klance «One Shots» [Voltron]

🍋🍋18🍋🍋

Keith descansaba sobre el pecho suave y delgado de Lance. Notar su mano sobre su cabello mientras simplemente estaba con su movil, escuchando trozos cortados de música por que no se decantaba por ninguna, le encantaba. No entendía por que, pero le relajaba y amansaba su lado arisco. El moreno soltó una bocanada de aire y dejó el móvil sobre la mesita que tenía cerca. Miró a Keith.

-Oh, ¿vienes mucho por aquí? -se notaba que se aburría. Keith rió, pasando su mano por su pecho.

-No se, ¿quieres que pase por aquí? -el moreno de piel le abrazo, sonriendo. Eso le gustaba, que le siguiera las bromas. Buscó su cara con sus labios.

-Me vuelve loco ese lado tuyo. El tonto.

-Sólo un tonto entiende a otro tonto. - Lance volvió a reír. Comenzó a dejar suaves besitos en su boca, para lentamente irlos alargando y con ello, profundizando. Keith continuaba sobre él. Y ...¿era él o ya hacía calor? Las hormonas en ambos jóvenes estaban revolucionadas. -Hace calor... -murmuró en su boca. Lance se quedó mirandolo.

-¿Quieres que nos destape? -si, estaban tapados. Pero de cintura hacia abajo. Keith dirigió su mirada a las mantas.

-No. Tu no hagas nada. Quédate quieto. -el coreano comenzó a dejar besos por su pecho, bajando por este hasta su vientre y cintura.

-Keith tomando la iniciativa... Quien iba a decirlo. -bromeó el moreno. Keith le miró con una cara de Cállate o será la primera y última. Lentamente llegó a la goma de sus boxers. Dejó suaves besos alrededor de esta y lentamente fue bajando la tela.

-¿Ya tan mojadito?

-Joder Keith, si te pusieses en mi lugar...

-Exagerado... -lentamente fue bajando los besos hasta el inicio de lo que era su sexo. Paso su nariz por la curvatura que creaban los huesos de sus piernas en la zona de las ingles, y con la calma que lo caracterizaba, introdujo su sexo lentamente en su boca. Le arrancó a Lance un suspiro ardiente y espeso. Rebotó por cada pared del cuarto. Comenzó a mimar con su lengua la punta, bajandola por el tronco.

-Keith... -murmuró. Le observó bajo las sábanas.

-Vaya carita...

-Pues como la tuya. Sigue por dios. -y sin ninguno cortar el contacto visual, Keith siguió su faena. Ver a Lance morder su labio, pasar su mano por su pelo, gemir en voz baja y notar que su otra mano descansaba en su propia cabeza le hacía sentir la necesidad de que el cubano le dejase el culo más que dormido contra el colchón.
Mierda, yo tenía algo de inocencia, pensó Keith.

-Keith... -volvió a gemir de forma lenta Lance. Como le volvía loco aquella cárcel cálida y húmeda. - Keith...me vengo...no, para. -y si... El coreano lamio lentamente el tronco y ¡sorpresa! La amenaza de Lance aterrizó en su mejilla. -¿Que hacías? Te había avisado... -decía entre jadeos.

-¿Te ha molestado?

-¿A mi? -negó, sonriendo. -Vaya panorama me estás dejando.

-Pues ya está. Ahora ayúdame con esto.

-Uy que sueño de repente... -dijo de forma teatral.

-¡Lance, esto se quedará pegajoso, no seas cerdo!