32- 🎎 De regreso...

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Lentamente volví a abrir los ojos, ya era el cuarto día después de que viniera Víctor. En este tiempo simplemente estaba en cama débil, ya que estaban limpiando mi sangre y cuidaban de mi bebé, debo decir que el vientre se empezaba a notar y eso me hacía feliz, si mis cuentas eran correctas estaba por entrar a mi segundo trimestre.

Era por la mañana y no tardaría en llegar la enfermera que sabía sobre mi situación, ella me dejaba el desayuno, me ayudaba a asearme y volver a conectarme con los aparatos.

Talle mis ojos y di un bostezo, el silencio era hermoso pero hacían que recordara lo que tengo que hacer cuando salga de este lugar; realmente existe el karma, yo diciendo que Víctor era una persona peligrosa y mentirosa cuando yo mismo no estaba a salvó de mi propia palabra, mentir sobre mi embarazo y hacer que otros lo hicieran por mí propio egoísmo y luego estaba mi parte de la familia que eran Yakuzas.

—Que giró de acontecimientos...— Suspire. Mire el reloj colocado frente a mi que marcaban cerca de las siete de la mañana.

La puerta fue tocada despacio y la enfermera Misha entró. Se veía cansada pero tenía una bonita sonrisa.

—Me ha ganado en despertarlo esta vez joven Katsuki— Dijo mientras dejaba el carrito de la comida y me ayudaba a levantarme.

—Es porque me siento mucho mejor, sus cuidados han sido muy bien dados pero veo que usted está muy agotada ¿Hay mucho trabajo? — Pregunté mientras ella colocaba la mesita de cama y me dejaba el desayuno.

—Si, ha habido mucho movimiento, las lluvias dejan las carreteras muy peligrosas y los conductores se creen corredores de carreras — Suspiro pero luego sonrió

Es verdad, en mi segundo día aquí se vino un torrencial de lluvia realmente fuerte.

—Vaya combinación ¿Ya ha desayunado? — Pregunté mientras daba gracias por los alimentos.

—Si, hace poco. Por cierto, tengo buenas noticias — Se sentó en una silla de cerca y anotaba otras cosas en la tabla llena de hojas que tenía.

La mire confundido.

—Hoy a medio día será dado de alta, el doctor Mark ha revisado los informes y dijo que ya se encontraba estable —Añadió y guardo el papeleo.

—¿De verdad? — Deje mi cubierto a un lado.

—Si, por lo que ya le puedo quitar la vía sanguínea y un par de cables más —Dijo para después dar un pequeño bostezo

—Ah... ¿Y el doctor Mark? No lo he visto desde hace unos días — Pregunté y retome de nuevo mi desayuno.

—Ah.. bueno, ha estado muy ocupado últimamente — Su voz solo temblorosa, la mire de reojo pero no pude ver nada, no tenía mis lentes puestos.

—Ya veo pero ¿Vendrá a despedirme? Le tengo que agradecer por salvar mi vida y la de mi bebé — termine mis alimentos y Misha recogió los trastos.

—A lo mejor si vaya, ya sabe que aquí es muy movido —Dio una risa ligera.

No dije más y deje que hiciera su trabajo, no hay mucho que decir después de eso. Pero de algo estoy seguro, me están escondiendo algo.

No sólo a Mark san no lo he visto sino que ni a Mila y los chicos, a Ota no lo han dejado venir después de que lo dieran de alta hace dos días. No me dejan comunicarme con los chicos y mi familia no sabe que estuve a punto de pasar a mejor vida junto a su nieto. Solo espero que termine ya todo, aunque lo dudo, no sé cómo terminará la plática con Víctor, además que nadie me ha dicho como fui envenenado.

Y la hora llegó, nuevamente Misha abrió la puerta con una pequeña sonrisa, me empezó a ayudar a cambiarme y a guardar algunas cosas. En eso la puerta nuevamente fue abierta y Ota entro corriendo feliz.

Una Noche, Para Toda La VidaWhere stories live. Discover now