Una Noche, Para Toda La Vida

24- 🌹 Rosas Azules...

Días después mis padres se marcharon de regreso a Hasetsu, algo molestos pero ya no pudieron decir mas. En el aeropuerto  Mila, Georgi –quienes eran mis guardaespaldas y los de Otabek quien desde esa ocasión en la clínica no me dejaba ir solo –este momento no era la excepción, Belén intercambio recetas con mi madre y Minami bueno él... Creo que anda en pasos de cortejo con mi hermana, lo cual es algo peculiar ya que se llevan siete años y mi hermana es la mayor por supuesto.

"—Nos llamas cuando le hayas dicho, te tienes que apresurar o pueda que el asunto se te puede salir de las manos —"

Desde eso... Hace casi dos semanas, ahora tengo siete semanas de embarazo, mi vientre es como de diez semanas, no se nota ahora mi aumento de peso tampoco es mucho, gracias a la buena alimentación y a las caminatas matutinas que hago en el jardin trasero con Belén me ayudan mucho.

Pero pasando a lo que es un buen asunto es que no le he dicho a Víctor todavía, no me atrevo. Desde esa vez lo evito porque me siento extraño, por desgracia me he topado con la maldita esa de Anya, no me deja de restregar que estoy como un cerdo y que en cualquier momento el peliplata me echará de la mansión; por desgracia mis hormonas no cooperan y me enojo fácilmente o empiezo a lagrimar logrando que solo esa mujer me vea de arriba.

¡Se busca que la jale de los pelos de caca!

Ese día había sido como cualquier otro, me levanté temprano y desayune algo ligero para luego salir con mi acompañante a dar un par de vueltas por la mañana bien abrigados.

Como siempre Belén me dejó en la puerta de mi habitación, se despidió con la mano para apurarse a sus quehaceres mientras yo iría a tomar una ducha, entre y destape mi cuerpo, el cuarto estaba cálido por lo que fui a mi armario a sacar ropa holgada y cómoda; no tarde mucho en ducharme y salir.

Fue cuando las vi.

Colocadas de forma elegante en un jarrón trasparente en la mesita de noche a un lado de mi cama, me acerque y las oli, me encanto ese aroma, no era algo que yo uniera sentido antes. Las conté, eran siete en el jarrón y otra en la mesita de noche con un listón plata.

Ocho hermosas rosas azules de diferentes tonalidades; desde la mas intensa hasta la mas clara. Era con si viese un arco iris azul.

Tome la rosa que estaba en la mesa y la olí, los pétalos me daban cosquillas en mis labios. Baje mi mirada y un papel teñido de un vino claro decía...

"Kleine Chrysantheme, ich liebe dich"

—¿Eh? ¿Que idioma es este? — desconcertado volví a leerlo. No entendí nada.

Pensé en buscarlo después así que quite la etiqueta pero al mirar las demás rosas ¡todas tenían una!

"Du bist meine ewige Liebe."

" Das, wo in  meinem Sturm meine Welt schien une veränderte"

"Sie gaben mir einen weiteren grund zum atmen"