003.

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JungKook no era de los chicos que solía hacerle caso a todo lo que sus molestos padres decían o a lo que todo el mundo pensara sobre el.

¿Que era un odioso? ¿Que debería ser más amable? ¿Que debería ser más normal? ¿Que debería tener más corazón? ¿Que debería bajarle dos rayitas a su arrogancia? JungKook se pasaba todas esas cosas por donde no le daba el sol.

A su corta edad de doce años, JungKook se dio cuenta de que nunca se podía confiar en nadie.

Ahora a sus diecisiete, JungKook era el ser más egoísta y reservado de todo el universo. Era como la ostra que esconde una perla dentro suyo. La perla; sus secretos.

JungKook temía a abrirse a cualquier persona. Hasta a su propio ser, el mismo se escondía cosas de su persona. Al único al que no podía mentirle, era a su lobo interior. Ese maldito sabelotodo que siempre recrimina a JungKook por no ser el Alfa que debe ser.

Ese día, ese lobo interior andaba más insoportable de lo normal.

JungKook solo quería distraerse un poco de los estudios caminando por el campo verde de la escuela. JungKook no pretendía intervenir en ningún pelea común entre alfas o simplemente prestarle atención a alguien. El solo quería preocuparse por el mismo y su estrés acumulado.

Hasta que una mochila llegó arrastrándose hasta sus pies. JungKook miró sus pies con el ceño fruncido y un poco confundido. Levantó la mochila plateada y la miró por todos lados, esto solo le podía pertenecer a una persona. Una pequeña y indefensa persona.

JungKook miró hacia su derecha donde había un círculo de chicos, rodeando al pequeño Omega. JungKook rodó los ojos y dejó la mochila debajo de un árbol para que nadie le pasara por encima.

Pero entonces su mirada se vio inconscientemente dirigida hacia el centro del círculo de chicos. No podía escuchar nada d ello que decían, pero podía ver a JiMin en el suelo. Su mirada fue lo que más le llamó la atención. Los pequeños ojos de JiMin estaban llenos de angustia y terror, JungKook se sintió mal por un Segundo. Pero se fue enseguida.

-¡No por favor!-gritó el pelirrubio haciéndose una bolita en el piso en medio de todos los chicos.

JungKook miró como varios chicos le agarraban de las manos, dejándolo más expuesto. Ese sentimiento volvió, revolviéndole el estomago y provocándole una incomodes extraña en la punta de los dedos.

-No lo harás JungKook-se repitió así mismo mientras respiraba hondo e ignoraba a su lobo interior que amenazaba con hacerle aullar en cualquier momento.

Pero fue demasiado tarde cuando JungKook logró evadir a su lobo interior.

Se acercó al círculo y agarró al primer tipo que se le cruzó en el camino, y pobre de él por qué le quedaría la quijada desmontada y una costilla echa trizas.

Con los demás hizo lo mismo, dejando a los seis chicos en el piso, en menos de cinco minutos. Su respiración estaba entrecortada y sabía que sus ojos se estaban tornando de un tono amarillento.

Sacudió la cabeza lo más rápido en lo que logró asimilar que su lobo interior estaba al mando, y miró todos los cuerpos en el piso quejándose.

Frunció el ceño.

Todo por ese chiquillo tan débil e inútil.

JungKook se volvió hacia el chico detrás suyo, JiMin estaba aún más aterrado de lo que estaba antes cuando le molestaban esos chicos. Le miró con los ojos como platos, y lo más rápido que pudo, se levantó del piso y salió corriendo de donde se encontraba JungKook.

JiMin aún no podía asimilar nada de lo que acababa de ocurrir, y lo único que podía agradecerle a su lobo, era que lo impulsó a correr lo más lejos que pudo de ahí.

Cuando entró en el edifico de la escuela, se dirigió directamente a los baños y se encerró en un cubículo antes de que alguien más viniera a acosarle.

JiMin trató de recuperar la respiración, pero no era tanto el correr, si no la imagen de JungKook totalmente furioso y poseído por su animal salvaje.

Los ojos amarillentos de JungKook y esa expresión tan salvaje y capaz de cualquier cosa...hacía que los huesos de JiMin temblaran.

-¿JiMin?-esa voz tan característica, la reconocería en cualquier lugar después de la noche donde se lo encontró por accidente-Puedo olerte, sal de una vez de donde sea que estes.

JiMin tragó grueso, se limpió el sudor y con sigilo abrió la puerta del cubículo despacio.

A JiMin le alivio ver el semblante de JungKook más tranquilo y sereno. No sabia que haría si volvía a ver esa expresión en el rostro de JungKook.

-¿Estas bien?-preguntó seco, por algo dentro de JiMin le decía que lo preguntaba sincero.

-Digamos...-respondió, ya que su corazón seguía latiendo más rápido de lo normal.

-¿Siempre suelen molestarte de esa manera?

-Desde cuando te importa...-balbuceo entre dientes, JungKook no pudo escucharle.

-¿Que?

-Nada-dijo-Estoy bien, puedes irte.

JungKook no dudó dos veces en sentir y salir por la puerta del baño. JiMin frunció el ceño no muy contento con lo que acababa de hacer el pelinegro. No era la idea de que se creyera el cuento de que estaba bien con todo él avisos que recibía. No era como si quisiera la compañía de JungKook... ¿o si?

JiMin se vio molesto de alguna manera ¿por qué de todas las personas de la escuela, tenía que ser Jeon JungKook el que le ignorara? No solía sentirse especial por ser deseado por todo mundo, pero al ser 'desechado' de alguna manera por JungKook le hizo sentirse impotente.

Pero había en JungKook. Algo que a JiMin le impedía no interesarse por el.

-Uhg-dijo mientras se miraba en el espejo del baño-¿Mi delineador nuevo? ¿Mi ropa? ¿Mi apariencia?

Fue la primera vez que JiMin se miró en un espejo perfectamente arreglado y se sintió mal consigo mismo. Odiaba sentirse así. Y más odiaba sentirse así por una persona.

JiMin abrió la llave del agua y con asco se echó agua en la cara, quitándose el maquillaje. Se sentía horrible andarlo y que alguien no le prestara atención.

A JiMin nunca le había echo falta atención, y ahora que no la tenía...

-Mierda...-se repetía una y otra vez-Mierda, mierda, mierda.

JiMin se jaló el cabello en señal de frustración. Jeon JungKook era un idiota, pero solo creía de esa manera por razones que JiMin aún desconocía.

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My Boy ; KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora