Una Noche, Para Toda La Vida

54- Mi familia, no eres tú.

Maratón 4/7

Belén abrió rápido las puertas y Víctor estaba por tomar a Yuuri en sus brazos cuando él miró al frente con sus ojos oscuros, peligrosos.

—Juro que si algo le pasa a mi hijo, te mato — Yuuri después se dejó cargar en los brazos del ruso cansado que no tardo mucho para tomarlo.

—Despide los Celestino— El ruso habló al hombre que estaba en silencio todo este tiempo para luego salir deprisa al cuarto que ambos compartían mientras Belén iba por delante.

No tardó mucho para llegar y menos para que por la puerta entrara Mark con su maletín y sin saludar fuera directo a ver a Yuuri. Víctor se quedó a un lado sentado mientras veía como atendían al japones y en ningún momento soltó su mano. Belén salió de la habitación para traer algunas cosas que le pidió Mark.

Poco después los dolores pasaron y la condición de Yuuri mejoró. Mark pidió hablar con Víctor mientras Yuuri estaba dormido junto a Belén que lo estaba velando. Cerrando la puerta ambos estaban en el pasillo iluminado por los rayos del sol.

—¿Sucedió algo?— Mark pasó su mano por su nuca. —Por suerte solo fue el dolor, no lo vuelvas a que se enoje tanto ¿Fue eso verdad?—

—Si— Víctor miró al suelo enojado, enojado consigo mismo por permitir que eso sucediera frente a él. 

—¿Qué sucedió? Salí de la habitación como bata después de recibir la llamada de Belén— Apuntó a un área donde había habitaciones de invitados en la mansión.

—Mm, su padre vino y lo hizo enojar—  Comentó mientras miraba la puerta blanca de la habitación.

—¿Toshiya?—  Desconcertado, ese hombre ¿Qué podría hacer?

—No, su padre biológico ¿Recuerdas?—  Miró a Mark con una mirada de que hiciera memoria.

—Oh... si, ya ¿Entonces?—  Unas palabras que le dijo Víctor ya hace un tiempo vinieron a su mente, entonces preguntó curioso.

—No importa, él se metió con nuestro hijo y Yuuri se alteró— Una mirada peligrosa se mostró al recordar como el hombre miró el estómago de Yuuri, como si estuviera viendo algo asqueroso.

—Mmh, bueno, sea lo que sea lo controlas y no lo dejes así otra vez. No tendremos tanta suerte si hay una próxima vez, ¿De acuerdo?—  Mark aseveró en sus últimas palabras. 

—Bien— Prometió. 

***

Celestino observó como los coches negros salían de las puertas de la mansión. Estuvo ahí parado por un largo rato hasta que un leve toque en su hombro le hio recobrar sus sentidos y volteo, era Belén quien estaba parada detrás suyo.

—¿Sucede algo Belén?— Giró para verla, ella tan solo le llegaba al pecho.

—El Señor Nikiforov le solicita en su despacho— Informó.

—Gracias— Sin decir otra palabra se fue al interior de la mansión dejando atrás a Belén.

Caminando por los pasillos se encontró con el médico que atendió a Anya cuando Víctor le disparó, lo detuvo un momento y pidiendo el seguimiento supo que Anya por gusto de Víctor no había quedado inválida de una pierna. Celestino solo suspiró, no podía ser más a menos que sus padres estuvieran muertos. Sólo así podría matar a Anya sin que ellos lo tacharan de ser un mal hombre o que lo hicieran pagar de otra forma. Tocó la puerta del despacho y entró, dentro estaba Víctor parado observando fuera de la ventana el viento corría libremente y como un poco de Sol se filtraba a la tierra donde aún, podía sentirse un ligero frío.