Capítulo 49

1.3K 99 9
                                    

''Saben que estoy aquí''.

Sus palabras retumban en mi cabeza y se repiten una y otra vez. Me veo presa del miedo y del pánico al saber lo que sus palabras significan a pesar de que quiera creer que no lo hago y trate de pensar que todo está bien. 

Observo a Emma y sus ojos reflejan temor mientras mira a nuestro alrededor y por afuera del edificio, sin soltar la maldita carta en ningún momento y yo odio verla así de asustada y no poder tranquilizarla ya que para ser honesto yo también lo estoy.

-Quienes saben que estás aquí?- pregunto para saber a ciencia cierta a quiénes se refiere, ya que realmente no entiendo mucho de lo que está pasando, tratando de sonar lo más relajado y normal posible.

-Uh?- dice ella sobresaltada por escuchar el sonido de mi voz de repente, llamando su atención y haciendo que me mire a mi en vez de a la avenida.

-Te pregunté que quiénes saben que estás aquí. Quiénes te mandaron esta carta, y cómo saben mi dirección?- la bombardeo con preguntas seguidas y ella me cubre la boca para alejarme por el pasillo hacia el elevador, sin dejar de mirar hacia los lados y asegurarse de que nadie nos estuviera siguiendo.

Puedo observar que el portero nos mira extrañado por el comportamiento de mi novia pero ella no le presta atención. Presiona el botón para llamar al ascensor y las puertas de éste no tardan en abrirse. Cuando lo hacen, Emma me empuja dentro soltando el agarre en mi boca y en el momento que las puertas se cierran y ella presiona el botón con el número de mi piso, me propina un suave golpe en el brazo.

-Auch, y eso a que vino?- exclamo sobándome el brazo justo en el lugar en el que recibí el porrazo de su parte.

-Cómo se te ocurre hablar sobre eso en público?- me llama la atención y eso me confunde aún más.

-En público? Solamente estábamos Larry, tú y yo. No había nadie más.

-Eso no lo sabemos. Puede haber alguien vigilándonos en este momento- dice y yo paso mis manos por mi rostro, frustrado al no entender nada.

-Por favor quieres explicarme que es lo que está pasando Emma? Estoy empezando a alterarme y a decir verdad estoy asustado- hablo y ella aparta la mirada.

-Lo sé, yo también lo estoy y mucho, créeme. - contemplo sus ojos y puedo ver que lo que dice es cierto, y que además se encuentran brillosos cómo si estuviera conteniendo las ganas de llorar.- Apenas entremos a tu departamento te diré todo, solo deja de presionarme con las preguntas si?

Termina de decir esto y yo simplemente asiento para después quedarme callado. Ella tampoco dice nada más hasta que el ascensor termina de subir y las puertas se abren, dejándonos entrar a mi departamento. Emma sale primero y yo la sigo. 

Al igual que en la recepción, repasa el departamento con la mirada y camina con cautela, como si estuviera pisando un campo minado. Yo me dedico a seguirla avanzando con normalidad pero a su velocidad, que a decir verdad es bastante lenta. Cruzamos la sala y atravesamos el pasillo que conduce a las diferentes y múltiples habitaciones hasta que llegamos a la mía y entramos en ella.

Nuevamente ella ingresa primero y luego de que yo lo hago, cierra la puerta detrás nuestro y avanza hasta la cama. Se sienta en el borde al mismo tiempo que suelta un largo suspiro y se cubre el rostro con sus manos. Voy hacia ella con cuidado de no alterarla más de lo que se ve y tomo asiento a su lado. Pongo una de mis manos con delicadeza sobre su espalda y comienzo a acariciarla, subiendo y bajando por toda ésta.

Ella no se mueve por un par de minutos, pero luego quita las manos de su rostro y posa su mirada en mi. Muerde su labio inferior y me mira con tristeza para después acariciar mi mejilla.

-Te sientes bien?- pregunto y ella asiente a pesar de que no se ve muy convencida.

-Recuerdas que te dije que la razón fue por la que huí fue porque tuve problemas con una pandilla, ya que si no hacía lo que me decía iban a lastimarte a ti y a mi familia?- me dice y yo asiento, dándole a entender que puede continuar hablando.-Bueno, no sé cómo pero se enteraron de que volví a la ciudad, y estoy cien por ciento segura de que fueron ellos quienes dejaron esa carta.

-Pero... cómo supieron mi dirección?- cuestiono un poco atemorizado por el hecho de que una peligrosa pandilla sepa dónde vivo.

-No tengo idea, si no sé cómo supieron que regresé no sé cómo es que dieron con que me encontraba en tu departamento.- hace una pausa y luego sigue hablando.- Sabía que no debería haber vuelto. Ahora volví a ponerte en peligro y...-habla con rapidez pero yo pongo mi dedo índice para callarla ya que su respiración estaba comenzando a acelerarse y lo menos que quiero es que tenga un ataque de pánico en este momento.

-Tranquila, cálmate.- le digo y ella inhala con profundidad para luego exhalar.- Tú no te preocupes por mi, voy a estar bien y tu familia igual. Ahora, lo que quiero saber es si tú estas a salvo.

Ella baja la mirada y se queda mirando sus manos entrelazadas por un buen tiempo para luego mirarme con lágrimas cayendo por sus mejillas mientras niega con la cabeza. La atraigo en un abrazo envolviéndola entre mis brazos. Si hay algo que odio es ver a una mujer llorar, y mucho más si es a la mujer que amo. Acaricio su cabello mientras planto delicados besos sobre su cabeza. Aunque no está llorando demasiado, aún así no me gusta verla sufrir de esta manera. Se queda abrazada de mi cintura y con su cabeza apoyada en mi pecho un buen rato hasta que decido romper el silencio.

-Emma, qué es la cosa que te pidieron a hacer pero que tu te negaste?- pregunto al darme cuenta de que aunque me contó todo el problema con aquella pandilla jamás me dijo que la estaban obligando hacer.- Es algo demasiado malo cómo para que no querer hacerlo?

Suelta su agarre de mi cintura y se aleja de mi pecho para mirarme de frente, con su rostro a centímetros del mío. Abre su boca para decir algo pero luego la cierra, cómo arrepintiéndose de decir lo que fuera que iba a decir. Me observa detenidamente al mismo tiempo que se queda pensativa y luego finalmente habla.

-No es nada importante, pero si totalmente ilegal y contra alguien al que no quiero lastimar, es por eso que me negué. No es necesario que lo sepas, pero el punto es que si no lo hago tanto tu como mi familia van a salir lastimados y no quiero eso.

-Entonces qué piensas hacer?

-La única alternativa que me queda es huir lejos, lo más lejos que pueda, pero esta vez sin mirar atrás y no volver jamás.- dice y yo siento una opresión en el pecho con tan solo pensar que me va a dejar. Cómo ya dije antes, no iba a volver dejarla ir y no pienso alejarme de ella.

-No, eso no va a pasar. No voy a permitir que te vayas a ningún lado entiendes? No puedes simplemente irte y dejarnos a tu familia, amigos y a mi abandonados. No creo que podría soportar el que vuelvas a dejarme, por favor no lo hagas. Te necesito junto a mi Emma.- hablo tomando sus dos manos.

-Y entonces qué es lo que quieres que haga Adam? 

-Quédate en mi departamento a vivir. Contratare a seguridad privada para que lo vigilen las veinticuatro horas del día. Además para que puedas continuar con tu vida normal, asistir al colegio y cosas así, puedo contratarte guardaespaldas. .propongo y ella me mira con indecisión y escepticismo- Prometo mantenerte lo más segura posible, pero por favor no te vayas. Es lo único que te pido. Tu partida terminaría de destrozarme.

Cuando acabo de rogarle, la observo esperando su reacción y recibir su respuesta con bastante nerviosismo. Ella parece pensarlo bastante y luego de soltar un suspiro asiente con la cabeza, dejándome saber que terminó aceptando mi propuesta. No pierdo tiempo y tomo su rostro con ambas manos y comienzo a besarla.

La beso con necesidad y pasión, sorprendiéndola un poco por la intensidad con la que lo estoy haciendo pero luego continúa mi ritmo al mismo tiempo que envuelve sus brazos alrededor de mi cuello. Nos besamos un par de minutos hasta que nos falta el aire y yo soy el que nos separa. Apoyo mi frente con la suya y observo esos hermosos y celestes ojos que me tienen hipnotizado desde la primera vez que la vi. 

-Juro que nada malo te va a pasar. Voy a protegerte aún cuando eso signifique que yo pierda mi vida.- susurro, haciendo que ella me dedique una tierna sonrisa que inmediatamente cubro poniendo mis labios sobre los suyos para volver a besarla otra vez.


Ladrona, yo?Where stories live. Discover now