Una semana había pasado. Una maldita semana en que JiMin tenía una rutina horrible de ir a la escuela, llegar a su casa y llorar por el idiota de Jeon JungKook.
JiMin se sentía excesivamente roto, aunque tal vez JungKook no fuera su alma gemela, él sentía como si de verdad lo fuera y le hubiera abandonado. Nunca se había sentido tan mal por alguien, ni si quiera cuando su hermano menor llegó a su hogar.
Por qué claro, ese pequeño niño era su hermano, pero no era exactamente su sangre. El pequeño HyoJin era un niño el cual había encontrado en la puerta de su casa una noche de primavera, en ese entonces, el padre de los mellizos y JiMin decidió criarlo como si fuera un mellizo más. Así fue como nacieron los trillizos Park, pero bueno, me desvié demasiado del tema.
JiMin volvía a recibir acosos constantes, pero no necesariamente de la misma manera que antes.
Después de que varias personas se hubieran enterado de que JiMin estuvo en casa de Jeon, y varias horas después se había ido para casa de TaeHyung (también después de malinterpretar varias cosas en la fiesta de TaeHyung), la reputación de JiMin había cambiado un poco.
Todos andaban diciendo que JiMin era una zorra, que jugaba con su primo y con Jeon. Que había echo unas cosas asquerosas con ambos, y a pesar de todo que JiMin era una pasiva. Okay, JiMin no iba a negar que le daría mucho miedo ser el activo, pero bueno, nadie tenía que saberlo.
JiMin entró en el baño y se metió en uno de los cubículos, quería sentirse solo un rato. Ya varía gente le había dicho lo 'zorra' que era y no se sentía nada bien saber que la gente había pasado de pensar que él era un ángel envidiado por los dioses, a que pensaran que era una zorra que jugaba con su sangre y con el alfa más conocido de la manada.
JiMin escuchó unas risas entrar en el baño, acompañado de varias voces y unos pasos. No era normal encontrar a un grupo de chicos que fueran juntos al baño.
—¿Park JiMin?
—Si
—Sabes que es una zorra, no deberías—dijo uno de ellos, al parecer eran sólo dos.
—¿Y que? Si puede con dos ¿que lo detiene de hacerlo con tres?—el chico que no habló se rió por el comentario.
Los dos chicos salieron del baño, y JiMin pudo notar que algunas cosas no habían cambiado. Al parecer seguía gustándole a la gente, pero no necesariamente de la misma manera que antes.
—¡Park JiMin se le solicita en la oficina directiva!—JiMin saltó un poco al escuchar su llamado por medio de los parlantes. ¿Se había metido en problemas?
JiMin suspiró, salió de su cubículo y paró en la puerta del baño al escuchar como todo el pasillo entero susurraba cosas seguramente sobre el.
JiMin fue a su casillero para agarrar su maletín y cuadernos de la próxima clase y después se fue en dirección hacia la oficina.
Todo el mundo le miraba de reojo y murmuraba cosas que JiMin podía oír perfectamente gracias a su oído más desarrollado (cosa que seguro todas esas personas olvidaron).
'El director de de haberse dado cuenta de lo zorra que es' 'seguramente esta embarazado' 'seguro tiene alguna enfermedad' 'ojalá se vaya de aquí'
Esas eran unas cuantas de las cosas que JiMin escuchó antes de llegar al pasillo de oficinas administrativas.
Al llegar a la recepción, JiMin paró en seco al ver una espalda ancha, una chaqueta blanca y un cabello naranja junto a uno hoyuelos y una sonrisa. No, no, no, no. Mierda, mierda, mierda y más mierda.
JiMin debía salir de ahí rápido antes de que NamJoon notase su presencia, pero cuando se dio la vuelta para escapar de ahí, un grito le detuvo.
—¡Alto ahí Park!—gritó NamJoon, JiMin maldijo por lo bajo e intentó disimular una sonrisa al volverse hacia NamJoon.
—Hola NamJoon...—dijo JiMin tratando de aparentar que no estaba nerviosísimo y que las manos le temblaban como loco.
—¿Que tal? Adivina, te vine a sacar de este infierno, yo sé, agradéceme, soy tu ángel—dijo NamJoon sonriendo y atribuyéndose eso muy claramente—Quisiera mostrarte algo ¿está bien?
—¿Tengo permiso de irme?—preguntó JiMin sorprendido.
—Claro niño, soy mayor de edad, vamos no me gustan las escuelas. Me dan terror—NamJoon hizo una expresión de asco y después pasó un brazo por los hombros de JiMin para salir hacia los pasillos de la escuela.
El olor alfa de NamJoon advirtió bastante bien a JiMin y a todos en el pasillo que no era seguro atravesársele. JiMin solo se dejó 'proteger' por el brazo de NamJoon y salieron del edificio para dejar atrás a esa bola de idiotas bastante mordidos por el acompañante de JiMin.
JiMin vio el Toyota blanco de NamJoon estacionado en frente de el, Justo donde decía 'NO ESTACIONAR' en letras rojas.
—¿Te das cuanta de donde estacionaste?—dijo JiMin señalando el cartel. Mientras ambos se montaban en el auto.
—Si—dijo NamJoon ya dentro del auto—Ahora que soy mayor de edad, fuera de casa, me vale básicamente una mierda lo que me 'obliguen' a hacer o decir. Y si es prohibido, mas adrenalina ¿no?
Vaya que debía ser amigo de JungKook, se parecían demasiado. Pero NamJoon no parecía de los tipos que te golpean como JungKook, tal vez solo que sabe defenderse.
—Y eso me lo enseñó JungKook—aceptó NamJoon después de un rato—Siempre dejaba que se metieran conmigo, pero él siempre estuvo ahí para defenderme...
JiMin no sabía que responder, si JungKook hacía eso por él y por NamJoon ¿que le detenía de admitir que era buena persona? JiMin no podía dejar de pensar en por qué si NamJoon hablaba de JungKook como si fuera un ángel, JungKook no admitía o se comportaba de esa manera con otras personas. ¿Que le había echo cambiar de ser una buena persona a ser el hijo de puta que es ahora?
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