My Boy ; KookMin

046.

Los cuatro hombres en la sala se quedaron en silencio, después de que JungKook amenazara casi con quitarse la vida por salvar a JiMin, todo se volvía más serio.

—JungKook, creo que deberías pensar esto—dijo NamJoon, intentando calmar las ansias de JungKook.

—¡No necesito pensar nada, NamJoon!—gritó con furia hacia su amigo.

—JungKook, cálmate—insistió NamJoon con tono fuerte y acercándose a JungKook.

—¡No necesito calmarme! ¿¡Okay!? ¡Lo que necesito es recuperar a JiMin!—JungKook apenas si podía controlarse de golpear a su mejor amigo en el estómago.

—JungKook...—NamJoon bajó la mirada un momento respirando hondo—¡Dije que te vas a calmar! ¡No vas a arriesgar tu vida de esta manera! ¡Si mueres, ¿de que sirve traer a JiMin de vuelta?!

—¡No eres tú el que no recuerda NamJoon! ¡No eres el que no recuerda besos, sentimientos, a la persona que amas! ¡No eres el que está muriendo por dentro!—con cada frase, JungKook empujaba a NamJoon, hasta que le hizo chocar con una pared de la casa—Así que, deja de decirme que me calme, porque no me puedo calmar cuando estoy sufriendo.

NamJoon se había quedado quieto, los ojos de JungKook se habían vuelto amarillos y el pelinaranja podía jurar que había visto crecer sus colmillos ligeramente. La respiración de JungKook era pesada, a pocos centímetros de NamJoon, era aterradora.

—Entonces puedes hacer esto solo—NamJoon empujó lejos a su amigo y con furia salió de la casa dando un portazo.

El silencio volvió a inundar el lugar, donde JungKook seguía respirando agitado y furioso, TaeHyung estaba aterrado y SeokJin simplemente miraba la escena.

—¿Que es lo que me vas a hacer?—preguntó JungKook hacia SeokJin, este último dejó la taza de té que tenía en las manos en la mesita de centro.

—Claro...¿por qué no me acompañan?—SeokJin se levantó del sofá y comenzó a adentrarse en su casa.

Se acercó a la pared debajo de las escaleras, donde había una puerta lo bastante baja como para que tuvieran que encorvarse para poder pasar.

Un lugar oscuro, con paredes llenas de moho, un olor nauseabundo y aire pesado, fue lo que JungKook vio cuando SeokJin abrió la puerta que se encontraba en frente suyo.

—Pasen—SeokJin se hizo a un lado y dejó pasar a los menores primero. Los dos muchachos pasaron y se quedaron en el pequeño espacio que había antes de comenzar a bajar por unos escalones resbalosos—¿Que pasa? Comiencen a bajar.

Ellos comenzaron a bajar, TaeHyung dio un respingo cuando SeokJin cerró la puerta de un golpe.

—JungKook...—susurró TaeHyung—¿De verdad confías en este tipo?...

—Es el único recurso que nos queda, TaeHyung—el peligris tragó grueso, era cierto, si querían encontrar a JiMin, esta era la última opción.

Al terminar los escalones, los tres se vieron en una oscuridad profunda, aún con el olor nauseabundo a madera podrida y humedad. Todo esto, hasta que SeokJin avanzó hasta el centro de la oscuridad y prendió una luz que iluminó todo el lugar.

—¿Que mierdas es esto SeokJin?—JungKook quiso arrepentirse por un momento, por que hasta el pelirosa se veía sorprendido.

Dos sillas de electrochoque, dos tinas de metal llenas de agua con hielo y por lo que JungKook podía oler; mucha sal.

—¿Que harás con eso? ¿Vas a causar incendió con agua salina aquí abajo?—JungKook aún no podía entender de donde había salido todo esto.