El camino en auto fue corto, pasaron por varios lugares conocidos, como la residencia de JungKook y el centro. Pero JiMin se perdió, una vez atravesaron unos tres kilómetros más adentro en el barrio de JungKook.
Era un barrio secundario, un poco más bajo al de JungKook, que tenía varias casas abandonadas y destrozadas. Se veía como que fue un barrio bonito hace bastante tiempo.
—¿Donde estamos?
NamJoon no contestó, simplemente siguió manejando, y unos metros después se parqueo a un lado de la calle. Apagó el auto y se quedó en silencio dentro del auto.
—¿Que pasa NamJoon? ¿Pasó algo malo?—JiMin ya tenía varias cosas malas en su vida, sólo le faltaba que NamJoon le saliera con alguna otra cosa.
—Baja del auto, dame un momento—NamJoon se veía un poco tenso, un poco nervioso por algo.
JiMin solo asintió, desabrochó su cinturón y se bajó del auto. Dejó a NamJoon dentro de los vidrio polarizados del auto. El ambiente era frío, el aire le pegaba en la cara desordenándole el cabello rubio. Algo le traía un sentimiento...bastante incómodo sobre algo que no conocía.
—Sígueme—NamJoon se bajó del auto, y JiMin dio varios pasos para ponerse a su lado y seguirlo.
JiMin se acercó bastante a NamJoon, el lugar le traía un sentimiento extraño sobre algo terrible. Algo malo había pasado ahí.
NamJoon condujo a JiMin dentro de una casa abandonada igual, con las ventanas rotas, las paredes llenas de moho y con muchos pedazos de infraestructura fuera de la misma.
—Haz silencio, y solo escúchame—dijo NamJoon, JiMin tragó grueso y solo asintió obedeciendo a NamJoon.
Subieron unas escaleras y se detuvieron en la primera puerta entreabierta que estaba al lado de las escaleras. NamJoon se arrodilló en la puerta, JiMin imitó la acción y miró al pelinaranja. NamJoon señaló dentro de la habitación, JiMin se volteó lentamente hacia donde NamJoon señalaba.
El corazón se le detuvo.
Casi se le va el alma al ver lo que NamJoon señalaba.
JungKook.
Él estaba ahí, frente a sus ojos. Sentado en el piso, sosteniéndose la cabeza entre las manos y con la expresión más triste que JiMin había visto en su vida. JungKook era el claro ejemplo de la expresión de 'cómo un perro regañado'. Sus labios fruncidos, su mirada baja y las manos le temblaban ligeramente. A JiMin se le quebró el alma en mil pedazos al verle de esa manera.
—Jung HoSeok.
Las palabras de NamJoon hicieron click en el cerebro de JiMin al instante. Había visto su noticia en la tele el día después de que murió, le pareció una historia horrible y bastante...¿tonta? La 'homosexualidad' era algo totalmente natural en la sociedad de lobos. Así que básicamente ese idiota había sido la persona más despreciable y cochina qué hay en el mundo.
JungKook...¿que tenía JungKook que ver con la muerte de ese chico?
—¿Que pasa con el?—mierda, NamJoon se lo advirtió.
JungKook levantó la cabeza, las malditas habilidades de alfa no eran buenas en esta situación.
—Corre idiota—dijo NamJoon, pero JiMin se quedó estático—¡Que corras Omega!
JiMin se levantó del suelo, bajó las escaleras, salió de la casa y corrió lo más rápido que lo había echo en toda su puta vida. Corrió, sus piernas humanas ardían y la garganta se le secó.
JiMin tuvo que parar tres kilómetros después de correr como nunca lo había echo, se abanicó un poco con sus sudadera y respiró hondo cerrando los ojos. Al abrirlos, casi pierde su respiración otra vez, el corazón se le paró y cayó sentado en el piso mirando como un par de ojos amarillos casi le mataban con la mirada. Su respiración se entrecortó aún más y juraba que el corazón se le iba a salir por la garganta.
Jeon JungKook estaba parado justo frente a el, con su maldito porte atractivo, sus brazos cruzados y sus piernas separadas. Sus ojos estaban amarillos, su lobo estaba ahí y eso no era nada bueno para el pequeño Omega. Se sentía bajo esa presión de relación alfa-omega que tanto había odiado siempre. Ese regaño indirecto que le daba el lobo interior de JungKook al de JiMin.
—¿Que te dijo NamJoon?—dijo pausado y con voz fuerte. JiMin tragó grueso, las palabras no salían—¡Respóndeme maldita sea!
—S-solo me dijo un no-nombre—dijo JiMin tratando de articular algo coherente.
—¿Cuál?
—Ju-Jung Ho-HoSeok—dijo tragando saliva excesivamente nervioso. JungKook le miraba, después miró hacia el cielo diciendo algo inaudible para JiMin.
JungKook volvió a mirar a JiMin, seguía con los ojos amarillos. JiMin estaba fuertemente aferrado al césped, tratando de calmar la temblorina y la ansiedad.
JungKook suspiró, no sería fácil, pero su lobo estaba ahí y seguramente le mataría si no hacía nada al respecto.
JungKook se sentó como indio frente a JiMin, este último sentía más cosas que antes. JungKook le miró de reojo, fue horrible ver como solo con su presencia espantaba totalmente a JiMin.
—HoSeok era mi novio—JiMin tragó grueso—Le amaba mucho, pero supongo que fue la persona correcta en el momento equivocado. Su padre nos atrapó besándonos, la ira le invadió y mató a HoSeok a golpes.
JiMin no sabía que responder ¿que le diría a alguien que se habría completamente a él y le contaba probablemente lo peor que le había pasado en toda su vida?
—Me separe de todo, dije que no volvería a importarme nada. Fue malditamnete horrible ver como NamJoon volvía a ser callado y me buscaba todos los días en la escuela. Pero yo no me acerqué y me hice como soy ahora—JungKook parecía totalmente arrepentido, parecía dolido y melancólico—Trate de arreglar todo en mi, de encerrarme y de no volver a ser el de antes...
JiMin bajó la mirada y probablemente se le había ido el alma por unos instantes. Ya que su lobo interior sollozaba por JungKook y él estaba a punto de hacerlo.
—Pero ahora..—JiMin miró a JungKook con cierta esperanza en sus ojos—Maldita sea no puedo controlarme cuando estas cerca JiMin. Destruyes cada vez más rápido esa barrera que tanto me esforcé en construir, haces que vuelva sentirme...completo. Cuando HoSeok murió, me sentía vacío y sin nada a que aferrarme. Cuando estas tu...mierda esto no es cierto...
JungKook sonrió irónico mirando el cielo y casi recriminándose algo dentro suyo, estaba soltando todo sin ningún escrúpulo, su maldito lobo terminaba las cosas y bien echas.
—¿Cuando estoy yo que?—se atrevió a preguntar JiMin.
—Cuando estás tú, vuelvo a ser el mismo JiMin. Vuelvo a sentir y saber que estoy vivo—soltó JungKook casi rogándole algo a JiMin, el rubio no entendió que—Tú...mierda ¿que es lo qué haces conmigo Omega idiota?
—Me gustas JungKook.
El corazón del pelinegro se detuvo, al igual que todo el resto del mundo al rededor de ambos.
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Hola hola hola hola
Aahhhhh! Me siento tan emocionada por este capituló ;w; Espero que les haya gustado❤️
También ya tenemos 10k de lecturasss!! Si :D De verdad muchas gracias por todo su apoyo, las amo💖
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