052.

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La brisa marina arrastraba los granitos de arena consigo, haciendo que el aire supiera salado y arañara la cara de JungKook.

Al abrir sus ojos, solo una cosa proceso su mente y era ese tinte tan extraño que tenía el cielo. Manchas rosas y tonos naranjas inundaban los ojos de JungKook. Okay, aún no podía acostumbrarse a que JiMin pudiera hacer lo que se le antojase con la naturaleza.

JungKook estaba acostado sobre la playa, con su cabello enmarañado lleno de arena y pequeñas conchas. Su respiración era caliente y podía sentir un leve frío en los brazos. El oleaje del mar hacia música en el silencio de la playa, solo eso podían escuchar los oídos de JungKook. Saltándole así una cuestionante.

—Buenos días...—unos brazos rodearon su abdomen y sintió como unos mechones de cabello acariciaban su mejilla dándole leves cosquillas.

—Buenos días JiMin...—JungKook se volvió y contempló a JiMin por un momento. Sus labios carnosos, sus voluptuosas mejillas, sus ojos pequeños y su pequeña nariz ¿perfección era lo que veía? Si tal vez era eso y JungKook estaba colmado de felicidad de poder besar esa perfección. Así que lo hizo. Unió sus labios en un suave beso, la cálida respiración de JiMin impacto contra su rostro cuando suspiró.

Estaba claro que ambos durmieron en la playa, y el sol aún estaba despertando junto a ellos. JiMin tenía arena en sus manos y cabello, aún siendo la deidad de la naturaleza, su elemento lo incomodaba con ciertas cosas como la arena.

—Oye..estuve al tanto de cada movieniento tuyo durante estos meses...pero, no pude sentir nada sobre TaeHyung..o mi hermanitos—JiMin comenzó con la mirada baja—Ahg.., soy tan idiota...

—No, no comiences Park JiMin—JungKook levantó su mirada con su mano—TaeHyung..él esta bien, más de lo que podría esperarse y tus hermanitos aún no lo se, pero podríamos ir a ver...

JiMin volvió a bajar la mirada, se sentía avergonzado. Había desaparecido de la vida de sus hermanos, de su familia más querida y de su alma gemela. Eso era algo por lo que se arrepentía con todo su corazón y odiaba haberlo echo, haría cualquier cosa por devolver el tiempo a esa fiesta.

—Deja de recriminarte eso ¿si? Estás aquí otra vez y es lo importante—JungKook se levantó y ayudó al rubio a hacer lo mismo. JiMin se limpió la arena de los jeans y miró a JungKook.

—Pero causé mucho daño, desaparecí, fui un idiota...

—Sabes que tienes un novio totalmente honesto, así que si, fuiste un idiota—JiMin formó una sonrisa, JungKook nunca cambiaría—Pero con que estés aquí, podemos arreglar todo ¿si?

—Okay...—JungKook sonrió, dejó un leve beso en la frente de JiMin y agarró su mano para salir de esa estupida playa cliché.

Al salir de la playa, el primer lugar al que se dirigieron fue a la casa de JungKook. Era el lugar más adecuado, probablemente estaría vacía, ambos podrían ducharse y comer algo.

JiMin entró después de JungKook, dejando a su zapatos llenos de arena en la entrada y aspirando en una primera instancia ese perfume tan característico de JungKook. JiMin sabía que más gente vivía en esa casa, pero aún así, el olor infestaba cada rincón al que JiMin se acercara. Amaba ese lugar más que a si mismo.

—Creo que sabes dónde está el baño, dame tu ropa y la pondré a lavar...—indicó JungKook, y JiMin no podía estar más perplejo.

—¿Sabes usar una lavadora, Jeon JungKook?—el pelinegro puso cara de pocos amigos.

—¿Sabes? Soy un niño mimado, pero usar una lavadora automática no es tan difícil...—JungKook bufó—Ve arriba a cambiarte, busca algo en mi closet y llego después.

—Okay—JiMin subió las escaleras dejando a JungKook atrás.

Minutos después de una ducha caliente, JiMin salió del baño con una toalla en la cintura se dirigió a la habitación para buscar algo en el closet de JungKook.

Había infinidad de cosas, de todos y cada uno de los colores habidos y por haber, JiMin no podía imaginarse como JungKook solo vestía de negro.

JiMin encontró una camisa de él triple de su talla, era la más pequeña que había. Se la puso y se puso sus bóxers, se los cambiaría después. Decidió bajar así con su ropa sucia en mano.

Cuando bajo la última escalera, paró en seco al ver algo bastante...¿incitador? Si así podía llamarle a un JungKook de cabello desordenado y solo unos bóxers.

JungKook se volvió hacia él y por un momento ambos sólo se miraron de arriba a abajo. Deseándose. Pero mierda, ambos sabían que no era el momento de eso.

Con las mejillas ruborizadas, JiMin apartó la mirada y caminó hasta donde estaba JungKook.

—Aquí está..—le extendió las prendas con arena, JungKook las tomó en silencio y desapareció por una puerta. JiMin escuchó como un estruendo salía del otro lado de la puerta y vio como segundos después JungKook salió con una camisa una talla más que la suya como el.

—Ya que te tardaste tanto en el baño, tocándote con mi imagen en tu mente—JiMin murmuró una maldicion en bajo, JungKook era un estupido—Decidí hacer algo de comer ¿te gusta el sushi?

—¿Hiciste sushi?—JiMin abrió la boca impresionado.

—No, hice espaguetis, solo preguntaba—JungKook puso un plato al frente de JiMin. Era el plato de espaguetis más simple que JiMin había visto en su vida.

JiMin se llevó un poco a la boca, y...había que ser sinceros, sabía de la mierda, pero contaba el esfuerzo de JungKook.

—Está rico...—murmuró JiMin tratando de no vomitar de lo salado que estaba lo que tragó.

—No seas mentiroso—JiMin suspiró satisfecho y devolvió la comida al plato—Encontré pizza en la nevera, está claro que no se cocinar...

JungKook sacó una caja de pizza de la nevera, la puso en la mesa y abrió dos latas de refresco.

—La intención es lo que cuenta—JiMin agarro la pizza y se sentó junto a JungKook en el sofá.

El rubio se acurrucó debajo del brazo de JungKook y puso la caja en sus piernas, le dio un trozo a su novio y comió uno el.

—¿puedo decirte algo?—dijo JungKook.

—Claro dime.

—Tal vez no sea el tipo más romántico, experimentado o expresivo—JungKook divago un momento—O paciente, o amoroso, o atento, o...-

—Entendí JungKook—JiMin río.

—Bueno, el punto es que, te amo y mucho.

JiMin sonrió y miró a JungKook, sus ojos estaban amarillos, pero esta vez JiMin no tenía porque temer. JungKook ya no le haría daño, ni él a JungKook. Todo debía quedarse así de perfecto, pulcro e intacto.

—Yo también te amo Jeon JungKook...


Holaaaaaaaaaaa ah, esto fue un capítulo medio de relleno pero los capítulos tiernos son necesarios :')❤️

Espero que les gustara💗

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My Boy ; KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora