Capítulo 65

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-Hey- saluda escuetamente, con sus manos dentro de los bolsillos del pantalón.

Se encuentra de pie en el umbral de la puerta, y su lenguaje corporal demuestra lo incómodo que se siente en este momento. Lo conozco tan bien que sé que es por eso que no da tan siquiera un paso dentro de la habitación. El estupor que el alcohol que consumí sigue nublando un poco mis pensamientos, por lo que tardo un poco en procesar la situación y en formular una respuesta-

-Hey- respondo de la misma manera, aún sin poder creer que está aquí.- Cómo estás?

-Bien- dice aclarándose la garganta.- Y tú?

-Igual- contesto.-Qué sorpresa verte.

-Mi hermano me dijo sobre la fiesta y... bueno, espero que no te moleste el que haya venido. Puedo irme si quieres- dice señalando el pasillo detrás suyo.

-No- digo con rápidez.- No me molesta, es solo que no me lo esperaba.- explico.- Te hubiera invitado pero...

-No tienes que explicar nada.

Ambos nos quedamos callados un par de segundos y me doy cuenta que él sigue de pie en la puerta.

-Quieres sentarte y... hablar?- pregunto con tímidez señalando mi cama.

Él asiente y yo me doy la vuelta para caminar hacia mi cama. Adam cierra la puerta detrás suyo y lentamente se sienta en la esquina opuesta frente mío. Lo observo ahora con más detalle que el otro día cuando me lo encontré en la calle: Su cabello ahora largo, la barba que adorna su rostro y lo ligeramente más delgado que está. Las ojeras debajo de sus ojos son apenas notorias pero aún así hacen que se vea cansado, cómo si no hubiera estado durmiendo bien. 

-Así que Nueva York eh?- rompe el silencio.

-Si, me voy mañana- le cuento. -Me aceptaron en la Universidad de Columbia, bachillerato en Literatura, Artes y Medios.

-Me alegro por ti- dice esbozando una leve sonrisa, causando que inmediatamente se la devuelva.

-Gracias.- digo con sinceridad, pero toda esta charla se siente forzada, porque ambos estamos evitando hablar sobre lo que pasó, pero siento que tengo que hacerlo. Es ahora o nunca.- Adam, quería pedirte disculpas.

Noto como imediatamente se tensa y aprieta su mandíbula. Puedo notar en sus ojos que se siente dolido, y verlo de esa manera me hace sentir horrible.

-Disculpas?- escupe- Crees que con un 'perdón'  es suficiente?

-Escúchame por favor- le pido y luego continúo hablando.- Sé que ya te lo dije en la ambulancia aquel día, pero una vez que me enamoré de ti quise dejarlo pero no pude. Jamás quise verte lastimado. Puede que al principio me acerqué a ti solamente con el propósito de llevar a cabo el macabro plan de Jayden, pero nunca fingí lo que sentía por ti. -veo que quiere decir algo pero le hago una seña con la mano para detenerlo y sigo- Soy muy consciente de que lo que hice estuvo mal, y no sabes lo mucho que lo siento. Pero si hay algo de lo que no me arrepiento es el haber sido tu novia y el haberte querido de esa manera.- no sé de donde apareció esta valentía para decirle todo esto, pero asumo que es el alcohol y trato de aprovechar el momento.- Eres sin duda alguna el mejor chico que he conocido en mi vida. Tienes un corazón tan grande, que ama de verdad y protege a los que quiere con su vida. La manera en la que me hiciste sentir durante el tiempo que estuvimos juntos es algo que nunca había experimentado. Me hiciste la mujer más feliz del mundo, y por eso siempre te voy a estar agradecida. Me duele saber que te perdí, pero alguien como tú se merece alguien mejor que yo; y sinceramente deseo que encuentres a esa persona y seas tan feliz como yo lo fui contigo.

Ladrona, yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora