56- De rodillas te lo pido. La furia de Anya. (II)

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Maratón 6/7

La mañana siguiente todos se levantaron temprano y los que se levantaban temprano se levantaron a un mas temprano. Platillos natales de la gran Rusia así como otros más equilibrados y sanos, jugos, leches y demás. Cerca de las siete de la mañana muchas personas bajaron a desayunar entre ellos ahora Guang que se sentó cerca de Yuuri y Otabek. En la cabeza estaba la señora Nikiforov con un hermoso vestido azul suelto, su cabello platinado y sin muchos brillantes sobre ella. El señor Nikiforov, Sergie se sentó al lado derecho y Víctor del lado izquierdo con Yuuri y demás a un costado, pasos lentos llegaron antes de que se empezara la comida.

Anya entro por la puerta con un vestido blanco que acentuaba lo pálida que se hacía ver, sin una pizca de maquillaje y andando con muletas se presentó. Dasha se sorprendió al verla y rápidamente se levantó para ayudarla a sentarse a un lado de su esposo quien también ayudó.

—Víctor ¿Porque no te levantaste para ayudar? es Anya— Dasha miró disgustada las actitudes de su hijo.

—¿Para qué? Ya le ha servido usted y mi padre, además Yuuri me necesita — Víctor puso la servilleta a Yuuri en las piernas y este a su vez la colocaba la misma a las de Otabek con una sonrisa cálida y Guang la ponía nervioso en las suyas.

—¡Vitya! ¿Como puedes tratarme así cuando hemos vivido mucho tiempo junto?— Los ojos de Anya se enrojecieron y su voz sonó quebrada cerca del llanto.

—Anya—Víctor la miró serio a los ojos mientras se colocaba su servilleta en su regazo —No olvides lo que te he dicho hace unos días; vuelves a ser así y no respondo además, no sirve nada de hacerse la martil conmigo, no funciona — Alentó a Yuuri a comer.

—¡No le hables así Víctor!— Dasha gritó enojada pero Sergie impidió que comenzara una pelea a primera hora de la mañana por lo que la obligó a sentarse y comer.

Con un silencio tenso todos terminaron de comer y Guang quien no pudo presentarse hoy tampoco se llevó a Otabek y lo ayudó a recoger sus cosas para ir al colegio.

—Vitya, iré a despedir a Ota ¿Si?— Yuuri susurró a Víctor a su lado este asintió y se levantó —Permiso— Salió de la sala con colo la mirada de Sergie siguiéndolo.

—Víctor, discúlpate con Any ahora mismo por lo que le hiciste— Dasha exigió.

—No tengo nada por lo que hacerlo— Víctor ajustó su postura para terminar su jugo y luego parase de la mesa.

—¡¿Donde crees que vas?! ¡No te vas hasta lo que hayas hecho!— Dasha se levantó agresiva y Sergie suspiró para levantarse luego con ella pero no decir nada al respecto.

—Víctor, ¿Cómo puedes hacerme esto?—Anya lo miró disgustada y ofendida.

—¿Cómo? Pues con el mismo con el que quiero hacer lo que quiera— Víctor sonrió superior causando alerta en los tres presentes.

En eso varios sonidos resonantes se escucharon por la entrada de la mansión poco después, Víctor supuso quienes eran y salió a recibirlos a la sala donde seguro Belén los había llevado. Preciso, al entrar estaban los padres de Yuuri junto a su hermana que había adelgazado un poco, pero todos estaban muy bien a parte de eso; Yuuri estaba en los brazos de su madre cuando él entró.

—Bienvenidos — Víctor saludó al entrar, los japoneses lo saludaron de vuelta sonrientes.

—¿Quiénes son ellos? ¿Porque están aquí?— Dasha entró abrupta mente a la sala causando que todos los ojos se centraran en ella.

—Son mis padres señora Nikiforov, Toshiya y Hiroko Katsuki, ella es mi hermana mayor Mari Katsuki— Dijo Yuuri parándose a un lado mientras los presentaba.

Una Noche, Para Toda La VidaWhere stories live. Discover now