054.

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La respiración de JiMin estaba agitada, sus mejillas estaban rosadas y sus manos tenían un leve temblor. Se había dormido en el sofá junto a JungKook. El pelinegro todavía respiraba pesadamente con los ojos cerrados.

Ese sueño había sido totalmente confuso, y ademas había despertado en el sentimiento que suponía había desechado hace años. Al parecer, seguían ahí un poco dormidos.

Pero trató de olvidar los sentimientos nuevos, ya tenía bastantes enredos en su interior como para preocuparse por uno más. Quería encontrar a su familia, arreglar lo que tuviera que arreglar, recibir los golpes que tuviera que recibir y luego poder descansar con la consciencia tranquila, junto a JungKook. Esto último, lo mas importante, junto a su alma gemela.

JungKook despertó un poco de golpe, como si hubiera caído de un precipicio en su sueño, con la expresión adormilada, la mirada perdida y un poco de saliva en la comisura de su labio.

—¿Dormí mucho?—preguntó JungKook, JiMin negó—Ah...es tarde ¿aún quieres verlos hoy?

—Quiero verlos lo más rápido posible—JungKook se limpió la baba y formó una sonrisa en sus labios.

—Como desees..¿vamos?—JiMin asintió y juntos dejaron el sillón y montaron el auto de JungKook.

Durante el camino, JiMin no pudo evitar repensar el sueño tan extraño que había tenido ¿y si pasaba? ¿Estaría su familia en peligro? Habían muchas interrogantes en la cabeza de JiMin, y no todas eran especialmente buenas.

—¿En que piensas JiMin?—dijo JungKook mirando momentáneamente a JiMin.

—Nada importante...

—¿Seguro? No estarás nervioso por lo que vaya a decir TaeHyung o...

—Estoy bien, Kook. No te preocupes—sin mirarlo, JiMin acaricio la mano del pelinegro sobre la marcha del auto.

Fue un camino largo, JiMin pensaba tantas cosas negativas, que siempre que esperaba que el viaje se hubiera terminado, JungKook doblaba en una esquina diferente y seguía recto por unos minutos. Hasta que por fin el pelinegro aparcó el auto frente a una casa que se le hizo conocida, de haber jugado de niño en ese jardín o de haber quebrado una de sus ventanas con una pelota.

—¿Estas bien para esto? Podemos esperar...

—Debo hacerlo ya, si no, nunca tendré el valor suficiente para darle la cara a TaeHyung—JungKook agarró el mentón de JiMin y lo hizo mirarle. Ya estaba bastante cerca cuando JiMin se volteó, ambos se miraron a los ojos, compartiendo cosas, más de las que ambos podían mencionar, con una mirada.

—Yo estaré contigo en todo momento, la fuerza que te falte, encuéntrala en mi ¿si?—JiMin sonrió, JungKook se acercó un poco más y puso levemente sus labios sobre los del rubio.

JiMin bajó del auto, tomando aire y botándolo sonoramente para calmar ese dolor irritante de estómago que lo impulsaba cada vez más a esconderse. Pero todo eso se esfumó una vez JungKook tomó su mano, tenía razón, la fuerza que le faltaba, la encontraba en el y solo en el.

Ambos se pararon frente a la puerta, JiMin presionó el timbre con la mano temblorosa. El silencio después duró unos minutos antes de que alguien abriera la puerta.

—JungKook no estoy de...—el vaso de jugo que traía en la mano cayó al piso y se rompió en mil pedazos derramando el contenido—JiMin...

—TaeHyung...—dijo JiMin, el nudo en el estómago crecía cada vez más.

JungKook miró a TaeHyung, al ver la furia en sus ojos soltó la mano de JiMin y se alejó unos centímetros. Antes de que el rubio pudiera notar esto, TaeHyung dejó caer su puño en el pómulo de JiMin. El rubio retrocedió unos cuantos pasos, con una mano en su mejilla, pero aún así, con una pequeña sonrisa.

My Boy ; KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora