ESPECIAL II: Plenilunio (1)

203 18 4
                                    

Pareja: Víctor y Yuuri.

Género/Temática: Omegaverse.

Con: Lobo.

Sin: Estudiantes.

Como verán estas fueron las que se votaron más, 'Estudiantes' tuvo la mayor votación que 'Lobo' así que los voy a mezclar, como hay 'Con y Sin' OMGV veremos que sale, así que esto es para complacerlos.

Palabras: 6722

[*-*]

Los fuertes vientos azotaron la ciudad de Hasetsu, las olas traspasaban las carreteras y derribarían a cualquier peatón que se atreviera a pasar sobre ellas, la luz se fue en casi todo el lugar pero a pesar que se viera tan feo por fuera, las casas o al menos la mayoría de ellas no sufrieron grandes destrozos. Así dos días intensos de agua, lluvia y truenos pasaron; así paso un fin de semana.

—¡Dios mio! Este es el peor fin de semana en verano ¿Cómo es posible que llueva así en esta época del año?— Mari quien estaba lavando el pasillo fuera de la casa mientras se quejaba, tomó la escoba y empujo el agua para que cayera en el jardín. 

—Vamos cariño~ pero lo bueno de todo es que puedes quedarte en casa por tres días antes de que se limpie todo en la ciudad— Su padre Toshiya le respondió a su hija mayor mientras pasaba por un lado del jardín con algunas macetas de barro y plástico rotas e iba a colocarlas al bote de basura según su material.

—¡Padre! Pero a pesar de eso tenemos que hacer trabajo ¡Los maestros son unos malhechores ni siquiera perdonan! — Mari siguió quejándose y trapeó para pasarlo por el piso, tratar de que se secara más rápido. 

Unos ladridos de cachorro sonaron de la parte trasera de la casa y una voz tierna algo enojada y divertida sonó en respuesta, la risa de una mujer se sobrepuso de inmediato haciendo que el padre y la hija que discutían en la parte delantera de la casa les naciera una sonrisa alegre, pronto los creadores de animar el ambiente trabajador salieron; el primero fue un cachorro café que no llegaba ni a la rodilla, este llevaba en el hocico una bolsa de comida para perros e iba corriendo alegremente hacia Toshiya, detrás del cachorro iba un chico de unos dieciséis años un poco alto, delgado, piel clara con un rostro algo relleno y unos lentes de marco azul quien le gritaba al cachorro que se detuviera, obviamente el animal ni siquiera se inmutó y mucho menos le hizo caso.

—¡Vicchan! ¡Detente!— Él, hijo menor de la familia Katsuki; Yuuri, tenía su ropa mojada y enlodada mientras perseguía a su mascota.

—Te vas a caer detente, Vicchan no irá lejos— La voz de una mujer mayor y energética se escuchó a la espalda de Yuuri, era la señora del hogar, Hiroko. Caminaba tranquila mientras se secaba las lágrimas de risa que soltó hace pocos minutos por causa de un niño y su perro.

—¡Pero mamá! Vicchan va a querer comerse la bolsa otra vez, el veterinario dijo que — Pero no calló cuando miró el gesto despreocupado de su madre y se detuvo, dio un suspiro profundo para luego caminar a su cachorro travieso que ahora estaba obedientemente parado al lado de su padre —Vicchan, no te lo comas o te dejaremos en el veterinario durante tres días ¿Queda claro?— Amenazó el joven mientras le quitaba la bolsa del hocico.

—Yuuri serás el primero el pedir que se venga a casa— Mari comentó mientras ponía sus ojos en blanco y seguía haciendo su trabajo.

—¡Ey!

Todos rieron al ver como el más joven coloreaba sus mejillas ante la declaración de su hermana. Después de eso todos volvieron a sus deberes, las fuertes lluvias de dos días hicieron que la familia Katsuki tuviera mucho que hacer pues operaban el ultimo lugar de aguas termales de la ciudad, el padre se encargaba de los arreglos así como las cercas o ramas que cayeron durante la tormenta, la madre se encargaba de la casa interna y los deberes de los días siguientes además de revisar el trabajo de sus amados hijos.

Una Noche, Para Toda La VidaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora