9- 😱 Secuestrado...

504 44 0
                                    

Me removí en las sabanas, mi cuerpo se sentí cansado y tenía hambre, mucha hambre. Sentí el típico gruñido de estómago y debido a eso abrí mis ojos, la habitación estaba a oscuras, nada mas ciertas líneas de luz que cruzaban las cortinas me hacia ver que estaba de día. Gire mi cuerpo y un calor junto a una masa corporal a mi lado me hicieron reaccionar.

«¿Dónde estoy? ¿Qué paso?» pensé de inmediato al ver un gran cuerpo a mi lado, de espalda desnuda, medio cuerpo inferior cubierto por las sabanas de color claro y una cabellera corta plateada y revuelta.

—Ay madre... –susurré, de pronto la persona se despertó y se sentó. Cerré mis ojos por instinto y pensé. «¿QUÉ DEMONIOS HACIA AHÍ? »

Varias imágenes rodaron a mi mente, yo llegando con despensa a mi departamento, yo terminando de hacer la cena... ¡Yo siento amenazado por un hombre! Guang y yo metidos en mi cuarto por la fuerza, yo y mi adelanto de calor... ¡Y!.. Yo despertando en este cuarto donde un albino me vio y un chico rubio me atendió... ¿Qué más?... ¿Dónde estaba mi ropa? Oh no, una imagen de mi aferrándome a los brazos del hombre a mi lado, gimiendo y anhelando por más. Sentir sus embestidas y mi calor salir como fuegos artificiales en un día de festival.

—¿Quieres comer aquí o quieres bajar a comedor? – una voz ronca me sobresalto, él sabia que esta despierto, no hacia falta mentir.

—Aquí – dije quedito, abrí mis ojos y el hombre estaba parado, ¡desnudo! A espaldas. Pude apreciar un culo perfecto con una ancha espalda, fornido y con... ¿Varias cicatrices? ¿Habrá tenido algún accidente? Son muchas de formas rectas y dos de forma de circulo; cerca del hombro y otra por la cadera.

—Vete a tomar una ducha, yo mando el desayuno – lo mire mientras el se ponía un pantalón de chal y salia sin mas de la habitación. Decidí acatar sus ordenes e ir al baño, no miento, ¡Parecía ciervo recién parido!

—¡Oh por mi madre! – ahogue un grito con mis manos en la boca. El espejo nunca mentía.

¡Estaba hecho un desastre!

Mi cabello revuelto, hasta grasoso podría decir que hasta con rastro de otra cosa, en mi rostro podría apreciar las marcas de mis lágrimas y estaba algo brilloso por el sudor pegado, mis labios estaban hinchados y rojos, los toque y me lastimaron un poco. Bajo la vista divisando mi cuello que estaba lleno de chupetones rojos y unos algo morados de diferentes tamaños, uno de mis oídos estaba rojo y al tocarlo me dio cosquillas. Mis clavículas y pectorales junto a mi estómago algo regordete estaban igual que mi cuello, solamente que en mis caderas y antebrazos estaban marcados con unos largos moretones rojizos.

—Estoy... – no termine de decir cuando mis piernas flaquearon de repente.

Me senté duramente en el retrete cual no dude en maldecir ya que me dolió. Mire mis piernas y estas temblaban un poco, las abrí y mis muslos estaban rojos, ambos, estaba muy pegajoso y viscosos, algo espeso sobresalía de bajo.

—No, no, no, ¡no! – grite y me levante como pude. Camine bajo la regadera y la abrí cayendo sobre mi agua tibia. —¡Maldición! A ver... Cálmate Yuuri, no entres en pánico, ¡No entres en pánico! – tome el shampoo y lo aplique a mi pelo con prisa y empecé a tallar mi cuerpo por igual, algunas partes ardían como mis antebrazos. — no va a pasar a mayores, no... Solo tengo que tomar la píldora del día siguiente. – deje que el agua se llevara toda la espuma y con temblor guíe mis dedos a mi entrada que al rozar estaba muy sensible.

Salí del baño después de media hora y ya estaba una bandeja de desayuno: un cereal, pan con mantequilla y mermelada, un vaso de jugo al parecer de naranja y unos huevos revueltos los cubiertos estaban a un lado. Una nota al dobles de dos sobresalió. La tome y la leí.

Una Noche, Para Toda La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora