016.

128K 14.3K 3.8K
                                    

La ubicación de JiMin no era para nada lo que JungKook esperaba, sabía de la existencia de esa residencia pero nunca imaginó ver a JiMin dentro de ella.

Había estado ahí un par de veces, los Min eran una familia bien reconocida en la manada por ser los principales exportadores de supresores y pastillas para inhibir el celo.

El señor de la casa, Min GookDu era un señor amable y dócil. Nada parecido a su amante, la madre de JungKook. Ah, ya JungKook perdía la cuenta de cuántas personas conocía a través de los amoríos pasajeros de su madre.

—Estas consciente de quién es el que está ahí adentro ¿cierto?—dijo NamJoon mientras ambos miraban desde el auto la mansión que había frente a ellos.

—Claro que se quien es, y lo voy a matar—dijo sin ninguna duda o resentimiento. Se bajó del auto y cerró con un portazo—¿Me ayudaras o no?

—Sabes que si—NamJoon rebuscó algo en el asunto trasero de su auto y sacó una computadora—Una casa así debe de....

NamJoon se fue dentro de sus pensamientos antes de terminar la frase, los códigos y las computadoras eran su vida. Había descubrido tener una gran habilidad para entrar en cualquier red y decidió explorar más a fondo. NamJoon era un gran hacker, perfecto para viendo quieres matar a alguien.

—Estos idiotas tienen la peor seguridad de la historia—dijo NamJoon esbozando una sonrisa—Hay varios guardias en la casa, no entiendo qué loco tiene guardias en su casa pero bueno, por lo qué pude ver por las cámaras, YoonGi está en el tercer piso.

—Muy bien—dijo JungKook pensando un poco la situación—Si no vuelvo en diez, entras.

NamJoon asintió y JungKook corrió hasta la puerta de la mansión.

Al entrar por la puerta, lo primero que lo recibió fue un balazo al lado de su rostro, justo en la puerta de cristal. Un hombre grande, vestido en un traje negro y con un arma en la mano le apuntaba seguramente a matar.

Jeon no dudó en acercarse esquivando el segundo balazo dado muy torpemente y le quitó el arma de las manos y dispararle justo en el hombro. El hombre cayó al suelo de inmediato.

Indiferente, JungKook tiró el arma al suelo y siguió su camino. En los pasillos se encontró con guardias iguales, a los cuales no les fue difícil noquear en varios o un movimiento. NamJoon tenía razón, los idiotas tenían una pésima seguridad.

JungKook logró llegar al tercer piso, pudo distinguir fácilmente la habitación donde estaría JiMin ya que quería la última en el fondo del pasillo y la más grande.

Caminó hasta ella, forzó la cerradura pero le fue imposible. Decidió optar por la fuerza y de una patada abrió la puerta de madera frente a el.

Su sangre hirvió, al ver a YoonGi sobre JiMin besándole descaradamente con lujuria. ¿Como pudo JiMin ser tan tonto si le había dicho que no se acercara a YoonGi?

—Te lo advertí malnacido—sentenció JungKook mientras se acercaba a la cama y agarrando a YoonGi de la camisa, lo aventó contra la pared al otro lado de la habitación.

La furia invadía cada centímetro del cuerpo de JungKook, y desafortunadamente para YoonGi, el lobo interior de JungKook estaba al mando del mismo.

—¿¡Que pasa contigo!?—vociferó YoonGi con enojo mientras trataba de levantarse del piso. La pared de concreto acababa de abollarse y algunas costillas de Min estaban rotas.

—Estabas advertido—le recordó JungKook con ironía, se acercó a él y le agarró de la camisa—Ahora morirás hijo de perra.

JungKook le levantó del piso, con fuerza le estrelló por segunda vez con la pared y comenzó a golpearle a puño cerrado. Un aura violenta, pesada y traumatizadora irradiaba de JungKook llenando toda la habitación.

JiMin miraba cada movimiento y expresión de JungKook casi horrorizado. Los ojos del pelinegro volvían a tornarse amarillentos y las venas en sus brazos y cuello se marcaban cada vez más con cada golpe que daba en el cuerpo de YoonGi.

No había centímetro de piel, que JungKook ya no hubiera golpeado de YoonGi. El más pequeño se veía en bastante desventaja ante el fuerte e imponente alfa que se había más que enfadado con el.

Pero JiMin ya no podía precensiar tanto.

—¡JungKook!—pero este hizo oídos sordos a la voz de JiMin—¡Ya para JungKook! ¡Fue suficiente!

Ahora, también hay que recordar que JiMin estaba esposado a la cama y poco podía hacer para detener a JungKook. Solo podía gritar y esperanzarse de que en algún momento JungKook se cansaría de moler a YoonGi en golpes.

—¡JungKook!—el seguía sin parar de moverse en contra de YoonGi—¡Y-ya! ¡Ju-JungKo-Kook!

La voz de JiMin comenzó a quebrase, las lagrimas amenazaban con salir y JungKook pudo presentir eso al primer instante. Dejó de golpear a YoonGi abruptamente dejándole caer en el suelo, casi al borde de morir desangrado o por una hemorragia interna.

JungKook solo podía ver las lagrimas de JiMin salir por sus pequeños ojos y resbalarse por sus enormes mejillas. Ahora se sentía horrible, por haber dejado que JiMin presenciara aquello.

Se acercó con cuidado al rubio, y aunque su mirada fuera como la de un perrito regañado, JiMin tembló de terror cuando JungKook trató de quitarle las esposas. Trató de no rozar la piel de JiMin en lo más mínimo para no asustarle más de lo que ya lo había echo, pero al parecer el miedo duraría un rato.

JungKook rompió las cadenas de las esposas ya que no encontró las llaves y le extendió las pertenecientes prendas a JiMin. El rubio se vistió lento y con cuidado, ya YoonGi se veía como si no pudiera si quiera mirar con claridad.

—Yo no quería...

—No digas nada—le interrumpió JiMin tratando de borrar esa horrible imagen de un JungKook sanguinario y extremadamente violento—Está bien...

Cundo terminó de vestirse, JungKook ayudó a JiMin a salir de la habitación. Al estar atado de pies y manos, las esposas le habían dañado los tobillos y las muñecas.

JungKook y JiMin estaban a punto de bajar del tercer piso, cuando un sonido ensordecedor dañó los tímpanos de los dos lobos en las escaleras.

YoonGi estaba en el pasillo, y a duras penas le había disparado a JungKook en el muslo derecho. JungKook soltó un bufido de dolor y se volvió a YoonGi con la mirada más asesina que en su vida había dado. Se la había ganado.

—Lo siento JiMin, pero matare a ese hijo de puta—se volvió hacia JiMin y después hacía el que le disparó—Nadie se mete conmigo y no paga las consecuencias.

Jsjsjs hola! :)

Siempre actualizo muy seguido esta historia, pero ayer y hoy me he sentido muy enferma sooo...no eh podido actualizar :( también tengo exámenes y pues eso me retrasa :p

Lo siento! Pero bueno, trataré de actualizar esta historia y 'Don't' mas rápido :)💕

Lo siento! Pero bueno, trataré de actualizar esta historia y 'Don't' mas rápido :)💕

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
My Boy ; KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora