Ladrona, yo?

Capítulo 14

 Han pasado dos días desde que  Emma y yo nos peleamos, y la verdad es que el número de llamadas y mensajes que le envié son incontables. Y, a pesar de eso, ella aún así no me contesta. 

Me siento realmente mal por lo que le dije. No quise hacerlo y no hablaba en serio, simplemente fue un impulso debido a la rabia que sentía en ese momento. Sé que nos conocimos gracias a que ella quiso robarme la billetera, yo sabía desde un principio cómo era y a quién se dedicaba, pero la diferencia es que en ese entonces no era mi amiga y no me importaba, pero ahora si lo hace.

 No me gusta que se junte con esa clase de personas, se ven bastante peligrosos y lo menos que quiero es que salga lastimada. Digo, no es que crea que no sabe lo que hace o que no puede cuidarse sola, pero al ver la manera en la que ella actuaba cuándo estaba alrededor de esas personas pude notar que les tenía miedo.

Es por eso que no entiendo el porque me llevó a esa casa y me los presentó. Cuál era el propósito de eso? La verdad es que ni siquiera creo que sean amigos suyos, simplemente trabaja para ellos, así que porque quería que los conozca? Estas preguntas han dado vuelta mi cabeza durante estos días y la verdad es que aún no logro encontrarles respuesta.  

Algo que también ronda mi mente inevitablemente es el beso que nos dimos, a pesar de que este no significó nada y fue solo para darle celos a su ex- novio, es inevitable que lo haga.Pienso en Brian y la rabia recorre todo mi cuerpo. Por su culpa me sigue doliendo la nariz, aunque ya no tanto como ese día. Su amenaza no me da miedo ya que estoy seguro que no nos volveremos a cruzar, pero si lo hacemos y me provoca, voy a golpearlo.

Ahora mismo me encuentro recostado en el sofá de mi departamento mirando televisión. Están pasando una película que sé que me gusta pero con todo esto no puedo concentrarme. Necesito hablar con Emma.

Me siento en el sofá y tomo mi celular. Sé que estoy siendo un poco pesado pero voy a insistir hasta que Emma conteste. Espero tres tonos, pero me vuelve a mandar al buzón de voz. Suspiro frustrado. Lanzo el celular a un costado y estoy por volverme a echar en mi sofá cuándo el sonido del timbre me interrumpe. No espero a nadie, quién podría ser?

Me levanto del sofá y camino en dirección a la puerta. Una vez llego a ésta, la abro y al ver quién se encuentra del otro lado esbozo una leve sonrisa. 

-Hola Adam -habla Lisa sonriendo con nerviosismo.

Inmediatamente me acerco a ella y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo atrayéndola en un abrazo, el cuál no tarda en devolverme. Una vez que nos separamos, la observo. Trae su rojizo cabello suelto sobre sus hombros. Viste una blusa blanca y una falda tubo negra, además de unos tacones del mismo color. Se ve muy linda.

-Pasa por favor- le digo mientras me hago a un lado y la dejo pasar.

Ella camina hacia el sofá y mientras se sienta yo cierro la puerta detrás nuestro para después seguirla y sentarme a su lado. Nos quedamos en silencio y ella mira alrededor del departamento distraída, cómo queriendo evitar el contacto visual, algo muy raro en ella.

-Perdón por no haber hablado contigo estos estos dos días Lisa, es sólo que no sabía cómo disculparme contigo por mi cómo reaccioné el día de la cena.  -romo el hielo tomándola de las manos, haciendo que me mire. En realidad ella no tenía la culpa de que nuestros padres sean como son y que quieran obligarnos a casarnos.

-Está bien amor. Se que comprometernos es muy precipitado y esa noche no me di cuenta y por supuesto tu madre nos tomó por sorpresa. - habla-Además, ni siquiera tenemos veintiún años, tenemos una vida por delante. No hay que quemar el tiempo, ya llegará el momento en que debamos casarnos, pero no hay por qué apurarnos. Tienes toda la razón.- suspira.- Además, si me pides matrimonio quiero que lo hagas cuando de verdad sientas que quieres pasar el resto de tu vida conmigo y me ames con todo mi corazón así como yo lo hago ahora. Estoy dispuesta a esperarte el tiempo que sea necesario.