La Obscuridad Del Laird

16 acontecimientos

Y soy tan buena que decidí no hacerles esperar mucho.

— Despierta, despierta.

Un lamento salió de sus labios Kerr no estaba bien pero su padre no podía verlo así o sabría qué estaba pasando como lo supo Dave.

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En la sala se escucharon gritos y pronto los criados miraron con horror la escena, no se atrevieron a mover al muchacho hasta que Nerys Beath viniera.

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— Cálmate, cálmate, -dijo Dave.
— Está sufriendo Dave y no podemos hacer nada.

— Podemos pedirle a nuestro señor su misericordia -parecía no ser suficiente pero era todo lo que tenían y así lo hicieron.

Cuando llegó la noche Kerr había armado un pequeño grupo para salir al rescate de su hermana, tenía la seguridad de que estaba viva y debía salvarla.

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Nerys entró en el calabozo y entonces vio... una escena de horror; Duncan sostenía un látigo con sangre, mientras con la otra sostenía su costado que sangraba profusamente. Escuchaban los lamentos afónicos de la chica más el cuerpo de Duncan no le permitía ver la obra de terror que la obscuridad en Duncan había creado.

— Ervyn Mackenzie ¿qué has hecho? -dijo con la voz pesada cargada de miedo e impotencia ante lo que podría encontrar.

— Cállate y déjame bruja, mi padre ha muerto y un día de estos te mataré para que te entierren junto a él ya que tanto lo amaste entonces te haría un bien.

— Hazlo pero primero déjame verla -sin intensión le golpeó su costado herido, lo hizo doblarse y aprovecho a quitarle el látigo.

— Bruja maldita.
— Serás el Laird pero soy tu nana no lo olvides y antes de matarme también tendrás que esperar a que te cure. Un grito escapó de los labios de Cait, la herida de Duncan podía esperar; así que ignoró la sangre que había perdido Duncan y que era la razón de aquel repentino mareo, pero qué era para aquel guerrero aquella que podía clasificar como insignificante herida; mientras que podía asegurar que aquella muchacha estaba luchando por sobrevivir a algo que jamás imaginó vivir ni en sus peores pesadillas. Lo cierto es que ni la misma Nerys estaba preparada para ver algo así, al menos no por obra de Duncan.

— ¿Por qué los has hecho? -la mirada de dolor de Nerys Beath se le clavó en el alma, en lo más profundo, como si una parte de Duncan hubiera muerto, entonces el velo de furia que le había nublado los sentidos le fue arrancado de golpe.

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— ¡aahg! El chico despertó con un grito que todos agradecieron pues estaba vivo.
— Pensé que estaba muerto -dijo Yvaine.
— ¿Dónde está ella?, mi hermano la ha golpeado y es por mi culpa.
— No se mueva, Nerys fue a ayudarla; ¿dónde le duele? -preguntó tratando de ser útil.
— Kendrew señaló el tobillo así que pronto la chica de uno 16 años tocó partes de su cuerpo para revisar que estuviera bien mientras otros buscaban vendas, agua caliente y un hombre que ayudara a levantarlo, el chico termino sonrojado y avergonzado puesto que era la primera vez que una mujer tocaba su cuerpo de esa forma.

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—Necesitamos algo de whisky.
— Dirás mucho whisky -dijo Dave.

—Lo necesario para sobrellevar está angustia. Después de esto tomó una ruta secreta con la sangre caliente por el whisky y la angustia, apenas sentía la intensidad del noche fría hasta que llegaron al lugar que creía sería un lugar seguro.