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Por aquel entonces Lance hacia algo de ejercicio. Algo de ejercicio englobaba correr y algo de fútbol y esas cosas.
Pereza, pensaba Keith.
La cosa es que Lance volvía a casa hecho polvo y no hacía más que quejarse. Tenía los gemelos más duros que una piedra y los pies tensos.

-Socorro... -murmuraba tras salir de la ducha, tumbándose en el sofá. Estiró como pudo sus piernas y se acomodó. -Arrancamelas por favor... -murmuró el cubano, mirando al de pelo azabache.
A Keith se le escapó una suave risa. Lance sonrió de vuelta y se miró los pies.

-¿Te duelen?

-No te imaginas cuanto.

-Lo suyo es que los pongas un rato en agua fría.

-No voy a estar otro rato sentado en la ducha con los pies a remojo como los yayos. - Keith ladeó la cabeza, riendo suavemente.

-¿Los ya- que? -no evitó reír ante aquella palabra tan extraña.

-Los yayos Keith. Los padres de tus padres. -el de pelo chocolate de removió mirándole. -Estan muy tensos. Creo que voy a morir.

- Anda cállate ya. -Keith se levantó, se acercó a Lance y levantó con lentitud sus piernas.

-¡Que haces puto loco, que duele! -las agujetas estaban causando estragos y le estaban doliendo las piernas como nunca antes le habían dolido. Soltó varios jadeos y quejidos de dolor.

-Cállate enserio, exagerado.

-¿Exagerado? -repitió aquello molesto, mirándole un tanto sorprendido. Keith puso sus gemelos sobre sus muslos, y cogió sus pies con sus manos. -Podrías decirme que vas a hacer desde el principio.

-No me dejas hablar. -acarició la curvatura de la planta del pie con su mano, apretando en el centro. Escuchaba a Lance ahogar jadeos de dolor en un suave siseo. -Te intentaré arreglar eso.

-Ni que mis pies fueran un coche. - Ahora ambos hablaban en voz bajita. Sólo hablaban para ellos.

-Hablo de la tensión. - ahora su pulgar apretaba la zona de los dedos, presionando y en los puntos más duros. -Está muy duro.

-¿El qué? - dijo mirándole, guiñandole un ojo. Keith tan sólo bufó. Lance le brindó una suave risotada que retumbó por sus oídos. -Si, está duro. Eso de correr seguido no es bueno.

-Pues no Lance. -Keith suspiró y acarició sus pies con sus manos. Se le quedó mirando durante unos segundos. -Te explotas mucho. Debes tener un límite.

-Me gustan los retos.

-Tu eres el reto. - dijo el coreano con una sonrisa. -Mañana no vayas a correr. Mañana descansa.

-Me lo pienso.

-No Lance. -el chico apoyó sus manos en sus pies. -No vayas.

-Vale. -el coreano sonrió suavemente y beso su pierna. -No quiero que te hagas daño.

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[💜 Nota de la autora porque puede y porque quiere oír a los lectores(?) :
Si queréis segundas partes de algún One Shot de los publicados, comentarlo y lo tendreis. 💜 ]

klance «One Shots» [Voltron]Where stories live. Discover now