Ladrona, yo?

Capítulo 34

Baja las gradas con su seguridad y presencia que lo caracteriza. Con la cabeza en alto, espalda recta y su mirada penetrante posada en el frente. Trae puesto uno de sus característicos trajes de diseñador, perfectamente planchado e impoluto sin mancha alguna. Todo en él es intimidante, inclusive para mí que soy su hijo. 

Observo disimuladamente a Axel, quién se encuentra mirando fijamente hacia el hombre que baja las gradas, y busco alguna reacción o sentimiento reflejado en su rostro pero no encuentro absolutamente nada. Está conociendo a su padre por primera vez luego de veintidós años y aún así no llega a inmutarse. No sé si en realidad no le afecta para nada o está guardándose todo para sí mismo, la verdad me inclino más por la segunda opción.

Mi madre ya se encuentra al frente nuestro y puedo ver que está aún más nerviosa que esta mañana en la cafetería. A medida que mi padre se acerca, palidece aún más mientras juega con sus manos y muerde ligeramente su labio inferior. Definitivamente sabía sobre Axel y aún así aceptó casarse con mi padre y cubrió el abandono de su propio hijo. Estoy realmente molesto. No sólo porque ambos me lo ocultaron, sino también porque por más que le de vueltas al asunto no puedo entender las razones del por qué mi madre lo hizo. Por dinero? Por celos a la otra mujer? La verdad es que no tengo ida, pero sea cuál sea la razón no creo poder perdonarla. Me privó de conocer a mi hermano y eso es imperdonable.

Mi padre llega a dónde nos encontramos nosotros y luego de plantar un delicado beso en la mejilla de mi madre, se acerca a mí y me atrae en un abrazo ignorando completamente a Axel quién se encuentra a mi lado.

-Hijo, tanto tiempo que no venías a casa- me dice mientras da unas cuantas palmadas en mi espalda. Que gusto verte.

-Hola- saludo escuetamente una vez que nos separámos. -Papá, quiero presentarte un amigo.- hablo señalando a Axel. 

Mi padre se gira y pone su atención en mi hermano, quién puedo notar cómo inmediatamente se pone nervioso al sentir la mirada de mi padre posada sobre él. Se para lo más recto que puede y le sostiene la mirada todo lo posible, mientras que mi padre lo observa de arriba a abajo con el ceño fruncido; analizando cada detalle de su rostro cómo si estuviera tratando de reconocerlo.

-Hola muchacho, soy Bill White, mucho gusto- habla mi padre con la misma amabilidad con la que le habla a sus socios mientras extiende su mano en dirección a Axel. Tarda un poco en reaccionar pero luego la estrecha por unos segundos para luego soltarla con un poco de brusquedad.- Qué pasa? Te comió la lengua el gato?- bromea mi padre, pero ninguno de los presentes ríe.- Cuál es tu nombre?

-Axel Evans- suelta mi hermano e inmediatamente el ambiente de la habitación pasa de ser acogedor a frío e incómodo.

Nadie dice nada por un momento, pero mi padre abre los ojos a más no poder demostrando lo conmocionado y desconcertado en este momento. Inclusive da un paso atrás para volver a observarlo de arriba a abajo sin salir de su estupor. Yo solamente observo la escena esperando a ver cómo todo se va a desarrollar y esperando que todo salga bien.

-Tú?- habla mi padre.- Eres... Eres el hijo de Marissa Evans?

-Si, soy hijo de Marissa Evans y tú eres Bill White, mi padre- contesta Axel con una increíble seguridad dejando a todos pasmados por su respuesta.

-Qué haces aquí?- es lo único que pregunta mi padre. No es lo que me esperaba.

-Vine a conocer a mi hermano- dice señalándome para luego seguir hablando.- Y ahora vine a conocerte a ti y a pedirte que respondas las preguntas que por mucho tiempo han atormentado mi mente- exige y mi padre niega con la cabeza.

-Yo no tengo porque responderte nada- dice y yo cierro los ojos y aprieto la mandíbula. Esto no puede estar pasando, que tan idiota puede ser?

-Si tienes y vas a hacerlo, porque no estuve esperando veintidós años en vano- habla Axel levantando un poco la voz.- Por qué nos abandonaste a mi y a mi madre? Por qué nunca quisiste conocerme?