3- 😵 Sólo recuerdo que...

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Me dolía, pareciese que me acabara de caer de culo en el suelo. Habían pasado sólo dos días desde entonces; dos fatídicos días donde mi mente fue traicionera y mi cuerpo cómplice. ¿Qué paso? La verdad ni yo recuerdo bien lo que hice esa noche.

Simplemente, me bañe -casi gritando a los cuatro vientos después de ver mi cuerpo -, me vestí, comí y salí en fuga de aquel costoso hotel como pude. Llegue a mi casa muy agotado y dormí toda la tarde.

Abrí la puerta de mi aula y entre, no había muchas personas todavía a pesar de que casi comenzaban las clases. Tome mi lugar y deje mi mochila en el respaldo de mi silla, suspire.

-¡Yuuri! -la voz de Phichit me hizo mirarlo.

-Hola Phichit, buenos días - dije calmado mientras me sentaba en la silla, en estos momentos prefería las sillas acolchonadas de la sala de computación.

-¡No me llamaste y tu celular ha estado apagado en este fin de semana! Tuviste suerte que no fuera a ti porque salí a visitar a Carls - dejo sus cosas en su pupitre y se sentó a un lado mio cuando jaló su silla.

-Lo siento, pero perdí mi celular el Viernes, creo que lo deje... En el taxi - no podía decirle lo que había pasado, era vergonzoso.

-¡¿Ahh?! Por dios Yuuri, por eso te dijimos que si querías compañía ¿Qué vas a hacer? No puedes quedarte sin uno el resto del año - mencionó, yo sólo me quede viendo como algunos de mis compañeros entraban al aula.

-Lo sé, pueda que hoy compre uno, lo necesito para mi trabajo - dije para luego callarme y aguantar un punzón en mi trasero.

-¿Ya intentaste llamar? Pueda que te lo devuelvan. - comento.

-Lo he hecho pero creo que no van a responder, fueron más de cuatro veces - suspire, creo que se me va a salir el alma de tanto hacerlo - ya lo doy por perdido, tal, me iba a comprar otro pronto - le dedique una sonrisa cual el me regreso.

-Si tu lo dices - sacó algo de su mochila -Por cierto, tus lentes, los dejaste - los extendió a mi.

-¡Oh, muchas gracias! Fue en verdad difícil con los anteriores de repuesto - Me los coloque ya que no llevaba puesto ninguno.

A lo largo de las clases no pude concentrarme en casi nada, el dolor, la incomodidad, la preocupación, el remordimiento y sobre todo los recuerdos, aquellos pocos que recuerdo con claridad. Sus caricias y su voz. No me dejaban en paz.

Casi al término de la jornada escolar salí del salón y marqué por la oficina de auditoría al hospital de mi área cual se me había asignado al llegar aquí en mi primer año. Pedí una cita para mañana por la mañana y regrese a mi salón. Tenía que estar seguro de que no paso a mayores para ese tiempo, recuerdo como batalle este fin de semana, fue el infierno.

El paso sus manos por mi cadera, bajando hasta topar con mis nalgas y apretarlas. Sentí como me falto la respiración.

«-Son perfectas

Desabrochó mi camisa, botón por botón hasta dejan mi torso desnudo, paso sus manos frías hasta quedar sobre mis pezones duros.

«-Ah, más... Por Favor...-»

Se inclinó hacia mi, sin despegar su intensa mirada de mis ojos, estaba temblando, su lengua acarició en círculos mi rígida carne rosada, una punzada subió más mi lívido y no pude evitar gemir. Estaba tan concentrado en sus ojos y su lengua que sólo sentí como el bajo mi pantalón y mi bóxer.

«-¿Eres japonés, verdad? -»

Su boca dejo mi pezón pero su mano tocó mi miembro húmedo, mi cuerpo dio un respingón cuando empezó a masturbarme suavemente, muchas sensaciones brotaron en ese momento.

«-S... Si, lo soy -»

Me empujo y caí en la cama rebotando una vez; quise reírme pero el momento no apareció, quitó mis zapatos, calcetas y lo sobrante de mi vestuario inferior.

«-Estas precioso -»

«-Duele... -»

El se detuvo un momento. Miro mi cuerpo, toco mi estomago y muslos, no se cuantos años tiene, su voz me dice que un hombre joven, cerca de mi edad y uno muy dotado por su dureza que se presiona entre mis nalgas.

«-¿Dónde? -»

Su voz sonó algo preocupada, no lo se bien... Yo baje mis manos y estire mi culo cual lo deje expuesto a él.

«-Aquí

Esos pocos recuerdos eran tan intensos que me hicieron estremecer. Esto tiene que acabar, por dios ¡¿Qué hice aquella noche?! Mis pasos resonaban en el pasillo cuales pocos estudiantes pasaban, faltaban pocas horas salir del instituto.

[***]

Una Noche, Para Toda La VidaWhere stories live. Discover now