento, observándolo todo con curiosidad.

Me quedo mirándola un rato y la verdad es que verla tan tranquila después de haberla visto en el estado en el que llegó es algo realmente estremecedor. Digo, hace unos segundos era un mar de lágrimas y ahora, a pesar de que aún tiene el horrible golpe en el rostro, actúa como si no hubiera pasado nada. 

-Quién es la chica?- me pregunta Mark, haciendo que quite la mirada de Emma y le preste atención a él.

-Es... una amiga- contesto. No creo que recuerde que es la chica que me robó, y al ser jefe de mi seguridad no creo que sea lo mejor el decirle.- Sé quedará conmigo por hoy.

-Necesita algo señor?- me pregunta, sin cuestionarme más respecto a Emma.

-No, está bien, gracias. - respondo.- Te llamaré cualquier cosa, adiós Mark

Se despide con un ademán de la cabeza y se retira de mi departamento inmediatamente. Espero hasta que salga y hasta escuchar la puerta cerrarse y luego de eso voy hacia donde Emma se encuentra. Está parada en frente de la puerta corrediza de vidrio por la cual se sale hacia mi piscina, la cuál está situada en medio de mi espaciosa terraza.

Me paro a su lado y ninguno de los dos dice nada. Ella sigue mirando perdida a través del cristal y yo la observo a ella. Dios, el observar ese moretón hace que me de ganas de asesinar a ese tipo.

-Me gusta tu departamento- dice luego de un rato, ahora mirándome a mi.- Bastante lujoso y grande chico bonito.

-Gracias- respondo orgulloso, aunque en realidad no lo compré yo. Fue un regalo de mis padres para mi cumpleaños número dieciocho.-Quieres comer algo?

-No, está bien, la verdad es que no tengo hambre- contesta con desgano y camina alejándose del cristal.

La sigo hasta llegar a su lado. Siento un poco incómodo el ambiente ya que no tenemos nada de que hablar ni nada que hacer, así que propongo la primera idea que se me ocurre.

-Bueno... Estaba pensando, ya que te vas a quedar aquí hoy y necesitas cosas, no quieres ir de compras?

Apenas termino de preguntar eso me siento realmente estúpido, y la verdad no sé la razón. Dios, en que estaba pensando?

-Está bien- contesta ella.- Necesito ropa para cambiarme.

-De acuerdo, me pongo zapatos y vamos.

Ella se queda en la sala mientras yo voy a mi habitación y busco entre los muchos pares de zapatos que tengo algunos que combinen con los que llevo puestos. Cuando finalmente encuentro unos, me los pongo y vuelvo junto a Emma.

-Ya estoy listo. Vamos.- digo y camino en dirección a la puerta.

Escucho sus pisadas detrás mio y sé que me está siguiendo. Abro la puerta y la dejo pasar primero, controlando que Alfa no se escape. Ella sale y luego yo. Subimos al ascensor y presiono el piso del subsuelo, es decir, el parqueo. Segundos después este comienza a descender.

-Iremos en autobús otra vez? -pregunta con tono medio en burla, molestándome por que anoche fue la primera vez que me subí a uno.

-No, esta vez no. Iremos en mi auto- respondo levantando las llaves y mostrándoselas.

Ladrona, yo?Where stories live. Discover now