JungKook había parado de llorar ya hace un rato. Cuando la policía había llegado, se habían llevado a HoSeok en una bolsa blanca alejándole de lo único que quería ver en ese momento.
—Tranquilo JungKook—le decía su padre mientras le palmeaba la cabeza—Ese hombre no te hará nada nunca ¿si?
—¡No me preocupo por mi!—gritó harto de que todo el mundo se preocupara por el—¡HoSeok murió! ¡Eso es lo único que me importa!
—¡JungKook..-!
—¡Me importa una mierda lo que tengas que decirme!—JungKook se encaminó entre en cuerpo de policía que estaba en la sala de su (ahora muerto) novio.
Corrió fuera de esa maldita casa, corrió y corrió hasta que sus pulomones ardieron y sus piernas humanas no le soportaron el recargo físico.
No había mucha gente en donde estaba parado, era solo un campo abierto con unas líneas del tren cerca. JungKook tuvo tentación de amarrarse a ellas y negarse a irse hasta que le devolvieran a HoSeok. Necesitaba de él, de sus caricias, su sus sonrisas y de toda su felicidad desbordante. Él era como un órgano vital para el, y ahora sentía que iba a morirse ya que lo habían apartado de él.
Se dejó caer en el césped del campo, sintiendo como algunas hierbas malas le arañaban las manos y las buenas acariciaban sus dedos. Seguramente él era como la hierba mala, que sólo servía para echar a perder a las demás hierbas. Seguramente HoSeok sería como las hierbas buenas, siempre suaves y amables con todo y todos.
JungKook no servía para nada. Solo se quedó sentado mientras asesinaban a la persona más querida que tenía. Ahora la había perdido para siempre, ya no sería el mismo de antes, eso estaba más claro que el agua.
JungKook no tomó mucho tiempo en apartarse de todo. Se separó de NamJoon, dejándole sin aviso o razón alguna para el mayor. Se alejó de su madre y de su padre, el cual no duró mucho en hartarse e irse de casa. Su madre, tampoco duró mucho en comenzar a traer más veces al padre de NamJoon y a varios hombres diferentes. Tampoco duró mucho en enfermar horriblemente, de anemia y depresión profunda. Se sabía que si un lobo perdía a su alma gemela, caía en un estado de depresión casi al borde de la muerte. Justo lo que pasaba con JungKook.
HoSeok era lo que lo ataba a este mundo, y ahora que no lo tenía a su lado, era como si no pudiera confiar en nadie más para desahogarse o ser el mismo. Ahora debía guardarse todo, sus sentimientos, sus dolores, sus alegrías (las cuales eran míseras y muy escasas) y también su verdadero yo.
Cubriendo así todo ese dolor, con el carácter hijo de puta que ahora presentaba con todos. JungKook había jurado nunca más interesarse por nada ni nadie nunca más en toda su miserable vida.
Pero tal vez...tal vez algún rayito de sol se asome en la vida de JungKook. Más específicamente, un rayito de sol omega llamado Park JiMin.
✧PRESENTE✧
—No era necesario que me hicieras llorar más idiota—dijo JungKook sirviéndose la nariz y frunciendo el ceño en sentido contrario a NamJoon.
—Pues llora todo lo que quieras bebe, por que después de eso, vas a arreglar tus errores Jeon—dijo NamJoon, JungKook le miró sin entender—¿Entonces que pretendías? ¿Esconderte toda la vida de JiMin y seguir ocultando todo lo que sientes por el? ¡Vamos JungKook! Creí que los alfas éramos inteligentes y fuertes.
—Pero JiMin puede que ya no quiera ni verme.
—Y tiene sus razones idiota, pero tú vas a salir a pelear por el cueste lo que cueste ¿de acuerdo? Sea fácil o difícil, se que lo quieres. Y no se puede negar a tu alma gemela una vez que la encuentras.
—¿Y si no es mi alma gemela?
—Si no lo es, no se que lo es, por que ese chico es el único que te soporta Jeon—ambos esbozaron una sonrisa divertida—Ahora, limpia esas lagrimas, vamos a comer pizza.
NamJoon si sabía cómo alegrar el día de JungKook, la comida siempre lo arreglaba todo.
JiMin mientras tanto, estaba inconsolable en la casa de TaeHyung. Se había encontrado varios botes de helado en el refrigerador de TaeHyung y uno por uno los devoró completos. Fueran de fresa, de vainilla o de limon, JiMin acabó con todos y cada uno de ellos sin notar en qué momento. Todos sus pensamientos rondaban alrededor de JungKook, y no podía apartar su cabeza de ese idiota tan raro.
Se sentía bien saber por fin lo que sentía. Amor. No había otra palabra para ello. Un amor extraño e incondicional que JiMin estaba dispuesto a darle a ese alfa tan poco delicado y gruñón.
Pero se sentía horrible saber qué tal vez ese amor no era correspondido. Arruinado. Así están todo en ese momento para JiMin. Nada había podido salir peor, y nadie podía arreglarlo. Nadie podía decirle a JiMin que todo fue un sueño y que en verdad no sentía nada de eso por JungKook. Pero se equivocaría si le dijeran todo eso, era la realidad, y JiMin estaba perdidamente enamorado de Jeon JungKook.
JiMin estaba en la cama de TaeHyung, cama donde había dormido con JungKook. Tal vez se estaba imaginando todo, pero el aún olía a JungKook en el lado de la cama donde durmió el pelinegro. Se le quebraba aún más el corazón al darse la idea de verle ahí acostado junto a él y saber que no sentía lo mismo que el.
Ah...pero bueno, JiMin no podía hacer nada para cambiar los sentimientos de JungKook... O tal vez no era necesario cambiar nada.
Tal vez solo pensarlo y averiguar cuál era el maldito problema psiquiátrico que tenía Jeon en la cabeza como para negar los sentimientos correspondidos de JiMin.
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Ay Jesus.... Quiero escribir tantas cosas, tengo tantas ideas pero no c como desarrollarlas :(
Por cierto, si a alguien le aburren estas notitas, díganme para quitarlas :'v cjau❤️
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