28- 🌔 No es como antes...

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Especial Víctor (1)

Desde que tengo memoria mi vida a sido siempre zona de peligro, ser astuto y calculador, no hay tiempo para sentimientos vagos como lo es el amor o la amistad incondicional.

Mi madre, jefa en ese entonces de la organización me enseñó todo lo que pudo sobre los lazos y los límites muy marcados de cada uno de quienes me rodeaban. Mi padre, me adiestró como a un desconocido cuando cumplí los seis años.

No puedo decir que tuve una infancia fácil y cálida, pues fui hijo único, estar  siempre en constante movimiento por mis clases escolares así como las extraescolares como lo era el Taekwondo, idiomas y entre otras pocas artes que se fueron distribuyendo en mi infancia y adolescencia. Una de las cosas cuales nunca olvidaría sería cuando estuve a punto de morir entre mis 20 años, fuimos emboscados de regreso de mis clases en idiomas que se me daban fuera de la organización; tres tiros en la espalda y una apuñalada en un costado, fue un milagro no haber muerto en el trayecto a la clínica de Mark.

Mí padre castigo severamente a quienes me cuidaban pues por no saber manejar bien la situación recibí esos disparos, claro, meses después yo también fui castigado. Fui hospitalizado durante una semana mientras me recuperaba pero en mi inconsciencia, los contrarios en un desesperado momento donde acabó mal para ellos, volvieron a atacar, lograron sacarme a tiempo y fui sacado del país.

Esa parte de mi vida fue la más movida y la más inolvidable, no tanto por las emociones de esos tiempos sino lo que vino después.

Recuerdo de haber despertado en una sala de hospital, un doctor me atendía pero yo no lo reconocí, tenía aspecto como el de un asiático, fue cuando el secretario de mi padre llegó y me dijo que estaba en Japón en una provincia algo remota ya que había sido otra vez atacado en la clínica de Rusia. Estuve desconectado del mundo las dos siguientes semanas, en ese tiempo estuve en cama, las heridas muy poco se fueron cerrando.

Había pasado un mes desde que había llegado a Japón, no se de permitía salir ni un pie fuera de la habitación, estuve tan harto que hice una distracción con una de las enfermeras y salí al jardín del hospital creo que fue el destino porque en ese día me habían entrado las ansias de salir, fue cuando le vi.

Aún tengo grabado el perfil de su cara no completo porque estaba cubierto pero supe que desde ese momento que esa persona debía estar en mi vida, por siempre.

Tardaría mucho tiempo en describir el momento en que lo vi, me acerque y hablamos, tenía un uniforme escolar pero iba cubierto una chaqueta azul, un gorro y gafas aparte de eso no me miraba como toda la gente lo había más bien desviaba la mirada, no preguntaba por mí cabello u ojos, o porque tenía tan largo el cabello. Fueron minutos pero sentí que era una eternidad hasta que alguien lo llamó, 'Iuu-Chan'

Nunca lo volví a ver después de eso, resignado tres meses después ya repuesto y seguro me fui de Japón.

Regresando tuve un castigo físico, fui metido de lleno al campo mafioso y terminando los estudios universitarios en línea de una prestigiosa universidad, haciendo de tapadera la licenciatura de gestión financiera, empresarial y contabilidad, manejo varios hoteles así como restaurantes, centro de entretenimiento y antros o bares en todo Rusia con una que otra sucursal en el extranjero.

Anya quien era una amiga de toda la vida fue puesta como una de las primeras en candidata a matrimonio cuando cumplí los 25 años, más me rehusaba a casarme, aún ahora.

Hace unos meses había conocido a otra persona que había hecho que mi corazón se sacudiera y perdiera la noción del tiempo y espacio.

Había sido Yuuri.

Una Noche, Para Toda La VidaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora