20- 🎶 Zorra y pitidos... (I)

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Ella me miro con el seño fruncido y se paso elegante, muy pavonera para mi gusto. Acomodo su cabello y rodeo un poco a la chica que me miro asustada mientras cubría al pequeño que poco a poco dejaba de llorar.

—¿Quién eres para hablarme de esta manera? — de manera despectiva me analizo con sus ojos.

—¿Te encuentras bien? — ignore su pregunta y camine hacia la chica que estaba parándose despacio.

—Joven, no debería meterse, ella es muy peligrosa — me susurro cuando estaba cerca de ella y mas alto menciono: — estoy bien, gracias por preocuparse - hizo una reverencia y tomo la mano del pequeño.

—¿Es tuyo? — pregunte para acuchillar me y secarle las lágrimas al pequeño.

—Si, es Tommy, saluda hijo — El niño hizo una reverencia y se escondió detrás de su madre cuando tuvo oportunidad y sus orejas se tornaron rojas.

—¡No me ignores idiota! — grito la tipa atrás de mi.

—Pueden irse, yo me ocuparé — les anime a irse ya que no me querían dejar solo con ella.

—Señorita Anya — escuche la voz de Belén temerosa.

De regreso con la loca fui con mi acompañante poniéndola detrás de mi y mirando de frente a la tal Anya que pareciese que me tragara vivo en cualquier momento.

—¡¿Cómo demonios osas ignorarme?! ¿¡Acaso no sabes quien soy yo?! — gritó mientras con cara de indignada y señalándose a si misma con la mano en el pecho.

—La primera, fui a ver a la chica a quien le pegaste y la segunda, no, no se quien rayos seas pero no creo que me importe con tal comportamiento que estoy presenciando — me cruce de brazos.

—¡Mira tu!... ¡YO SOY LA PROMETIDA DE VICTOR NIKIFOROV! — levo su voz sin dejar ese sonido chilleante.

«¿Qué acaba de decir? ¿Prometida? ¿De Víctor? » pensé en shock.

—Así es... P-R-O-M-E-T-I-D-A — sonrió al ver mi cara, por que se que estoy con la cara desencajada por la noticia. -Asi que debes tener cuidado con lo que haces o te ira muy mal mocoso - lo segundo me lo remarco al pinchar con su dedo en mi hombro y cada vez mas fuerte.

No se porque, ¡De verdad que no lo se! Me siento mal, el mundo quiere darme vueltas y la pelinegra me toma de las caderas para que no me caiga, la veo y ella sonríe triste, ¿es verdad? Siento mis ojos arder por las ganas que tengo de llorar, el nudo en la garganta no deja pasar mi saliva y empieza a doler, a doler mucho, no quiero alzar la vista porque se que la mirada de esa mujer me terminaría de quebrar y con eso no le daré gusto. Y lo más me frustra de todo es que... no se porque me siento así.

—¿Te quedare sin palabras cerdo?— la risa resonó en las paredes del pasillo.

No se a donde fue toda aquella valentía que tenia porque ahora solo siento tristeza, soledad y algo en mi pecho comienza a crecer y deja un hueco cada vez que crece.

—¡Anya! — la voz retumba y hace que la nombrada me de la espalda y una lágrima cae en mi rostro.

—¡Mi amor! — dice alegre y camina rápido hacia él, solo oigo su taconeo cuando limpio mis ojos con las mangas de mi suéter.

—¿Yuuri? — escuche decir sorprendido.

Alce un poco mis ojos, ella estaba colgando de su hombro, sonreía con malicia hacia mi, él, por el contrario me miraba a mi confundido y ... ¿Preocupado?

—Me tengo que ir, estoy cansado — apenas dije y gire llevando conmigo a Belén.

—¡Yuuri! — grito él.

Una Noche, Para Toda La VidaWhere stories live. Discover now